Tarea

Tarea gy richard201010 ACKa6pR 03, 2010 | II pagos Introducción Para la mayor parte de la región centroamericana, la década de los ochenta puede ser considerada como una década de conflictos armados que provocaron enormes costos, en términos humanos, soclales, económicos y politicosl. CEPAL estima en términos globales que para la región, esta década supuso un retroceso de 20 años en materia de indicadores de desarrollo económico y social, y una deuda social acumulada que tardará décadas en solventarse.

Sin embargo, los años ochenta también constituyeron un unto de inflexión en relación al carácter autoritario y militar de la mayor parte de re ímenes oliticos de Centro América, caracterizados por el s eleccionarios, la ori 1 Sv. içxto Swp to page negación de las libert es de los derechos hum os fu ochenta se van a des inicio a los procesos iolación sistemática la década de los as que van a dar a, aunque todavía en el marco de los conflictos armados y de un proceso de militarizacion a nivel regional.

Es la época de las «elecciones con balas». Los procesos de negociaciones de paz en Nicaragua, El Salvador y Guatemala, que se desarrollan a distintos niveles y con distintas aracterísticas durante los

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años ochenta, van a sentar las bases para la firma de los históricos Acuerdos de Paz en Nicaragua (Sapoa en 1988), El Salvador (1992) y Guatemala (1996). Tras la firma de la paz, se generan las condiciones internas necesarias para avanzar en los procesos de democratización, las cuales van a ser reforzadas por un nuevo entorno internacional.

Los avances experimentados en la democracia en Centro América en las dos últimas décadas pueden ser dimensionados a partir de la metodología desarrollada por el Freedom House2, consistente en clasificar a los países de acuerdo al grado de libertades que resentan en las áreas de derechos políticos y de libertades civiles, dentro de una escala de 1 a 7. El puntaje 1 representa un grado de libertad completa y el puntaje 7 un grado de total falta de libertad.

En base a los puntajes obtenidos en estas dos áreas, los países son clasificados dentro tres grandes categorías: países Llbres (L); Países Parcialmente Libres (PL) y Países No Libres (NL). Hacia finales de los años 70 – salvo Costa Rica con un puntaje de 1. 1-, ningún país centroamericano era considerado libre, y más bien clasificaban dentro de la categoría de «parcialmente libres», e acuerdo a las siguientes puntuaciones individuales: El Salvador, 5. 3; Guatemala, 3. ; Honduras, 6. 3; y Nicaragua, 5. 5. La década de los ochenta representó un retroceso en el grado de libertad de los países afectados directamente por los conflictos armados. por su parte, Belice debuta con un puntaje de 1. 2 para 1981-82. La finalización de los conflictos armados y los avances democraticos que le siguieron, explican que para 1998/99, mientras Belice y Costa Rica continuaban a la cabeza del grupo de países libres con una puntuación de 1 . y 1. 2 respectivamente, El Salvador, Honduras y Nicaragua obtuvieron una calificación de 2. 3, con lo cual se ubicaron en la categoría de países libres. Solamente Guatemala se mantuvo rezagada 2. 3, con lo cual se ubicaron en la categoría de países libres. Solamente Guatemala se mantuvo rezagada en la categoria de países «parcialmente libres», al haber obtenido para ese período un puntaje de 3. 4.

La mejoría observada en la calificación de los países centroamericanos en su conjunto dentro de la escala diseñada por Freedom House, puede considerarse un buen reflejo de los avances democráticos logrados en la región en las últimas dos écadas. Este desempeño guarda una significativa relevancia si se toma en consideración el pasado reciente de violaciones a los derechos humanos y a las libertades úicas. Democracia en Centroamérica El estudio parte de la premisa que en Centroamérica se ha completado la fase de la transición a la democracia. e ha logrado el pase a un régimen político-institucional; esta fase se considera terminada con la vigencia de una constitución democrática y el funcionamiento de los órganos constitucionales. El proceso de la consolidación democrática, sin embargo, todavía sigue siendo un eto para las sociedades centroamericanas. Para poder visualizar la situación actual del desarrollo democrático en Centroamérica y su perspectiva de futuro estamos aplicando una conceptualización de la democracia que logra transitar desde la visión «muy delgada» de Robert A.

Dahl, en términos de su limitación a competencia y participación políticas, hasta una visión más completa que incluye no solamente la dimensión vertical de las relaciones entre electores y electos, gobernantes y gobernados, sino también la dimensión horizontal (ausente en Dahl) en cuanto al control de los poderes en base a ambién la dimensión horizontal (ausente en Dahl) en cuanto al control de los poderes en base al estado de derecho y la garantía constitucional de los derechos civiles.

Sin embargo, también hay que considerar un tercer componente, la dimensión transversal de la democracia, tiene que ver con el argumento de que el ejercicio democrático del poder político tiene que obedecer a una exclusividad que no puede aceptar posiciones de veto y enclaves autoritarios carentes de legitimidad democrática. La democracia en Centroamérica – caminos hacia su construcción Nos encontramos ante formas de democracias incompletas, odav(a no consolidadas, las cuales, sin embargo, al mismo tiempo tienen un carácter estable.

Desde nuestro punto de vista este tlpo de democracias en la zona gris entre lo autonano y lo liberal-constitucional caracterizan la realidad centroamericana, lo cual nos induce a pensar que se trata de democracias parciales, las cuales – aunque cumplen con los requisitos de la dimensión vertical de la democracia – padecen de importantes limitantes en cuanto a la dimensión horizontal y transversal.

Democracia electoral y cultura poltica El alto número de procesos electorales (56) en la región entre 981 y 1999 refleja la vigencia de una democracia electoral, aunque el creciente abstencionismo y el desencanto con la poltica y los políticos aunado al desprestigio de los partidos llaman a una vigilancia continua para garantizar la vigencia de los sistemas democráticos.

En las encuestas sobre la satisfacción ciudadana con la institucionalidad democrática llama la atención el bajo nivel de aceptación en democracia institucionalidad democrática llama la atención el bajo nivel de aceptación en democracias bastante recientes y las altas expectativas que la ciudadanía mantiene frente a las instancias entrales del quehacer político. Para la mayoría de la ciudadanía la democracia sigue siendo más una promesa que una realidad, es decir desde el punto de vista de la ciudadanía faltan muchas cosas por hacer para tener una democracia plena.

En la mayoría de los países se observa una valoración positiva de los sistemas políticos y de la limpieza de los procesos electorales como tales, mientras que los partidos politicos y los Congresos sufren del menor grado de confianza entre los ciudadanos de la región. Hay que resaltar la evaluación positiva de los gobiernos locales, lo cual representa un factor ositivo para el futuro de la democracia centroamericana.

La expansión de la ciudadanía La democratización ha sido discutida desde los espacios públicos y orientada hacia la ampliación de la participación de la población mediante la expansión de la ciudadanía. Pero hay una corriente que más bien detecta un vacio de espacios ciudadanos o reconoce hasta una situacion de „desciudadanización «como consecuencia de la exclusión social. Sin embargo, hay que reconocer la existencia de una creciente tensión entre la inclusión poltica, resultado de la apertura democrática y la exclusión ocial, elemento de la nueva fase de un desarrollo económico neoliberal.

Para garantizar la gobernabilidad democrática, se vuelve importante el tema de la ampliación de la ciudadanía. Un espacio inmediato representa la democracia local; las municipalidades y de la ciudadanía. Un espacio inmediato representa la democracia local; las municipalidades y la gestión comunal ofrecen la posibilidad de generar procesos de desarrollo local, que pueden contribuir a la superación de las diferencias de género, étnia y generación.

Una visión de género aporta rápidamente el resultado que una mayor equidad de género no puede limitarse las garantías constitucionales en la ciudadanía, sino tendrá que incluir también 3 elementos sustantivos de la ciudadanía social o aquellos derechos que tienen los ciudadanos en el patrimonio histórico-cultural o ambiental. A este respecto, se vuelve necesario el introducir diferenciaciones en relación a las dimensiones de la ciudadanía (civil, político, social) y los niveles de implementacion real de la ciudadanía (formal, sustantiva, ejercida).

El concepto de ciudadanía sustantiva subraya las capacidades efectivas de los ciudadanos de ejercer sus derechos formales. Esto es recién con la acción efectiva, es ecir con la ciudadanía ejercida que se logra la profundidad del quehacer politico. Esta diferenciación es justamente válida para el ámbito del pluralismo étnico: En Centroamérica se requiere la ampliaclón de la ciudadanía clandestina que ejercen los pueblos indígenas para poder arribar al reconocimiento de la pluralidad cultural tanto con respecto al desarrollo institucional como en relción a la acción colectiva y a la representatividad de los actores étnicos.

Los escenarios de Centroamérica 2020 en materia de democracia y participación para poder enfocar escenarios con miras al año 2020 es muy ifícil visualizar a Centroamérica como una poder enfocar escenarios con miras al año 2020 es muy dificil visualizar a Centroamérica como una reglón homogénea, ya que nos enfrentamos a desarrollos democráticos de muy diversa índole: democracias bien establecidas, como es el caso de Costa Rica y Belice (grupo l); democracias con procesos muy recientes de participación plena ciudadana, como los casos de Nicaragua, El Salvador y Guatemala (grupo II), países que saliendo de la guerra están buscando por primera vez, mediante la participación de todas las fuerzas sociales, esquemas de conviviencia ctvica y ormas de cultura política democrática; y un tercer grupo de pa[ses que ha adquirido de alguna manera anteriormente una práctica democrática, la cual ha sido interrumpida por una dominancia milltar temporal y convulsiones internas, como son los casos de Panamá y Honduras (grupo III). ara estos grupos de países las perspectivas son muy diferentes, aunque en este estudio se pone énfasis especialmente en las democratizaciones recientes, ya que de ellos dependerá en el futuro el perfil de la democracia centroamericana como tal, en vista de que lograron ellos imprimirle a la región el sello de la guerra en las écadas pasadas. Para el presente estudio se han construido los siguientes escenanos, con mayor referencia al grupo II de países: • Involución autoritaria: En esta «Centroamérica convaleciente» de las guerras internas y de los desastres naturales y ante sus «cimientos débiles» pueden darse procesos de avance para estructuras y estilos políticos autoritarios y prácticas informales que logren minar el nivel de desarrollo democrático alcanzado en las dos 1 prácticas informales que logren minar el nivel de desarrollo democrático alcanzado en las dos décadas pasadas.

Involución autoritaria se refiere ntonces al avance de esquemas del autoritarismo tradicional como a la implantación de estilos de toma de decisiones de carácter no transparente que se prestan para debilitar aún más la institucionalidad democrática alcanzada. Indicadores de estas tendencias son la manifiesta implementación de estilos personalistas y presidencialistas con la suspensión de las vtas institucionales y la reducción de los espacios públicos. Se vuelven a poner en escena esquemas de acuerdos de cúpulas extraparlamentarias e institucionales, las cuales, por su propia naturaleza, son ajenas a la idea democrática que se basa en la oberanía popular.

Un factor decisivo lo representan los partidos políticos: La debilidad de los partidos y su limitada implantación en las sociedades centroamericanas son parte y consecuencia de una cultura política tradicional que favorece esquemas personalistas y representaciones unipersonales, lo cual abre camino a regresiones autoritarias cuando la institucionalidad se encuentra vaciada por las prácticas neoliberales y alejadas del concepto del estado de derecho. La inclinación de la población hacia estilos de «mano dura», la expectativa en el gran líder son elementos de la cultura olítica tradicional de las nuevas democracias centroamericanas que pueden complementarse con los estilos y estructuras personalistas y clientelares en los partidos políticos. ?? Estabilización precaria de democracias defectuosas: Se pueden considerar aquellos tipos de democracias en la Estabilización precaria de democracias defectuosas: Se pueden considerar aquellos tipos de democracias en la zona gris entre una democracia consolidada y una tendencia hacia la involución autoritaria como «democracias defectuosas», lo cual no implica que sean formas de gobierno de por sí inestables, sino que orren el peligro de convertirse en estructuras que pueden dar origen a esquemas de limitación en las garantías institucionales, los espacios ciudadanos, del estado de derecho etc. En este tipo de «democracia defectuosa» está garantizada la formalidad de los procesos electorales, pero al mismo tiempo se detectan déficits considerables en cuanto a los derechos ciudadanos, de minorías y humanos en general, lo cual junto con la incompleta autonomía de los poderes del estado (en especlal del sistema judicial) impiden el avance en la consolidación de la democracia. Es el predominio de la poltica nformal en los procesos de decisión que induce el peligro de un lento proceso de desmoronamiento de la institucionalidad y la práctica democráticas. De este manera, p. ej. os partidos políticos no pueden convertirse en instancias centrales del quehacer politico, o más bien chocan con los intereses del ejecutivo en sistemas presidencialistas. A nivel de la sociedad civil no se logra tampoco la generación de captal social, es decir, de la conflanza, de los hábitos de cooperación y de la renuncia a la violencia necesarios para avanzar hacia la consolidación democrática. ?? Evolución hacia la consolidación democrática: Es característica de regímenes democráticos consolidados que los partidos políticos compartan lo politicos compartan los espacios de intermediación social con actores de la sociedad civil y los grupos de interés.

La complementariedad entre representación territorial (partldos) y representación funcional (grupos de interés) constituye una de metas centrales de los procesos de consolidación democrática, especialmente ante la tradicional debilidad de estos procesos de intermediación en las sociedades centroamericanas. Las tendencias de una creciente privatización de la intermediación entre círculos políticos e intereses privados pueden ser revertidas ante la autonomía y la diversificación de un ámbito muy abierto de actores soclales. La profundización del régimen democrático más allá de las reglas electorales, tiene que pasar por una democratizacion de los actores y relaciones internas de la sociedad civil.

Un nuevo protagonismo de la sociedad civil caracterizará la fase de la consolidación democrática: Es necesario el fomento de un nuevo liderazgo político y social desde sus ropias filas ante la creciente desautorización de los líderes politicos y la generación de mayor cohesión social e integración en las sociedades centroamericanas, para que la sociedad civil logre conciliar conflictos en su mismo seno que antes habían repercutido inmediatamente en el sistema político. A pesar de la valoración crítica de la «sociedad civil» de muchas autoridades en Centroamérica, hay que reconocer que ésat ha jugado un papel central en los procesos de pacificación y reconciliación en base al apoyo externo. Como la democratización de Centroamerica no fue el resultado