Programa mundial de alimentos
Programa Mundial de Alimentos 2007 Encontrar una solución es responsabilidad de todos Índice 2 PREFACIO DE LA DIRECTORA EJECUTIVA EXAMEN DE 2007 Irregularidades climáticas extremas y catástrofes naturales Escalada de los precios de los productos alimenticios y el combustible 7 PACE 1 or73 8 to View nut*ge El PMA en cifras 10 PRINCIPALES INTERVENCIONES: EL CICLON EN BANGLADESH 11 La llegada del ciclón La respuesta inmediata del PMA Medidas de preparación para salvar vidas 13 Una operación de emergencia para las poblaciones más afectadas 18 Inundaciones en México 14 Hacia la segunda fase El terremoto en el Perú 16
EMERGENCIAS: ASISTENCIA PARA QUIENES PADECEN HAMBRE 17 Huracanes e inundaciones en América Latina y el Caribe El huracán Félix en Nicaragua 18 La tormenta tropical Noel en la República Dominicana 20 Problemas relacionados con el clima en África Inundaciones en Uganda 21 Afrontar los efectos del cambio climático en el Sahel 22 OPERACIONES POSTERIORES A LAS EMERGENCIAS: PERACIONES POSTERIORES A LAS EMERGENCIAS LA IMPORTANCIA DE LAS ACTIVIDADES LA IMPORTANCIA DE LAS ACTIVIDADES DE ALIMENTACION ESCOLAR DE ALIMENTACION Mozambique 24 LA DIRECTORA EJECUTIVA VISITA MALÍ A
IRECTORAJECUTIVA VISITA ALÍ 25 Fomento de los medios de subsistencia en el Nepal 36 FINANCIACION Y RECURSOS 37 Ayuda
Hacia finales del año, el aumento de los precios de los productos almenticios y el combustible, al incrementar el costo de la prestación de asistencia alimentaria indispensable para salvar vidas, amenazaba con aumentar en varios millones el número de personas afectadas por el hambre.
Estas presiones económicas se combinaron con otras dificultades, tales como la mayor frecuencia e intensidad de las catástrofes naturales, la contracción de los mercados de productos básicos, el deterioro de los niveles de ayuda alimentaria en una época en la que los xcedentes de alimentos ya no son frecuentes y el incontrolado incremento de los costos energéticos.
El PMA intervino prestando asistencia alimentaria indispensable para la superv’ivencia a 86,1 millones de personas en 80 países, y contribuyendo a que cientos de comunidades pudieran alimentos y, de ese modo, resta contribuyendo a que cientos de comunidades pudieran acceder a los alimentos y, de ese modo, restablecer la seguridad alimentaria.
Proporcionamos alimentos a las poblaciones que se encontraban en situaciones de emergencia, por ejemplo, en situaciones de conflicto y crisis como la imperante en l Sudán —donde sólo en Darfur el PMA prestó asistencia a 3 millones de beneficiarios— o bien a raíz del ciclón que devastó Bangladesh, del terremoto que sacudió al Perú, de las inundaciones que arrasaron en África y la destrucción ocasionada por los huracanes y las inundaciones que devastaron diferentes regiones de América Latina.
Las capacidades del PMA en materia de preparación para la pronta intervención, logística y respuesta rápida fueron elementos cruciales en 44 operaciones de emergencia y 69 operaciones prolongadas de socorro y recuperación. En 2007, durante mis primeros nueve meses en l PMA, en los lugares más alejados que visité pude ver con mis propios ojos la destrucción causada tanto por los seres humanos como por las fuerzas de la naturaleza, así como sus efectos en la vida y los medios de subsistencia de hombres, mujeres y niños.
Pero también vi cómo el PMA —el principal organismo de asistencia humanitaria del mundo— aprovecha sus ventajas comparatlvas para intervenir en estos casos. En esos viajes pude apreciar las fortalezas del PMA en cuatro esferas principales. En primer lugar, hacemos lo que sea necesario para llevar a cabo nuestra labor. En tercer lugar, me han impresionado los resultados de las actividades de alimentación escola lugar, me han impresionado los resultados de las actividades de alimentación escolar.
En mis viajes a las aldeas más remotas en distintas partes del mundo, he visto cómo una humilde taza de alimento dibuja una sonrisa en los rostros de muchísimos niños. Muy reconfortante, por cierto. Pero los beneficios no se limitan a esas sonrisas sino que tienen que ver con la educación, la En segundo lugar, aprovechamos las ventajas que ofrecen las compras locales. En 2007, el PMA gastó una cifra récord de 612 illones de dólares EE. UU. en la compra de alimentos en 69 países en desarrollo: un 30% más que el año anterior.
Además de constituir una inversión en las econom(as en desarrollo, las adquisiciones en los mercados locales también proporcionaron ingresos muy necesarios para los agricultores, favorecieron el desarrollo de los mercados locales y permitieron al PMA ahorrar dinero en transporte y costos conexos. Ahora estamos procurando ampliar nuestras prácticas de compra, sobre la base de los conocimientos y experiencia adquiridos, para generalizar las prácticas que más favorecen a los pequeños agricultores.
Usamos aviones, camiones, bicicletas, camellos, yaks o elefantes para llevar los alimentos a quienes más los necesitan: el PMA supera cualquier obstáculo para ayudar a quienes padecen hambre. 2 salud y el futuro de esos niños que algún día tendrán a su cargo una familia y quizá una comunidad entera. En 2007, el PMA benefició a 19,3 millones de niños por medio de sus actividades de alimentación escolar a un costo total de 318 millones de dólares. medio de sus actividades de alimentación escolar a un costo total de 318 millones de dólares.
Dados los aumentos de los precios e los alimentos, consideramos que estos programas constituyen una parte cada vez más importante de las redes de protección social. No obstante, los mayores costos de los alimentos y el transporte a nivel mundial generaron dificultades económicas para el PMA y agravaron el problema de la falta de alimentos, ya que se distribuyó un volumen de alimentos un 17,5% menor, y el número de personas a quienes se prestó ayuda se redujo en un 2% en comparación con 2006.
Aunque estas dificultades sin duda también existirán en 2008, La última de estas fortalezas, pero no por ello la menos mportante, es el compromiso y la dedicación de más 9. 000 personas que trabajan para el PMA, muchas de las cuales llevan a cabo sus tareas en algunas de las zonas más remotas e inaccesibles del mundo. Los hechos acaecidos en 2007 nos recuerdan los peligros para la seguridad que ellos enfrentan.
La trágica muerte de miembros del personal del PMA en Argel y el Sudán, y los arrestos y detenciones en Somalia, son hechos que no permitirán que olvidemos el increíble compromiso y el sacrificio cotidiano de estas personas. Nuestro personal y sus familias dan todo de sí para asegurar que la asistencia que ermite salvar vidas llegue efectivamente a las poblaciones más vulnerables del mundo. Para enfrentar estos retos se necesitan recursos y contribuciones, cuyo elevado nivel en 2007 superó los 2. 00 millones de dólares y permitió satisfacer más del 91 % d s OF cuyo elevado nivel en 2007 superó los 2. 700 millones de dólares y permitió satisfacer más del 91 % de las necesidades previstas. nuestra meta es invertir esta tendencia. El mundo no puede permitirse perder terreno en los avances logrados hasta ahora en relación con el primer objetivo de desarrollo del Milenio: reducir la mitad la proporción de personas que padecen hambre para 2015.
Al tiempo que el PMA renueva sus prioridades estratégicas para los próximos años, también reafirma su compromiso de luchar contra la pobreza y prestar asistencia a quienes más la necesitan, porque la erradicación del hambre es tal vez el mayor reto y la oportunidad más propicia de nuestros tiempos. Josette Sheeran Directora Ejecutiva Examen de 2007 4 La labor del PMA durante 2007 se vio afectada por un contexto externo en constante cambio que agravó la situación de inseguridad alimentaria en todo el mundo.
Algunos de los factores que agravaron esta situación fueron las irregularidades del clima y las frecuentes catástrofes naturales, la escalada de los precios de los alimentos y los costos del transporte, la reduccion de las existencias de productos alimenticios y el descenso de los niveles de la asistencia alimentaria mu ecto interno, el PMA ha comenzado a preparars imo decenio mediante intervenciones de asistencia humanitaria como en la lucha por erradicar el hambre.
A fin de impulsar los avances en la lucha contra el hambre, es de vital importancia reducir la brecha que xiste entre el socorro proporcionado en períodos de crisis y la asistencia necesaria pata promover soluciones a largo plazo. En este contexto, la labor del PMA se enmarcó claramente dentro del proceso de reforma de las Naciones Unidas.
A causa del aumento de los precios y la frecuencia de las catástrofes naturales, surgieron nuevas zonas afectadas por la inseguridad alimentaria y ocurrieron incidentes relacionados con este fenomeno que implicaban un importante riesgo con repercusiones a nivel comunitario, nacional y mundial y consecuencias desproporcionadas para las comunidades y los países pobres. Las reservas mundiales de alimentos cayeron al nivel más bajo de los últimos 25 años, por lo cual aumentó la vulnerabilidad del suministro mundial de alimentos ante las crisis y las catástrofes naturales.
IRREGULARIDADES CLIMÁTICAS EXTREMAS Y CATÁSTROFES NATURALES En 2007, en su cuarto y último informe, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) señaló que las temperaturas estaban aumentando en todo el planeta y que esto afectaba a los ecosistemas y a la capacidad de las poblaciones pobres para adaptarse a las crecientes dificultades.
Las proyecciones del IPCC indican ahora que el roducto interno bruto de África sufrirá importantes pérdidas, los niveles de malnutrición aumentarán, se incrementará la presión ejercida sobre lo ejercida sobre los recursos hídricos y se reducirá la productividad agrícola. Además, se destaca que el calentamiento del planeta ya está alterando la regularidad del clima y produciendo un mayor número de fenómenos meteorológicos extremos.
Examen de 2007 Según el Centro para la Investigación sobre la Epidemiología de los Desastres (CRED), en los últimos 10 años la frecuencia y la intensidad de las catástrofes naturales han ido en aumento. Si bien en 2007 se produjo un descenso, la tendencia a largo plazo ha sido claramente al alza desde el decenio de 1990 y, a juzgar por la información resultante de la mayoría de los indicadores, es probable que esta tendencia continúe.
El numero de catástrofes naturales aumentó de 200-250 al año, a mediados de ese decenio, a 400-450 al año, entre 2000 y 2005. El CRED registró 483 catástrofes naturales en 2006 y 441 en 2007, una cifra levemente inferior. Para el PMA, el cambio climático no constituye un concepto abstracto sino una realidad. En 2007, el programa puso n marcha 23 operaciones de emergencia (OEM) en distintos países y regiones y cinco operaciones especiales (OE) en 19 países para prestar asistencia a casi 7 millones de víctimas de inundaciones, vendavales, terremotos y sequias.
El importe total de los presupuestos aprobados para estas operaciones ascendió a 109 millones de dólares. La intervención de mayor envergadura del PMA en 2007 fue la que se organizó en respuesta al ciclón y las inundaciones causadas por éste en el me en 2007 fue la que se organizo en respuesta al ciclón y las inundaciones causadas por éste en el mes de noviembre en Bangladesh.
Otras situaciones que requirieron intervenciones de emergencia por parte del PMA en 2007 fueron el huracán Félix en Nicaragua, el huracán Dean en el Caribe, las tormentas tropicales Noel y Olga en la República Dominicana, el tifón Durian en Filipinas, los ciclones en Pakistán y Mozambique, el terremoto en el Perú y las inundaciones que devastaron regiones enteras en África occidental, central y oriental.
Asimismo, el PMA brindó ayuda a las comunidades vulnerables para que lograran generar capacidad de resistencia y de adaptación ante fenómenos meteorológicos extremos. Durante el año, intensificó sus esfuerzos para ayudar a los pobres a adaptarse a los efectos de las irregularidades del clima mediante actividades de creación de activos orientadas a proteger los sistemas de seguridad alimentaria frágiles y a contribuir a que no se vieran afectados. 6 lentejas, girasol y productos lácteos.
En segundo lugar, el dólar estadounidense no se fortaleció en la misma medida, con lo cual se redujo la cantidad de productos incluidos en la cadena de suministro de alimentos para los pobres del mundo. En comparación con 2002, el costo general de la asistencia prestada or el PMA en 2007 fue, en promedio, un 50% superior por beneficiario. En esos cinco años, el precio del trigo aumentó un 63%, el del arroz un y el del maíz un 45%. A finales de 2007, el maíz costaba un 50% más que 12 meses antes.
Los elevados precios de los pro A finales de 2007, el maíz costaba un 50% más que 12 meses antes. Los elevados precios de los productos básicos y la contracción de los mercados de cereales pueden haber generado algunos beneficios para determinados grupos, pero crearon también enormes dificultades para las poblaciones mas indigentes. Los agricultores de los países mas pobres, ue no tienen la posibilidad de hacer llegar sus productos a los mercados, se vieron seriamente afectados por los precios de los alimentos, al igual que los pobres de las zonas urbanas.
ESCALADA DE LOS PRECIOS DE LOS PRODUCTOS ALIMENTICIOS Y EL COMBUSTIBLE En junio de 2007, la Directora Ejecutiva del PMA, Josette Sheeran, advirtió que estábamos enfrentando un torbellino de dificultades que afectaban principalmente a las poblaciones más vulnerables del mundo. A finales de 2007, comenzaron a aparecer los signos que anunciaban ese torbellino y el PMA, como un canario en la mina de carbón, fue uno de los primeros en constatar irectamente los efectos de este fenómeno en su cadena de suministro de productos.
El incremento de la demanda de alimentos a nivel mundial afectó considerablemente a la labor del PMA en dos aspectos básicos. En prmer lugar, el aumento de la demanda hizo que los precios se dispararan, lo cual naturalmente implicó que el PMA debiera sufragar costos más elevados para poder ayudar a quienes padecen hambre. Los precios de los alimentos registraron una tendencia a la baja prácticamente ininterrumpida durante décadas, pero en 2007 los precios de los productos que constituían la fuente de la