Pedagogia
Pedagogia gy DUCHIsg acKa6pR 04, 2010 | pagcs En nuestro país esta corriente se genera en la década de los cincuenta, como consecuencia de la expansión económica, que se caracterizó por las considerables inversiones extranjeras, así como por el empleo de una tecnolog[a cada vez más desarrollada. Este fenómeno de expansión económica y desarrollo tecnológico marcó históricamente dos derroteros: por un lado, dlvisión, y por otro, complicación de la naturaleza del trabajo.
Si analizamos los factores socioeconómicos y políticos que riginan esta situación, constatamos que este hecho es coincidente con la organización empresarial de los Estados Unidos que obra con base en criterios racionales y sistemáticos, cuyo propósito es aumentar la producción y que tiene marcada influencia en nuestro als en América Latina. rs Como producto de e se tecnológicas surge u conce apoyadas en las noci responden explícita científicas y la t ologia educativa iencia», que ciedad capitalista y a una serie de demandas que se gestan en su interior, aunque se hagan aparecer como propuesta alternativa al modelo de la educación tradicional. En este contexto, la tecnología educativa retoma el carácter instrumental de la didáctica para racionalizar al máximo la enseñanza en el salón de clase.
Esta corriente didáctica se convierte
La introducción de la tecnología educativa en el campo de la didáctica tradicional cambia en alguna medida su dinámica: se pasa del receptivismo al activismo, A este estado de cosas, algunos estudiosos de la tecnología educativa, entre ellos Vainstein, lo califican como la ocurrencia de un «salto vertiginoso del problema a la solución», sin mediar para ello un proceso de reflexión y de elaboración, como condición necesaria para eelaborar el marco teórico de esta propuesta didáctica.
Una de las premisas de la tecnología educativa es el replanteamiento del rol de poder del profesor con respecto al alumno; pero lo que en realidad sucede, es que el poder del maestro cambia de naturaleza, en el sentido de que su autoridad ya no reside tanto en el dominio de los contenidos, como sucedía en la didáctica tradicional, sino en el domino de las técnicas, condición, que le sigue permitiendo el control de la situación educativa. Es decir, en esta corriente educativa se da la impresión e que el maestro se eclipsa, que desaparece del centro de la escena y deja el papel principal al alumno.
Pero esta actitud no deja de ser una simple ilusión, por que detrás de ese c principal al alumno. Pero esta actitud no deja de ser una simple ilusión, por que detrás de ese clima democrático se esconden principios rigurosos de planeación y de estructuración de la enseñanza. A manera de corolario apuntamos que las ideas que hemos venido exponiendo a propósito de la tecnología educativa, resultan apenas un esbozo de este complejo tema.
No obstante, as consideramos necesarias para comprender el soporte teórico de su propuesta de instrumentación didáctica. Señaladas ya algunas reflexiones en tomo a las concepciones teóricas sobre tecnología educativa que se manejan en las distintas unidades de este libro, nos proponemos ahora revisar cómo lleva a cabo esta comente educativa la tarea de instrumentar el proceso de enseñanza-aprendizaje, para lo cual seguiremos el mismo esquema de análisis utilizado al tratar la didáctica tradicional.
La tecnolog[a educativa, en tanto se apoya en los supuestos eóricos de la psicología conductista, entiende al aprendizaje como conjunto de cambios y/o modificaciones en la conducta que se operan el sujeto como resultado de acciones determinadas, y a la enseñanza como el control de la situación en la que ocurre el aprendizaje. De ahí que la didáctica en esta versión puramente instrumental, brinde una amplia gama de recursos técnicos para que el maestro controle, dirija, oriente y manipule el aprendizaje, es decir, que el maestro, así, se convierte, modernamente hablando, en un ingeniero conductual. 31_1f3