Nociones de poder-foucault-bio-política y anátomo-política
TEMA: «Introducción al Análisis de la Noción de Poder en Foucault: los Limites del Discurso Sobre el Poder en Occidente». 1- Foucault plantea que la noción de poder que subyace en la teoría psicoanalítica y en las ciencias sociales fue formulada a fines del siglo XIX por la etnología. Esta disciplina intentó detectar sistemas de poder en sociedades diferentes a la nuestra en términos de sistemas de reglas, lo que implica una noción cargada de un carácter jurídico-formal-negativo, identificando al poder con la regla, la ley, la prohibición, el «tu no debes», que marca el límite entre lo prohibido y lo permitido.
Esta concepción se debe intelectualmente a la influencia de Kant, quien plantea que la ley moral, la oposición «debes/no to page debes», es la matiz d Pero también históri PACE 1 10 derecho fue siempre instiu el fin de la Edad Medi representaba como p nducta humana. feudal occidental, el monárquico, desde rma de poder se el derecho; de este mismo discurso se servirá la burguesia como instrumento teórico para criticar a la institución monárquica. Occidente no tuvo otro sistema de representación, de formulación y de análisis de poder que no fuera el sistema de derecho, el sistema de ley.
Esta
En la monarquía los mecanismos del poder presentaban dos dificultades: por un lado, eran excesivamente onerosos, el oder era recaudador y predatorio; y por el otro, muchas cosas escapaban a su control. Por esto surge la necesidad de encontrar un mecanismo de poder que controlase a las cosas y las personas hasta en sus más mínimos detalles, que no fuese tan oneroso. Para cubrir esta necesidad surge la tecnología política que desarrolla toda una invención al nivel de las formas de poder.
Para el autor, estas tecnologías se desarrollan en dos direcciones y las considera como las dos grandes revoluciones en la tecnología del poder: La Disc 20F 10 direcciones y las considera como las dos grandes revoluciones en la tecnología del poder: La Disciplina: surgida en los siglos WII y XVIII, en Francia y Alemana; es la tecnología Individualizante del poder, perfeccionamiento de una anátomo-política. La Regulación: surge en la segunda mitad del siglo XVIII, en Inglaterra; es el perfeccionamiento de una bio-política.
La disciplina aumenta la docilidad y utilidad de todos los elementos del sistema, es el mecanismo del poder por el cual alcanzamos a controlar el cuerpo social hasta los propios átomos sociales, los individuos. Utilizando técnicas de individualización del poder, permite vigilarlos, controlar su conducta, comportamientos, aptitudes, intensificar su rendimiento, ultiplicar sus capacidades, colocarlo en el lugar donde es más El lugar donde la disciplina fue descubierta, donde se desarrolló, se materializó, fue el ejército, el otro donde aparece es la educación, primero en los colegios y luego en las escuelas secundarias.
A partir de esos métodos disciplinarios, en el ejército y en el colegio, los individuos son individualizados en la multiplicidad; esto también se da en las oficinas a lo largo del siglo XIX Esta tecnología enfoca a los Individuos incluso en sus cuerpos, en sus comportamientos, se trata de una especie de anatomía política que hace blanco a los individuos hasta natomizarlos. Por ello el autor la llama anátomo-política. La regulación no enfoca a los individuos como individuos, pone el blanco en lo contrario, en la población. El poder no se ejerce simple 0 individuos, pone el blanco en lo contrario, en la población.
El poder no se ejerce simplemente sobre los individuos entendidos como sujetos-súbditos, como lo consideraba la monarquía. Se descubre que sobre lo que se ejerce el poder es sobre la población: un grupo de seres vivos que son atravesados por procesos de leyes biológicas (natalidad, mortalidad, estado de salud, etc. ), que puede perecer o desarrollarse. Se comienza a percibir que el poder se debe ejercer sobre los individuos en tanto constituyen una especie de entidad biológica, que se debe considerar si se quiere utilizar a esa población para producir todo: riquezas, bienes, otros individuos, etc.
A esta tecnología el autor la llama bio-política. 3- El autor plantea cinco precauciones de método que en lugar de orientar la investigación sobre el poder entendido como institución jurídica de la soberanía y como aparato de Estado con las ideologías que lo acompañan, la orientan hacia la dominación, los operadores materiales, las formas de sujeción, as conexiones y utilizaciones de los sistemas locales de sujeción y los dispositivos estratégicos.
Propone estudiar el poder fuera del modelo del Leviatán, de Hobbes, fuera del campo delimitado de la soberanía jurídica y la institución estatal; hay que estudlarlo a partir de las técnicas y tácticas de la dominación. Las cinco precauciones metodológicas que presenta para analizar el poder son: No analizar las formas reguladas y legítimas del poder a partir de su centro. Tomarlo en sus formas más regionales, más locales; donde saliendo de 40F 10 a partir de su centro.
Tomarlo en sus formas más regionales, más ocales; donde saliendo de las reglas del derecho que lo organizan y legitiman se prolonga invistiéndose en instituciones, toma cuerpo en técnicas y se da instrumentos de acción material. No analizarlo en el nivel de la intención o de la decisión. Estudiarlo donde su intensión está investida en prácticas reales y efectivas, donde está en relación directa e inmediata con su objeto, su blanco, su campo de aplicación, donde se implanta y produce sus efectos concretos.
Más que plantearse el problema del alma central del poder, habría que tratar de estudiar los cuerpos periféricos y múltiples, que los efectos del poder constituyen omo sujetos. No considerarlo un fenómeno de dominación de un individuo, un grupo o una clase sobre otros. Tener presente que el poder no es algo que se divide entre quienes lo detentan y quienes no lo tienen y lo sufren; es y debe ser analizado como algo que circula y funciona en cadena, pues el poder no es algo que se aplica a los individuos sino que transita a través de ellos.
El individuo es efecto del poder y al mismo tiempo es su elemento de composición. Del ítem anterior no debe concluirse que el poder está universalmente bien repartido entre los Individuos, o que hay una istribución democrática o anárquica del poder a través de los cuerpos. Debe hacerse un análisis ascendente del poder: partir de sus mecanismos y después ver cómo éstos han sido y aún son investidos por mecanismos cada vez más generales y por formas de dominación globales. No debemos es No debemos estudiar la dominación global como algo que se pluraliza y repercute hasta abajo.
Debemos analizar la manera en que los fenómenos, las técnicas, los procedimientos de poder funcionan en esos niveles más bajos, mostrar cómo se trasladan, cómo fenómenos más globales los invisten y se los anexionan cómo poderes más generales o beneficios económicos pueden insertarse en el juego de estas tecnologías de poder relativamente autónomas e infinitesimales. Por ejemplo: a partir del fenómeno general de la dominación de la clase burguesa puede deducirse cualquier cosa. Foucault señala que es necesario ver cómo han podido funcionar históricamente, partiendo desde abajo, los mecanismos de control.
En lugar de buscar en la burguesía los agentes de la represión o de la exclusión en general, se deberían individualizar los agentes reales e indicar cómo estos mecanismos de poder, en un momento ado, en una coyuntura precisa y mediante cierto número de transformaciones, comenzaron a hacerse económicamente ventajosos y políticamente útiles. Posiblemente las grandes maquinarias de poder hayan sido acompañadas por producciones ideológicas y haya existido una ideología de la educación, una del poder monárquico, una de la democracia parlamentaria, pero Foucault duda de que lo que se forma en las bases sean ideologías.
En lugar de esto, plantea que lo que se forman son instrumentos efectivos de formación y acumulación del saber, métodos de observación, técnicas de regis 60F 10 nstrumentos efectivos de formación y acumulación del saber, métodos de observación, técnicas de registro, procedimientos de investigación, aparatos de verificación. El poder, cuando se ejercita en estos mecanismos sutiles, no puede hacerlo sin formar, organizar y poner en circulación un saber o aparatos de saber que no son edificios ideológicos. – Foucault asevera que la teoría de la soberanía no puede ser propuesta como método de análisis de las relaciones de poder. Desarrolla tres argumentos por los cuales los presupuestos del modelo jurídico de la soberan[a, sujeto, unidad del poder y ley, no a hacen apta para fundar un análisis concreto de la multiplicidad de las relaciones de poder. Estos presupuestos son: El del sujeto a sojuzgar: La teoría de la soberanía busca necesariamente constituir un ciclo, que va del sujeto al sujeto.
Establece una relación política por la cual un sujeto, como individuo dotado por naturaleza de derechos y capacidades, puede y debe hacerse sujeto, un elemento sojuzgado dentro de una relación de poder. El de la unidad del poder a fundar: La teoría de la soberanía fue dotada de una multiplicidad de poderes que no son todavía poderes en el sentido polítlco del término, sino capacidades, osibilidades, «potencias», a las cuales puede constituir como poderes en sentido político, solo con la condición de haber establecido, entre las posibilidades y los poderes, la unidad fundamental y fundante que es la unidad del poder.
De esta unidad derivan los diferentes aspectos, mecanismos e instituciones de poder. La unidad derivan los diferentes aspectos, mecanismos e instituciones de poder. La multiplicidad de los poderes (políticos) puede ser establecida y puede funcionar sólo a partir de esta unidad establecida y fundada por la teoría de la soberanía. El de la legitimidad a respetar: La teoría de la soberanía muestra ómo un poder puede constituirse, no tanto según la ley, sino según cierta legitimidad fundamental, es decir, una especie d ley general de todas las leyes que puede permitir a las diferentes leyes funcionar como tales.
En lugar de esta triple preliminar, ley-unidad-sujeto, que hace de la soberanía la fuente el poder y el fundamento de las instituciones, el autor propone adoptar el triple punto de vista de las técnicas, la heterogeneidad de las técnicas y de sus efectos de sujeción, que hacen de los procedimientos de dominación la trama efectiva de las relaciones de poder y de los grandes aparatos de poder. Foucault plantea que las prácticas y las instituciones de guerra se fueron concentrando cada vez más en manos del poder central y poco a poco sucedió que, de hecho y de derecho, sólo los poderes estatales han podido emprender la guerra y controlar los instrumentos de guerra. por esta estatalizaclón, la guerra cotidiana, «privada», se fue cancelando el cuerpo social, de la relación entre hombre y hombre, entre grupo y grupo.
Las guerras e instituciones de guerra tienden cada vez más a existir sólo en las fronteras, como relación de violencia o amenaza entre Estados, el cuerpo social se fue poco a poco despojando de las elaciones 10 o amenaza entre Estados, el cuerpo social se fue poco a poco despojando de las relaciones belicosas que lo atravesaban en el período medieval. Con la estatallzación del conflicto, la guerra devino en una práctica que funciona en los límites del Estado y en la ocupación profesional y técnica de un aparato militar cuidadosamente definido y controlado.
La sociedad medieval, atravesada por relaciones guerreras, es sustituida por un Estado dotado de instituciones militares. El autor afirma que cuando la guerra se vio al mismo tiempo centralizada y enviada a las fronteras del Estado, apareció cierto iscurso, un discurso extraño, nuevo. Éste es el primer discurso histórico-polltico sobre la sociedad, diferente del discurso filosófico-jurídico sostenido hasta ese momento.
El nuevo discurso es un discurso sobre la guerra entendida como relación social permanente y al mismo tiempo como sustrato insuprimible de todas las relaciones y de todas las instituciones de poder. Contrario a lo que formula la teoría filosófico-jurídica, el poder politico no comienza cuando cesa la guerra. La guerra nunca desaparece porque ha presidido el nacimiento de los Estados: el derecho, la paz y las leyes han nacido en la sangre y el fango de atallas y rivalidades que no eran ideales, la ley nace de conflictos reales.
El nuevo discurso exterioriza la idea de que la guerra constituye la trama ininterrumpida de la historia, la guerra que no para de desarrollarse detrás del orden y la paz, la guerra que trabaja nuestra sociedad y la divide de un modo binario es la «guerra de y la paz, la guerra que trabaja nuestra sociedad y la divide de un modo binario es la «guerra de razas». En el fondo, el cuerpo social está articulado en dos razas. Esta idea, según la cual la sociedad es recorrida de un extremo a otro por este enfrentamiento de razas, la encontramos a partir el siglo XVII.
La otra raza no es la que llegó de afuera, que por determinado tiempo ha triunfado y dominado, sino aquella que en forma permanente, incesante, se infiltra en el cuerpo social. El autor plantea que el discurso de la lucha de razas será re- centrado y se convertirá en el discurso del poder, de un poder centrado, centralizado y centralizador. Llegará a ser el discurso de un combate a conducir, entre una raza puesta como la verdadera y única, que detenta el poder y es titular de la norma, y los que constituyen otros tantos peligros para el patrimonio biológico.
Aparecerán todos los discursos biológicos-racistas sobre la degeneración y todas las instituciones que harán funcionar el discurso de la lucha de raza como principio de segregación, de eliminación y de normalización de la sociedad. La temática racista no aparecerá como instrumento de un grupo social contra otro, sino servirá a la estrategia global de los conservadurismos sociales. Un racismo de Estado, que una sociedad ejerceré contra sí misma, contra sus propios elementos, sus propios productos, un racismo interno que será una de las dimensiones fundamentales de la normalización social.