Lowy ¿Qué es la sociología del conocimiento
Pág. 3 Como sujetos a las leyes naturales invariables, cuyo descubrimien to es el objetivo especial de sus investigaciones. Las cs. Del H y de la naturaleza no son más que ramas de un tronco único. Por otro lado, los fenómenos económicos son citados por Comte como ejemplos de esas «leyes naturales invariables» de la sociedad es el caso especí fico de la del capital. Comte inventó el término Sociología, pero es más bien a Durkhei m al que se debe considerar como el plina científica.
Montesquieu y Rous e progresar aún org to View nut*ge itivista en tanto disci pod(a efectivament ás en tanto no se hubiese establecido que las leyes de las socie dades no son diferentes de aquellas que rigen al resto de la naturaleza y que el método que sirve para su descubrimiento no es más que el de las otras ciencias. Se trata de un principio metodológico esencial de la nueva ciencia a los ojos de Durkheim quien, subraya que: «La primera regla fundamental es la de considerar a I os hechos sociales como cosas… Comte, proclamó que los fenómenos social es son hechos naturales sometidos a leyes naturales.
El reconoció su característi ca de cosas, ouesto aue
A veces este paradigma «organic ista» y el modelo social darwinista de la sobrevivencia de los más aptos se confund en en Durkheim. Normalmente el hombre encuentra la felicidad cumpliendo con la necesidades de su propia naturaleza, que están de acuerdo con sus medios. «La solidaridad orgánica» de los diversos grupos sociales («funcion es») y presenta los conflictos entre las clases como «desgarramientos dolorosos», es decir, como una especie de estado mórbido del cuerpo social.
Tanto en Durkheim como en Comte aparece el nuevo papel ideol ógico del concepto «prejuicio», designa los puntos de vista críticos revolucionarios. Un tal Parodi, insiste que en los medios obreros se pretende sustituir a la patria actual por una patria superior que estaría formada por el alargamiento de una sola clas social, por el advenimiento del proletariado internacional. Su fundamento tiene una confusión: una misma clase ampliada no es, una patria: no es más que un fragmen como un órgano no es má mento de un organismo.
Como Comte, Durkheim estaba consciente del carácter profunda/ contrarrevolucionario de su método positivista y de su naturalism o sociologico y asl lo proclamó en el prefacio de Las reglas del método sociológico. El discurso durkheimniano, pasa sin ningún tropiezo de las leyes d e selección natural a las «leyes naturales» de la sociedad y de los organismos vivientes a los organismos» sociales. Suposición esencial: La homogeneidad epistemológica de los difer entes dominios de lo real, y entonces, de las ciencias que los toman como objeto.
Fundamenta la exigencia decisiva de todas las corrientes positivistas: «Que la soci ología entre en una disposición tal de actitud como lo hacen los físicos, químicos y los fisiólogos cuando se aventuran en una región aún no explorada de sus dom inios científicos». Durkheim se sitúa sobre lo que se podría designar como «buena v oluntad positiva». La sociología así entendida no será ni individualista, ni comunista, i socialista..
Por principio, ignora estas teorías a las que no podría reconocer v alor científicos, puesto que ellas tienden a no expresar los hechos, sino a reforma rlos. Es decir, el sociólogo debe «ignorar» los conflictos ideológicos, «acallar las pasi ones y los prejuicios». Debe «rodearse de todas las precauclones posibles co ntra las sugestiones irracionales» y oponer a sus pasiones «‘la calma y la im parcialidad científicas» Este positivista consecuent os «prejuicios» y las «preno ser separados, como cuando les sacan las antiparras a los caballo s para que vean lo que pasa alrededor.
No comprende esas «prenociones», son pa rte integrante de la mirada, elemento constitutivo del punto de vista. Durkheim no ve nlnguna incompatibilidad, no encuentra ninguna contradicción entre la ten dencia conservadora de su método y la neutralidad o imparcialidad cient[ fica; él cree a su sociolog(a, con sinceridad, libre de toda pasión o prenoción, porqu e la legitimación del orden establecido le parece desprenderse de la constatación objetiva de ciertas ‘Verdades elementales».
El problema de las cs. Sociales estriba en que lo que para unos es «verdad elemental» para otros no es sino un prejuicio, o vi ceversa. Para librarse de los «prejuicios» es preciso primero reconocerlos c omo tales, la pnncpal característica de los mismos es que no se los considera c omo tales, sino como verdades evidentes, siendo por ello indiscutibles. Constituy en así un conjunto de convicciones, actitudes o ideas que escapan a la duda, a la dist ancia crítica y al cuestionamiento.
La sociología del conocimiento lo designa como el campo de lo experimentado como evidente Comte y Durkheim son todo salvo «desprovistos de prejuicios» Su s análisis se fundamentan en premisas político — sociales partidarias y se e dos al punto de vista y a la visión do de los grupos sociale doctrina tradicional de la ciencia social sin prejuicios y sin prenoci ones. En lo que se refiere a Weber, consideraba a las presuposiciones, valores, punt os de vista o visiones del mundo no sólo inevitables sino como los constituyent es necesarios de toda actividad científicosocial significativa.
Existe un núcleo racional dentro de la problemática positivista y e s: la voluntad de conocer, la búsqueda de la práctica científica. Para acceder a la verdad sea preciso querer acceder a la verdad, p ero en nada suficiente para poder acceder a la objetividad científica. ?sta ellmi na los determinantes exteriores directos pero no el condicionamiento es tructural (sociocultural) del pensamiento; esta actitud permite el alejamient mistificación impostor pero no del punto de vista de clase. 3.
Max Weber: la ciencia libre de juicios de valor. Weber no podría considerarse un sociólogo positivista; sus conce pciones metodológicas están alejadas del positivismo y son contradictoria s con esta corriente de pensamiento. Pero sobre un punto hay una converge ncia entre su teoría de las ciencias y la de los positivistas, es el postulado de la neutralidad axiológica de las cs. Sociales. Weber es el que formuló este postul ado de modo preciso y sistemático, mucho más riguroso que los vagos deseos de los positivistas del s. XIX.
Según un tal Goldmann, Weber se sitúa «entre el desco nocimiento del determinismo social propi iento sociológico de los du rkheimnianos y la aceptación integral del mismo por parte de los marxistas». Así, mi entras el sociólogo francés expresa el optimismo de una burguesía todavía no amena zada por el proletariado, el pensador alemán, en confrontación con un movim iento obrero poderoso que se reclama partidario de Marx, ha perdido ese opti ismo Ingenuo y se ve obligado a tomar en cuenta al marxismo y tiene que ocupar se de los problemas que el método de Durkheim ignoraba bellamente.
Los valores de los cuales habla Weber no están ligados a las clases sociales, sino a I as culturas, naciones o religiones distintas u opuestas. Para un tal Rickert es la existencia de valores universales aceptad os por todos lo que fundamenta la universalidad, y por consiguiente, la objetivida d de las ciencias históricas. Weber, retoma la temátlca rickertiana de la «relaclón con los valor es» como fundamento de las cs. Sociales e históricas, pero no cree en los va lores objetivos, universales.
Se acerca al relativismo histórico de Dilthey. «No exist e ningún análisis científico directo de la vida cultural o de los fenómenos sociales q ue pudiera ser independiente de los puntos de vista especiales y «unilaterales», g racias a los cuales esas manifestaciones se dejan seleccionar como objetos d e investigación, analizar, y organizar en vista de la exposición. » Weber, reconoce la existe finidad colectiva» entre las visiones del profundizada o tomada en cuenta en sus escritos metodológicos.
Los valores puntos de vista) son para él determinantes y en diversos niveles de la investlgación científicosocial: 1) orientan la selección del objeto del conocimient o; 2) condicionan la dirección de la investigación empírica; 3) determinan la formaci ón del aparato conceptual utilizado;y 4) lo que es más importante, nos proporcio nan la problemática de la investigación y nos sugieren preguntas que se hacen a la realidad social.
En sus escritos metodológicos se encuentran polémicas explícitas contra el positivismo, sin embargo, estas no se refieren a Comte o a Durkh em, Sino a la ilosofía de las luces y a la economía política, cuya visión del mund o racionalista y ligada al desarrollo de las ciencias naturales, les ha impedido desc ubrir el carácter problemático de su propo punto de vista, en si rmsmo supuesta mente evidente.
Critica también la influencia de la biología sobre las ciencias histór icas, la cual había: 1) estimulado la pretensión de captar la realidad social a pa rtir de un conjunto de leyes de tipo científico natural y de validez general; 2) creado la ilusión de que el «crepúsculo» de los dioses de todos los puntos de vista axiológlcos podría hora «extenderse sobre todas las ciencias». Esta justificación entr e el socialismo y el historicismo, ambos unidos en el campo del anti positivismo en el cual Weber, parece situarse él mismo.
Weber examina las condiciones de posibilidad de la objetividad de I conocimiento científico social y es allí donde se va acercando al positivismo. Su t eoría de las preguntas es de tendencia historicista; su teoría de la neutralidad axiológica o sin «juicios de valor de las respuestas es de orientación positivista. A sr que el resultado de esta dualidad es, una contradicción irresoluble en el corazón m smo de su teor(a de la ciencia. Hay que distingu r dos aspectos del problema que se puede llegar a confundir: 1) la no deducción de los hechos a partir de los valores; 2) la no adecua ción de los valores a partir de los hechos.
Es a partir del primer aspecto que Weber formula su doctrina de la cs. social, libre de valor. Los valores van determinan do, las preguntas de la investigación; el objeto del conocimiento ha sido definido a partir de una punto de vista valorativo, pero la tentativa concreta de la investigación e mpirica sobre ese objeto debe estar sometida a las reglas objetivas y universales, es ecir, de un modo de conocimiento con validez absoluta. En la premisa weberiana se sigue un imperativo categórico para lo s investigadores científicos: la separación total y rigurosa entre hechos y valores, c onstataciones y juicios.
Existen peligros que amenazan a las cs. sociales: «La confu Sión permanente entre discusión científica de hechos y razonamiento axiológico es una de las particularidades más frecu nefastas en los trabalos de especialidad. Esta confusión tiene para Weber dos resultados neg ativos: a) engañar al lector presentando juicios de valor en lugar de hechos objetivos que «hablan por í mismos», b) impedir un conocimiento realmente científico del o bjeto: «cada vez que un científico hace intervenir su propio juicio de valor ya no tie ne la más cabal compresión de los hechos».
Es un postulado válido contra el que no se puede doblegarse. El segundo aspecto es, la imposibilidad lógica de deducir un imper ativo práctico o ético a partir de constataciones de hecho: «No existe ningún puen te que lleve el verdadero análisis puramente empírico de la realidad dada por lo s medios que la explicación causal que conduzca a la afirmación o negación de la » validef’ de cualquier juicio de valor que se trate… Weber no creía nada acerca de un «consenso» de valores o de una desaparición de las ideologías.
Presenta el conflicto entre los valores como una co nfrontación entre dioses, los cuales combaten y donde la cs. no puede servir de juez Es a partir de esa visión dramática y a la vez lúcida de los antagonismos axiológi cos como Weber rechaza toda ilusión de una solución «científica» sobre cuestiones éticas y políticas. El justo medio no es en ningún caso una verdad más científica qu e los ideales más extremos de os partidos de derecha o izquierda. Existe una articulación de lores y hechos, pero ésta es una ligazón