La triste alegregria de emigrar
La triste alegregria de emigrar gy rebekn 10, 2016 | 18 pagos La triste alegría de emigrar (Fragmento): En algún lugar alejado hacia el norte, con otro idioma, otras costumbres y otro clima, miles de venezolanos están buscando otra vida. María G. , de 54 años, lo pensó mucho antes de decidirlo, hasta que en 2007 le dieron las prestaciones sociales que le correspondían como maestra de un municipio de la capital.
Obstinada por la inseguridad y la situación política, vendió su apartamento en El Cementerio, Caracas, cambió sus bolívares por unos cuantos miles de dólares, tomó a sus dos muchachos dolescentes y se fue a Atlanta, Georgia. Le dijo a su ex esposo que volvería. Pero en Atlanta vive una hermana suya desde hace muchos años, quien ayudó a insertarse e hijos. Un total de g mil 409 nidense.
Con eso se 18 o nidos con sus dos to View nut*ge visa de residente permanente (la llamada tarjeta green card) en el año 2010, según las cifras del Servicio de Inmigración y Ciudadanía, del Departamento de Seguridad Interna (Homeland Security) de los Estados Unidos de América (ELIA). Esto implica que, en promedio, cada hora que pasa un venezolano recibe visa de residente
Para el caso de Canadá, entre los años y Iggg arribó como inmigrante un promedio de s Swlpe to vlew next page solo 523 venezolanos, cerca de la mitad del millar que ingresó como residente permanente ahora en 2010. Estados Unidos admite un millón de inmigrantes anualmente. Sólo unos 10 mil son venezolanos. Canadá ingresa anualmente a 250 mil y apenas de un mil a un mil 300 son ciudadanos de nuestro país. Esto implica que la cifra de venezolanos emigrantes s importante para Venezuela, pero no para Estados Unidos y Canadá, donde son otros extranjeros quienes protagonizan la avanzada. ?Cuál es el nivel de educación de los emigrantes venezolanos en Norteaménca? ¿Qué se sabe de su capacidad técnica? Cifras del Departamento de Seguridad Interna de EUA revelan que al menos un mil 512 inmigrantes admitidos en 2010 entran en la calificación de gerentes, profesionales u ocupaciones relacionadas. Ellos representan 16 por ciento. En cuanto a los venezolanos a Canadá, el gobierno de ese país me envió por correo electrónico una base de datos oficial en la ue revela que sólo en 2010, cerca de 45 ingenieros entre 25 y 44 años habían sido admitidos como inmigrantes.
En esa rmsma clase de profesionales, en 1999 los inmigrantes venezolanos fueron más de 20 ingenieros y 10 computistas Tanto Estados Unidos como Canadá tienen políticas destinadas a la captación de talentos. EUA ofrece visas especiales de residente permanente a quienes se destaquen en sus respectivas áreas de especialidades técnicas, deportivas o artísticas. La inseguridad personal, razones económicas y la vorágine política venezolana son las cau 20F 18 artísticas.
La inseguridad personal, razones económicas y la vorágine poltica venezolana son las causas de esta emigraclón hacia Norteamérica. La opción del «sueño americano» se ha asentado entre ciudadanos venezolanos de clase media y alta en la última década, y ellos van detrás de la green card. Y se están yendo familias enteras. Esto lo confirman las cifras oficiales 2010 del Servicio de Inmigración, que reporta que la quinta parte de los venezolanos admitidos legalmente es menor de 18 años. Ellos no han podido irse solos.
Casi todos son los hijos de venezolanos que obtuvieron su residencia y que declararon estar casados. Esos niños venezolanos tienden a no volver nunca más a vivir en Venezuela. Una vez que se encuentran con la nueva cultura, se asimilan a ella, la acogen, aprenden a hablar el inglés (o el francés) sin acento latinoamericano y se hacen ciudadanos de los Estados Unidos o Canadá. «‘En 2003, a los 11 años, mi hijo llegó conmigo y mi esposa, y enseguida lo inscribimos en un colegio público donde aprendió a hablar inglés», afirma Luis Neira, ingeniero de 58 años, quien reside en Phoenix, Arizona. Luisito habla ahora en inglés sin acento latinoamericano y trabaja», cuenta Neira, quien se fue del ars por incidentes políticos en Caracas durante 2003, mientras recogía firmas para el referéndum revocatorio presidencial. «Llegó a sus 11 años y hoy es más gringo que venezolano. De hecho habla más inglés que español», dice. «¿Volver, papá? » , le dijo su hijo por estos tiempo 8 «¿Volver, papá? » , le dijo su hijo por estos tiempos cuando le planteó regresar. «Me gustaría ver a la abuela y los t(os, pero ¿qué voy a hacer yo en Venezuela? ¿Qué futuro tengo?
Mira al primo, tiene 28 años, está casado, no tiene casa y todavía vive con su mamá. No tengo nada qué hacer allá». La emigración en relación con los hijos ofrece una variada tipología en el caso venezolano. De mis entrevistas me ha quedado claro que el emigrar ha sido una decisión impulsada y fortalecida por el beneficio que se ofrece a los muchachos en la nueva vida. Es decir, para el emigrante venezolano con hijos, resulta una realización de vida insertarlos en el ambiente norteamericano para que se críen y se desarrollen allí. ¿Qué tipo de ventajas le ofrecen?
Seguridad personal, calidad de vida, aprender otro idioma, acceso a tecnolog[as de punta, educación de primer nivel. Todas esas posibilidades para los hijos stán a la mano o al menos se ofrecen como probables. Y por eso no retornan a Venezuela. Florinda se vino en 2000 a Orlando, Florida, divorciada, con sus cuatro menores hijos y los mayores son ya ciudadanos de EUA. Ella me manifestó su orgullo porque todos ellos tendrán las oportunidades que ella no tuvo. Eleana Rodríguez, una profesional de 41 años que emigró con esposo e hijas a Toronto, rio cuando le pregunté si creía posible ofrecer a ellas en Caracas lo que les da en Toronto. No. Ésa es una de las razones por las que estamos aquff, contestó. Otro tipo de c 40F 18 en Toronto. «No. ?sa es una de las razones por las que estamos aqur’, contestó. Otro tipo de caso que encontré con venezolanos que hicieron familia binacional y cuyos hijos nacieron en el norte o fueron traídos aquí desde muy pequeños. Estos ya sienten como patria a los Estados Unidos y, aunque asumen aspectos culturales de Venezuela, tienden a mantenerse en este territorio. Edilbert Amundaray Orellana es hoy Edilbert Deibert, su nombre de casada con el estadounidense Kenneth Deibert.
Le conoció en Napa, California, a finales de los años 90, y empezó una historia de amor que terminó en matrimonio. Tiene 42 años. Era tesorera de una importante entidad bancaria, pero decidió regresar a Caracas para renunciar y volver a Napa para casarse. Hoy hay dos hijos de esta unión binacional. Desde 2004 es ciudadana de EIJA. Carmen Heber, de 45 años, es natural de Caracas y está viviendo en Dallas, Texas, desde 1998. Conoció a Scott Heber, su compañero de trabajo en la empresa Movilnet en Caracas y es otro de los casos en el que el verdadero amor produjo la emigración y abordaje de una nueva vida.
Carmen confiesa que se casaron en Caracas, donde vivieron los primeros tres años y ambién tuvieron a su primera hija; después decidieron ir a Texas. Ella confiesa que le fue muy fácil lograr la visa por su estatus marital. Ella ya es ciudadana estadounidense. «Siempre es muy dificil dejar lo tuyo atrás y comenzar en un ambiente totalmente extraño. La sociedad norteamericana es muy diferente a la latina y aunque un ambiente totalmente extraño. La sociedad norteamericana es muy diferente a la latina y aunque yo hablaba un poco de Inglés me sentía muy perdida, especialmente los primeros años.
Ahora, graclas a mis hijas, a mi capacidad de adaptación y a la horrible ituación de mi bello país Venezuela, me siento muy agradecida y bendecida de poder estar aquff, dice Carmen, quien duda que vuelva a vivir en Venezuela. Ella le inculca aspectos culturales a sus dos hijas: «Aunque han sido criadas aquí, les encanta una arepa, un pabellón, deliran por las playas de Margarita y hasta han sufrido el lanzamiento de una chancleta por no portarse bien» Carmen Heber y Edilbert Deibert representan casos de venezolanos que obtuvieron la visa de residente permanente debido a su matrimonio con un ciudadano de ELIA. 6 por ciento de los venezolanos admitidos en 201 0 fue bajo esa clase, que es l renglón Pariente inmediato de ciudadano de EUA (2). Esa clase no tiene límites en la cantidad de inmigrantes a aceptar cada año ni tampoco tiene lista de espera, como ocurre con todas las demás. Esta es la causa principal y también la manera más fácil de obtener la ansiada green card. Así lo interpretan también los venezolanos y partlcularmente las mujeres. De los emigrantes venezolanos, 56 por ciento son mujeres y 44 por ciento hombres. ero para el matrimonio de venezolanos, la proporción de mujeres es todavía mayor: seis de cada diez correspondieron a mujeres y los cuatro restantes a ombres. Las cifras sugieren una vez más I 60F 18 diez correspondieron a mujeres y los cuatro restantes a hombres. Las cifras sugieren una vez más lo atractivas que son las mujeres venezolanas también en los Estados Unidos. He hablado hasta ahora de dos casos de matrimonios legales y legítimos. Hay otros que no lo son tanto y que se pactan legalmente sólo para obtener la green card.
Es decir, matrimonios ficticios. Como casarse es la manera más fácil de obtener la residencia permanente y resulta absolutamente normal que un norteamencano (a) se case con una extranjera (o), algunos orasteros han encontrado en esta fórmula su medio de legalizarse en la tierra de Mickey Mouse. En estos actos fingidos el norteamericano (a) que participa cobra hasta cinco mil dólares. Paga el extranjero y generalmente se hace a través de la apertura de una cuenta bancaria conjunta. Todo para simular que existe un matrimonio verdadero.
Conoci el caso de una venezolana en Orlando, Florida, que tenia más de cinco años como ilegal y resolvió definitivamente su problema casándose con un cubano naturalizado quien, por demás, vivía en pareja con otra mujer. Ellos realizaron incluso ctos de matrimonio con fiesta y todo para obtener fotografías que sirvieran como prueba ante un eventual juicio. El pago fue de cuatro mil dólares. La dama se casó en 2006 y enseguida obtuvo un documento de residencia por dos años, una residencia condlcional, presentando los documentos ante el Servicio de Inmigración.
Pasado el lapso condicional -durante el cual el gobierno pudo investi ante el Servicio de Inmigración. Pasado el lapso condicional durante el cual el gobierno pudo investigar- obtuvo su residencia permanente. Y pronto se divorció. Hace muchos años, por un reporte de prensa, me enteré de una ujer estadounidense en Nueva York quien fue sentenciada a seis meses de cárcel por habérsele demostrado que se casó cuatro veces para engañar a las autoridades migratorias. Otro tipo de práctica un tanto común es el llamado «turismo de parto». na mujer no residente que se embaraza dentro o fuera del territorio de los Estados Unidos o Canadá y entonces viaja a alguno de estos países o permanece dentro de éste para dar a luz a su hijo. Éste, según las leyes aún vigentes en estos países, adquiere esa nacionalidad. Cuando no se nota el embarazo de la mujer no hay forma en que as autoridades puedan hacer algo para evita lo y por eso algunas parejas se aventuran para que su hijo tenga la nacionalidad estadounidense. En este libro entrevisto a una mujer que se decidió por parir en Atlanta, Georgia, ante otras opciones que tenía, y me explicó por qué.
Que un hijo menor de edad tenga nacionalidad o ciudadanía estadounidense no puede usarse como argumento para que los padres obtengan la residencia permanente. Pero se han visto casos en que los interesados solicitan entonces al gobierno una visa humanitaria, planteando la realidad de su hijo. Canadá está estudiando m sta práctica que se esta práctica que se reveló por quejas de médicos y administradores de hospitales de Montreal. Ellos refirieron casos de mujeres sin estatus legal que dieron a luz y luego se fueron sin pagar los gastos.
El 5 de marzo de 2012, el site http://www. noticiasmontreal. com reportó que una de las ideas seria introducir una enmienda al Acta de Ciudadanía de Canadá para eliminar el derecho automático a la nacionalidad de los bebés nacidos en el país si sus padres no tienen algún tipo de estatus legal. «No queremos promover el turismo de parto, o los ‘bebés de pasaporte’. Esto es usado, en muchos casos, para explotar la generosidad de Canadá», dijo el ministro de inmigración, Jason Kenney, durante el programa Power and Politics de la cadena CBC.
La segunda fórmula más popular para obtener la residencia permanente es la preferencia por empleo. Suele haber una empresa que patrocina al inmigrante. El 29 por ciento de los venezolanos admitidos en EUA en 2010 entran en esta clase. Son muy comunes con los ex empleados de petróleos de Venezuela S. A. (Pdvsa) que se fueron buscando mejor suerte en ELIA y Canadá, después del paro petrolero de 2002. Hablaré de ellos más adelante. El seis por ciento de los venezolanos admitidos en Estados Unidos en 201 0 fueron patrocinados por alguna preferencia familiar.
Aquí entran sobre todo cónyuge e hijos menores de 21 años de algún residente permanente y de sus hijos solteros mayores de 21 años. A través de esta fgura se reparten más de 110 mil visas anualmente. Aquí tam mayores de 21 años. A través de esta figura se reparten más de 110 mil visas anualmente. Aquí también entran otras categorías como hijos casados o hermanos de ciudadanos de EUAy de resldentes permanentes. Son tantas las solicitudes que a veces tardan más de una década en entregarse. Otro renglón que utilizan los venezolanos para emigrar a Estados Unidos y Canadá es el asilo.
Dedicaré unos cuantos capítulos muy completos a eso, así como otro a la lotería de visas. Hubo 660 asilados políticos venezolanos admitidos en 2010 y otros 415 que obtuvieron la visa en la lotería, denominada programa Diversidad. La cantidad de venezolanos que ingresa y permanece legalmente trabajando en los Estados Unidos y Canadá es mucho más que los 1 1 mil reportados por año. Hay otro grupo de venezolanos mucho más numeroso que ingresa anualmente con una visa de no inmigrante denominada permiso de trabajo.
En 2010, ingresaron a EUA con permiso de trabajo un total de 23 mil 294, cifra que incluye a sus familiares acompañantes. Queda entendido que la permanencia de la persona en el territorio depende de su continuidad laboral dentro de la empresa. Calculo que serían unos seis mil trabajadores efectivos y unos 17 mil acompañantes familiares. Por cierto, las condiciones que se dan a estos acompañantes son un tanto comprometidas. Por ejemplo, los jóvenes pueden ingresar a los colegios y universidades pero deben pagar más en el nivel superior, como estudlantes internacionales. El cónyuge del trabajador no está autor