La guerra federal
Estimados amigos. Les envió el resumen del libro «La Sangre de Todos» de Ramiro Velasco. Que cuenta la historia de la mal llamada Guerra federal de 1898/99. Fue en realidad una revolución federalista trucha. Vale la pena leerlo, no solo este resumen, sino el libro mismo. Fue una gran traición a la historia, que este trágico pero verdadero episodio no hubiera sido enseñado en nuestras escuelas. «Se ha tergiversado deliberadamente la historia». Pero para su desgracia, nada permanece oculto para siempre. – Plantearon al parla «Unión Federal Bolivi – Nombraron un gob llvia se llamarla PACE 1 orsa to View nut*ge ico Zuazo. Mataron a tres curas y se comieron el corazón de uno de ellos. – Mataron a sus hermanos y se mataron entre ellos. – El Perú les dio 2. 500 fusiles Mannlicher de origen austriaco; lo ultimo en el momento. 500 carabinas Winchester, un cañón o otros vituallas. – Llamaron mercenarios chilenos, a 20 años de la Guerra del Pacifico. – Y finalmente votaron contra al federalismo, cuando agarraron manea. En una traición digna de Olañeta. Ellos son los verdaderos culpables de la desintegración de este pa(s, que nació con todos los augurios de un país exitoso.
No se había podido hacer un verdader conjunto de regiones 2 OF inconexas y desarticuladas. lógico de un pasado de infecundo y triste: guerras perdidas, conspiraciones crónicas, cuartelazos, caudillismo, anarqu(a y masas fanatizadas. En resumen… un país fallido y sin esperanza. Este conflicto se desarrolla en La Capital Sucre, en el año 1898/99. Sucre, a pesar de ser La Capital, no siempre había sido la sede del gobierno. A finales de noviembre de 1898, el Congreso discutía en Sucre, proyectos de Ley regionales y la situación de la convulsionada La Paz.
Ciudad donde el partido Conservador (oficialista), había hecho un fraude electoral ganado 6 Concejales Los Liberales impugnaron la elección municipales de 1897. La Corte Electoral le dio la razón y le repuso 4 concejales (2 para los Conservadores). Los elegidos instalaron un municipio evolucionario paralelo, con apoyo de masas en las calles. Desde Sucre, el Presidente Severo Fernández Alonso, ordeno la retoma del municipo y la represón de los rebeldes, lo que causo una reacción popular con un estudiante muerto. La muchedumbre se adueño de las calles.
Se decreto el estado de sitio e La Paz. No optante los enfrentamientos continuaron por todo el año. La presidencia se traslada a La Paz, para manejar mejor la crisis. El recelo de los Sucrenses, de perder la capital se hace patente. Se comienza a especular en las calles y las oficinas. Sucre era una ciudad cuasi española. Su sociedad una fiel expresión del espíritu de casta: minera, terrateniente y burócrata, que constituya la vieja e historia oligarquía sureña. Incluso tenia ínfulas de poseer una nobl E-ra una ciudad que había perdido, frente a La Paz, s económica.
Con todo Era una ciudad que había perdido, frente a La Paz, su hegemonía económica. La Paz era la nueva capital económica emergente. El ferrocarril Antofagasta-oruro, le permitía el comerció internacional. 3. – El congreso de 1898: Los 15 Senadores y los 69 Diputados formaban el Congreso Nacional, se reunirían por 90 sesiones, que duraba la legislatura. El inicio de la hostilidades en el congreso le correspondieron al medico Cruceño Nicolás Ortiz; yerno del millonario Gregorio Pacheco. amo a informe el Ministro de Gobierno; el paceño Macario Pinilla, para preguntarle sobre los preparativos del traslado de la Capital a La Paz, que conocía de fuentes bien informadas Estas acusaciones causaron un gran revuelo entre los parlamentarios y las barras colegisladoras, compuestas en gran cantidad por todas las clases sociales de La Captal. El ministro Pinilla rechazo airado las insinuaciones de Ortiz. El Sacerdote Juan Fernández de Córdoba de dijo: «iEs ergonzoso ser miembro del Gobierno y a la vez cómplice de la ciudad separatista de La Paz l».
La Bancada parlamentaria Sucrense plantea la manzana de la discordia, como fue La Ley de Radicatona del Poder Ejecutivo. El 31 de Octubre de 1898. Nadéis comprendió por aquel entonces la gravedad del planteamiento. Esta ley planteaba que el poder ejecutivo radique definitiva y permanentemente en Sucre. Varios gobiernos como Melgarejo, Belzu, Frías y otros, lo ejer n desde La Plaza Murillo. radicalizándola más de lo que ya esteva. Sus parlamentarios pidieron en la sesión siguiente, llevar el Congreso a Cochabamba, omo ciudad neutral y de donde se tendría mejor seguridad y garantía.
Se indicaba además en el proyecto, sobra la potencial reformulación de la organización política del Estado (Federalismo). Las bancadas de La Paz y de Chuquisaza se enfrentaban con fiereza, sin ahorrar calificativos de grueso calibre. Como sucede en las luchas intestinas, los enconos se exacerbaron de manera exagerada. Peligrosamente todos los 20. 000 habitantes de la tranquila Sucre, comienzan a tomare partido en el conflicto. Todas su clases sociales se aúnan el la defensa de la capital. Sucre estaba en franco proceso de agitación.
Los parlamentarios paceños eran hostilizados e insultados en las calles. Incluido el manazo que recibió el Diputados Soria Campero, de parte de una dama de la sociedad (Doha Cristina de Villa), en la Plaza 25 de Mayo. Echo muuuuuuuy festejado por los presentes. Los parlamentarios paceños hacían el papel de victima. Cualquier incidente era telegrafiado a La Paz. Los actos se ampliaban y distorsionaban monstruosamente. Ellos eran vistos como valientes héroes por su propia gente. Estos crecientes antagonismos regionales, hizo del parlamentó un escenario caliente y terrible.
Y a Sucre un polvorín. El 13 de Noviembre; antepenúltima sesión, El parlamentario Abel Iturralde argumenta: «no tenemos vía de comunicación. no tenemos ferrocarriles. No un régimen defectuoso, s OF riquezas Ínfimas sin unifor fita ni de razas (). Pasan geografita ni de razas O. Pasan los años y jamás se entrega una pequeña subvención para la obra publicas de La Paz. ¿Por que señores tanta desigualdad económica y administrativa?. » «Al presentar el proyecto de convocatoria al Congreso a Congreso de Cochabamba, los paceños no estamos dominados por el miedo.
No necesitamos garantías en Sucre, puesto que si uestros derechos fuesen desconocidos: iêntonces las represalias del pueblo paceño serian terribles!. » Iturralde continúa… «La paz no acepta otro trato que no sea el que le corresponde por sus condiciones económicas y comerciales, y por el tamaño de su actividad». «De nada nos sirve el llamado gobierno central, a cuya acción benéfica estamos dispuestos a renunciar en aras de un cuerpo autónomo con leyes propias que mejor se adapten a nuestros fines. » Lo repito. El departamento de La Paz no se beneficia con el gobierno central. Queremos sepáranos de ese poder. » Queremos cuerpos autónomos con leyes propias. Queremos expandir-nos de forma eficaz atendiendo a nuestras necesidades. Queremos ser grandes mediante nuestro propio trabajo». Lógicamente esto desato una batahola tanto el la cámara como en la barra. El diputado Cruceño Jiménez tomo la palabra indignado… «il_os paceños, siempre los paceños, amenazando con insurrecciones y guerras civiles. iHablan siempre de la tea de Murillo! , Fablan siempre de teas y de anarquías, de guerras y de exterminios! iPor Dios, qué gente! iQue salvaje son los aimarás!. os periódicos de ambas ciudades tomaron partido, atizando el odio en sus reportajes sus editoriales. De La paz: El Imparcial. La Unión, El Comercio y El Te odio en sus reportajes sus editoriales. De La Paz: El Imparcial. La Unión, El Comercio y El Telégrafo. De Sucre: La América, La Glorieta, La Lucha, La Prensa y El Eco Moderno. Tremenda fueron las consecuencias de este trabajo periodístico sesgado y que incitaba a la violencia. La prensa Sucrense reflejaba a cada paso los recuerdos de una década atrás , cuando en una sesión de congreso realizada en la Plaza Murillo, se toco también el traslado de la capital .
Quedo desde entonces gravada la imagen de un pueblo paceño hostil alvaje, que insultaba y apedreaba a sus diputados. pocos días atrás, el pueblo de La paz se reunió en un gran cabildo abierto, donde proclamo las banderas del federalismo. Este acto fue tomado por los Sucrenses, como un acto más de provocación contra la capital. El 14 de Septiembre; penúltima sesión, continuo el parlamentario paceño Campero: «i Les pido serenidad, les pido respeto a La Paz i. De lo contrario La Paz se levantara en revolución.
Entonces vosotros iréis a pelear con vuestros hermanos. Eso vengo a notificar con toda la fe de hombre patriota y boliviano. iSi queréis guerra, que se consumen los echos». El 15 de Septiembre; día de la ultima sesión, el parlamentario Ismael Vásquez abrió así la accidentada reunión: «En nombre de Cochabamba declaro que los diputados cochabambinos darán su voto en contra de el proyecto de La Paz, relativo a la traslación de la cámara. Votaremos también a favor de la Ley de Radicatoria, si se pulen algunos elementos anticonstitucionales».
Semejante posición planteo el potísimo Alba: «acotado que en este congreso siempre ha habido una minoría que ha estad planteo el potísimo Alba: «acotado que en este congreso siempre ha habido una minoría que ha estado cohibida. Pero nunca abdico ni amenazo a nadéis, acaro las resoluciones. iJamás propago la insurrección! , jamás protesto si la votación le resultaba adversa, jamás amenazo con la guerra civil. En cuanto a la idea federal, declaro que también le pertenecía». Nuevamente el parlamentario cruceño Jiménez aparece en escena. Era unos diputados alineados con su anfitrión.
Cosa muy común a casi todos, en especial a los orientales que recorrían grandes distancia para llegar a Sucre, por lo que permanecerían mucho tiempo el y eran muy bien tratados por los capitalinos, donde tenían excelentes vínculos con la alta socledad. Decía Jiménez: » Nos hablan de insurrecciones populares que una ley provocara en la tierra de Murillo. Nos hablan de anarquía que devorara la existencia de la Nación si el gobierno es obligado a permanecer en Sucre Nos amenazan con protestas y aun con la guerra de exterminio». «Para ellos no hay más patria que La Paz, emporio del saber y la riqueza.
Para ellos, La Paz, es la metrópoli industrial e intelectual del mundo. Los demás departamentos son colonias de La Paz». IJn paréntesis… sobre los antecedentes federalistas en Bolivia Las banderas del federalismo tenían una buena aceptación entre arlamentarios de varias regiones. En la recién formada Bolivia, hubo demandas federalistas, aunque fueron minoritarias. La Constitución de 1826, opto por un réglmen Unitario, concentrado». En Santa Cruz, las ideas federales se debatían desde la década del sesenta del siglo XIX. ristán Roca, fue su ideólogo más p federales se debatían desde la década del sesenta del siglo XIX.
Tristán Roca, fue su ideólogo más prominente. En la Asamblea Constituyente de 1871 , se debatió el tema federal. En la votación los unitarios obtuvieron 32 votos y los federales 20. Fue Cochabamba promovido por Lucas Mendoza e la Tapia, el departamento que lideró la lucha federal en esa Asamblea. Entre 1875 y 1876, Andrés Ibáñez se enfrenta al gobierno en la llamada Revolución Igualitaria y Federalista. Después de estar preso y liberado por un motín entre los soldados, es nombrado prefecto el 2 de octubre de 1876, por el pueblo.
Ibáñez, consideraba que, la pobreza de Santa Cruz se debía a la tiránica forma de gobierno unitario. En diciembre de ese mismo año, proclama una Junta de Gobierno Federal y esto provoca que el presidente Daza envíe al ejército y en mayo de 1877, fusilen a Ibáñez y sus seguidores. En 1891 , se dio en Santa Cruz otro movimiento federal, conocido como la revolución de Los Domingos. Este movimiento, también estuvo enmarcado dentro de una grave crisis económica que vivía Santa Cruz, por la pérdida del mercado andino y por migración miles de hombres hacia el Noreste para la explotación de la goma elástica.
El levantamiento de Los Domingos creó una Junta de gobierno Federal, tenía un pequeño ejército y logró imprimir su propia moneda. Este movimiento fue reprimido por el ejército nacional enviado por el presidente Arce. Continuamos con… el Congreso de 1898. Retoma nuevamente Jiménez: «Indudablemente los cruceños estamos muy atrasados, pues todavía creemos que el móvil de las acciones humanas es la justicia y el deber. Pero atrasados, pues todavía creemos que el móvil de las acciones humanas es la Justicia y el deber.
Pero tampoco envidiamos los adelantos y el progreso de la filosofía que enseñan los apóstoles del occidente del país». Toma la palabra el diputado beniano Oyola. Un reconocido filosofo, versado en temas de la antigua gracia. «Soy representante del departamento del Beni, no tengo interés ni vinculación que me ligue a esta culta Capital La atmósfera arlamentaria se encuentra preñada de grandes tempestades, ya fulgura el rayo de la guerra civil por el norte, con su fúnebre cortejo de sangre, desolación y luto, conmoviendo hondamente la tranqullidad de la republica.
Ya se asegura. Ya se segura que nuestras relaciones internacionales se resquebrajaran y que los estados limítrofes harén de Bolivia su presa. Ya, en fin, se hace historia de las grandezas locales, de sus oradores, poetas y políticos, y en el calor del entusiasmo se llega a afirmar derechos sobre territorios ajenos, como sucedió con lo relativo al Madre de Dios que legítimamente pertenece al epartamento del Beni, y no al de La Paz, como cree el honorable Iturralde».
Los diputados de La paz se levantaros furiosos mostrando su indignación. iProtestamos!. i Lo probaremos i. Finalmente Oyola concluye: «Estoy completamente en contra del proyecto de traslación de la Cámara a Cochabamba. El también-te de Sucre es irreprochable (). En nombre de mi Departamento del Beni hago conocer nuestra opinión favorable al Proyecto de Ley de Radicatoria». El presidente de la Cámara José Maria Linares decreto la suficiente discusión y dispuso que se vote el proyecto paceño