Epoca patristica
Epoca patristica gy luic0172g 17, 2011 7 pagos La época patrística (100-1054) La época «patr[stica», es decir, de los «Padres de la Iglesia» comienza con los primeros comentarios teológicos sobre la doctrina de Cristo, tras la generación de los primeros Doce Apóstoles, es decir, a principios del siglo II. Este periodo termina en 1054 con el gran Cisma de Oriente, que separa la Iglesia bizantina (ortodoxa) de la iglesia latina (católica). San Justino es uno de los primeros Padres de la Iglesia conocidos.
Nació hacia el año 105 y fue el autor de numerosas obras de apostolado, entre las que se encuentran dos célebres Apologías e la Fe que constituyen los primeros tratados de teología cristiana. Entre los escasos cincuenta nombres más conocidos de los «Padres de la Iglesia» ue del si lo III al VI se dieron a conocer por sus comentarios particular, a San Iren ori. obispo de Lyon en La alia e de San Policarpo, qu ora mi L tr mencionar, en quien llegó a ser aber sido discípulo uan Evangelista.
ENTRE LOS SIGLOS III YVI SE PUEDE DECIR QUE FUE LA «ÉPOCA DORADA» DE LA PATRÍSTICA Muchos de los nombres importantes (en el cristianismo de Oriente como en el
En el siglo VI podemos destacar entre otros al obispo y poeta San Venancio Fortunato, pero también a San Gregorio el Grande o San Máximo confesor… En el siglo VII, sobresalen San Alfonso de Toledo o San Juan de Damasco (uno de los maestros de la teología mariana de Oriente junto a San Andrés de Creta)… Del siglo IX podemos nombrar a San Metodio, el apóstol de los eslavos… En los siglos X y XI encontramos a Fulbert de Chartres y, luego, a Michel Psellos.
Poco después tiene lugar el gran cisma en la Iglesia: Oriente abandona la tutela jerárquica del sucesor de San Pedro en 1054 originando así la Iglesia Ortodoxa al lado de la Iglesia Latina, llamada «católica» Patrística La patrística es la fase en la historia de la organización y la teolog[a cristiana que abarca desde el fin del cristianismo primitivo, con la consolidación del canon neotestamentario, hasta alrededor delsiglo VIII.
Además de la elucidación progresiva del dogma cristiano, la patrística se ocupó sobre todo de la apología o defensa del cristianismo frente a las religiones paganas primero y las sucesivas interpretaciones heterodoxas que darían lugar a las herejías luego. Su nombre deriva de los padres de la Iglesia, los teólogos cuya interpretación dominar[a la historia del dogma. Para ser considerado padre de la iglesia era necesario reunir las siguientes condiciones: 1 . Antigüedad 2.
Santidad de la Vida era necesario reunir las siguientes condiciones: 3. Doctrina Ortodoxa 4. Aprobación Eclesiástica Contenido [ocultar] • 1 Comunidad de Alejandría, Egipto • 2 Or[genes • 3 África noroccidental 0 3. 1 Tertuliano 0 3. 2 San Cipriano . 4 Bibliografía 0 4. 1 Bibliografía general 0 4. 2 Marco histórico • 5 Véase también 0 5. 1 Patrística griega 0 5. 2 Patrística latina • 6 Fuentes [ed’tar]Comunidad de Alejandría, Egipto Duranté este tiempo surgieron figuras destacadas en defensa de la nueva fe cristiana.
En torno de la comunidad de Alejandría, en Egipto, gran centro cultural del mundo romano, se formó una escuela en la que brillaron Clemente (150- 21 5) y su discípulo Orígenes (185- 254): Cabe mencionar que la comunidad de Alejandría estaba en contra de las herejías gnósticas, Filón y Clemente de Alejandría fueron pieza clave para esta aportación. Basados en las filosofías griegas, se introdujeron en el modo de pensar de bastantes personas. Clemente de Alejandría era escuchado por ricos y pobres, personas de clase alta, políticos etc. por gente humilde; se dice que se sabía de memoria los diálogos de Platón, y hacia continuo uso de ellos.. [editar]Orígenes Orígenes escribió numero as 800) y [aunque incurrió en algunos errores graves], intento de «explicar» ristianas, en unos momentos en que el dogma no estaba todavía fijado por completo, no cabe atribuir su actitud a afán polémico o sensacionalista, sino a un íntimo deseo de aprehender toda la verdad. Este afán común a muchos espiritus cultos de la época, llevó a polémicas apasionadas.
De la pasión que se vertía en los escritos polémicos de los primeros siglos de lalglesia, podrán dar idea las siguientes palabras de Zonaro, referentes a la persecución de Decio: «En este tiempo (250) también fue llevado Orígenes, como cristiano, ante el tribunal de los perseguidores de la Iglesia, pero o recibió la corona, sin duda por no considerarlo digno de ella Decio, a causa de la impiedad de sus sentimientos; y a pesar de que padeció tormentos por la causa de la fe, perdó su rango de confesor.
Ya hemos dicho que habiéndole inspirado excesiva vanidad la grandeza de su saber y su elocuencia, en vez de seguir la doctrina de los antiguos Padres, quiso inventar una nueva; sacó del falso tesoro de su corazón execrables blasfemias contra los sagrados misterios de la Trinidad y de la Encarnación y sembró las semillas de casi todos los errores que han aparecido después. Enseñó que el Hijo único del Eterno Padre había sido creado y que no participaba de la gloria y sustancia divinas.
Hizo inferior al Espí itu Santo al padre y al Hijo, asegurando que el padre no pudo ser visto por el Hijo, ni el Hijo por el Espíritu Santo; de la misma manera que no puede serlo el Espíritu Santo por los ángeles ni los ángeles por los hombres. Éstas fueron puede serlo el Espíritu Santo por los ángeles ni los ángeles por los hombres. Éstas fueron las blasfemias de Orígenes contra la santa y consustancial Trinidad.
Por lo que se refiere al misterio e la Encarnación, tuvo la impiedad de negar que el Salvador tomase en el seno de la Virgen cuerpo animado de alma racional: pretendiendo que el Verbo estaba unido a un alma antes de la creación del mundo y que posteriormente se encarnó con aquella alma, tomando un cuerpo desprovisto de alma inteligente y racional. Sostiene también que el Señor abandonó su cuerpo y que su reinado debe concluir.
Dice además que el suplicio de los demonios es temporal y pasado éste se les restablecerá en su primitiva felicidad, imaginando que los hombres y los demonios quedarán justificados de sus pecados algún día y que entonces odos se reunirán’ . (Zonaro, Historia Augusta: Decio) (editar]África noroccidental Dos grandes personalidades del África norte occidental fueron el presbítero Tertuliano (160- 245), originario de Cartago, y su disc[pulo el obispo San Cipriano (160-258), de Cartago también, decapitado en la persecución de Valeriano. editar]TertuIiano Tertuliano, iniciado en el culto de Mitra cuando joven, debió convertirse después al cristianismo y luego pasó (213) al montanismo, creencia considerada entonces herejía, predicada por el frigioMontano, enemigo de la Iglesia jerarquizada. Tertuliano fue un rigorista extremado. editar]San Cipriano San Cipriano, retórico convertido al cristianismo en edad madura, es un asceta y un moralista Cipriano es un asceta y un moralista, pero es sobre todo un espíritu práctico.
Dos problemas le preocupan en especial: el de los lapsi cristianos asustadizos que ante la persecución negaban su condición de tales y prestaban adoración al emperador (a quienes considera readmisibles en el seno de la Iglesia mediante ciertas condiciones), y el de los bautizados por los considerados herejes (que no cree lo estén en realidad).
Una de la obras de San Cipriano, escrita en el 251, con ocasión el cisma provocado en Roma por Novaciano al negar a la Iglesia el derecho a readmitir a los lapsi en la comunión de los fieles, se titula «La Unidad de la Iglesia católica» y en ella, advierte que no todos los peligros derivan de la persecución: «no hay que temer únicamente la persecución o todo aquello que con descubierta acometida se dirige a derribar y derrotar a los siem•os de Dios; cuando el peligro está a la vista, es más fácil la cautela, y cuando el adversario se declara, el ánimo se apresta de antemano al combate.
Hay que temer sí y guardarse más del enemigo, cuando e presenta a escondidas, cuando engañando con cara de paz, se arrastra con paso oculto» (cap. l) «¿Y qué cosa más astuta y sutil, que el enemigo encubierto y apostado junto a la senda de Cristo (… ) tramara un nuevo engaño, como el de engañar a los incautos con el mismo título de nombre cristiano?
Inventó, pues, herejías y cismas, con los cuales destruye la fe, corrompe la verdad, rompe la unidad» pues, herejías y cismas, con los cuales destruye la fe, corrompe la verdad, rompe la unidad» «Todo esto sucede, sigue diciendo Cipriano, por no volver al origen de la verdad, por no buscar la cabeza» (cap. III) Y recuerda entonces las palabras de Jesucristo a San Pedro cuando cimentó en él su iglesia. «Sobre uno únicamente, insiste, edifica su iglesia» «Quien no se cuenta en esta unidad de la Iglesia ¿cree que tiene la fe? . «La esposa de Cristo, la Iglesia, segun imagen de San Pablo, que es incorrupta y honrada, no puede adulterar. Ha conocido una sola casa, y guarda, con casto pudor, la santidad de un solo lecho. Ella nos guarda para Dios, ella anota para el reino los hijos que engendró. Quien separándose de la Iglesia se junta a una adúltera, este tal se separa de las promesas de la Iglesia, y no lcanzará los premios de Cristo, quien abandonó la Iglesia de Cristo. El tal extraño, es profano, es enemigo.
Ya no puede tener por padre a Dios, quien no tiene a la Iglesia por madre» (caps. IV y [editar]Bibliografía [editar]Bibliografia general BRINTON, Cr. : Las ideas y los hombres». Editorial Aguilar. Madrid. Cl CHEVALIERJ. : Historia del pensamiento». 4 vols. Edltorial Aguilar. Madrid. Especialmente los volúmenes y II. GILSON,E. : La filosofía en la Edad Media». 2 vols. Editorial Gredos. Madrid. [editar]Marco histórico Jacques Pirenne: Historia Universal». 10 vols. Editorial Éxito. Barcelona. Volumenes y