Ensayo sobre descartes

Ensayo sobre descartes gy betancourcgueuar llOR5pR 17, 2011 7 pagcs Toda tradición está sujeta a ser puesta bajo prueba, sometiéndola a la reflexión para verificar su eficacia o su apatía ya que de ello depende la dinámica del comportamiento humano. El conocimiento depende de una forma de tradición que tiende a facilitar su acción y concretar los argumentos de su razonamiento. Dentro de éste panorama surgen personajes que impelan a la tradición en la busqueda de señales que sustenten los principios de la verdad.

Siendo éste el ejercicio propio de la filosofía, así Descartes se inserta en el horizonte de la sabiduría acudiendo lo amañado del pensamiento de su época e invitando, responsablemente, a razonar. Esta invitación es la forma evidente del movimiento particular que se hace en soledad ara ader des le ar los mecanismos Swp to page intenores del pensa demoler sistemática nte _ especulaciones.

Dea ellos para promover la su opacas en el espíritu ora mismo para agota sus especulaciones to y sus impresiones Por lo tanto es la filosofía formulada por Descartes la disciplina principal para construir un verdadero sistema, que determina la comprensión de la verdad con reglas exactas del pensamiento. Reglas surgidas de inferir los principios de

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«algo cierto e indudable», para así establecer un proceso para la razón, un método. La referencia principal para desarrollar éste ensayo sobre las preguntas «¿Cómo inicia Descartes su reflexión acerca de los fundamentos de la ciencia? ?Qué h hace en la primera y segunda meditación para lograr su cometido? y ¿Qué significa pensar para Descartes? ¿Qué dice Garber al respecto? ‘ gira en torno a reflexionar desde éste primer acercamiento que tengo con la obra filosófica de Descartes. Especialmente las Meditaciones. Siguiendo las pautas contenidas en la primera y segunda editación, el acercamiento al concepto de ciencia en Descartes y las argumentaciones sobre el pensar, me conlleva a discernir sobre éstos conceptos. Los cuales han estado cargados para mí de sentidos estrictos y académicos, que de una u otra forma han creado distanciamiento hacia ellos.

Al revisar la obra cartesiana atisbo en las Meditaciones la fuerza corrosiva de la duda en su planteamiento crítico ante discursos estancados que sólo buscan responder a fórmulas encerradas en ideas tergiversadas sobre el campo de la filosofía. En el comienzo de la Primera Meditación Descartes lo señala sí:’Ya me percaté hace algunos años de cuántas opiniones falsas admití como verdaderas en la primera edad de mi vida y de cuán dudosas eran las que después construí sobre aquéllas» y ello, he dudado tanto tiempo, que seria clertamente culpable si consumo en deliberaciones el tiempo que me resta para intentarlo. or tanto, habiéndome desembarazado oportunamente de toda clase de preocupaciones, me he procurado un reposo tranquilo en apartada soledad, con el fin de dedicarme en libertad a la destrucción sistemática de mis opiniones. » Franquear la interioridad del espíritu, ámbito para lo apodíctico bicandose entre los sentidos y el pensamiento. Descartes I del espíritu, ámbito para lo apodíctico ubicandose entre los sentidos y el pensamiento. Descartes lo afrontó integralmente, abriendo brechas para una nueva concepción de la filosofía y la ciencia.

Con la duda generó una via hacia la verdad, pero ésta verdad debía ser lograda con certezas obvias. Aplicando una disciplina para aprender y a la vez organizando tanto el proceso de aprendizaje, como lo aprendido. Generando el sentido sistemático para una ciencia que nace para la utilidad del hombre. Dicha ciencia en Descartes, debe pasar por la prueba de a refutación y la duda como principio para su construcción. Destruyendo previamente los artificios de manuales fosilizados en la caduca imposición y mala interpretación de un pensamiento cientifico. ero siguiendo la reflexión del mismo Descartes debe hacerse «con resuelta decisión». Ya que la disciplina está sujeta a la comprobación a partir de los sentidos, sentidos que no nos remiten a una certeza sino que nos engañan por estar a merced de los cambios interiores y exteriores del espíritu humano. Entonces pensar es la fuente de éste proceso metódico, pero pensar en el terreno de lo incuestionable y ése terreno para el artesianismo se encontraba en las matemáticas.

Escuchemos al filósofo hablando sobre éste terreno en la Primera consecuencia, deduciremos quizá sin errar de lo anterior que la física, la astronomía, la medicina y todas las demás disciplinas que dependen de la consideración de las cosas compuestas, son ciertamente dudosas, mientras que la aritmética, la geometría y otras de este tipo, que tratan sobre las dudosas, mientras que la aritmética, la geometría y otras de este tipo, que tratan sobre las cosas más simples y absolutamente generales, sin preocuparse de si existen en realidad en la aturaleza o no, poseen algo cierto e indudable, puesto que, ya esté dormido, ya esté despierto, dos y tres serán siempre cinco y el cuadrado no tendrá más que cuatro lados; y no parece ser posible que unas verdades tan obvias incurran en sospecha de falsedad» Confieso el grado de complejidad que ésto significa para mí, desde mi condición de hombre común que observa el terreno de las matemáticas con sus dificultades intrínsecas y a la vez la evidencia de lo profundo que implica la búsqueda con la herremienta del pensamiento.

Apoyándome en parte de la Segunda Meditación puedo vislumbrar el «yo» que señala uno de antos aspectos para posibilitar la certeza al pensar, dice así:»Sin duda alguna, existo yo también, si me engaña a mí; y por más que me engañe, no podrá nunca conseguir que yo no exista mientras siga pensando que soy algo. De manera que, una vez sopesados escrupulosamente todos los argumentos, se ha de concluir que siempre que digo «Yo soy, yo existo» o lo concibo en mi mente, necesanamente ha de ser verdad». Entonces entiendo la trascendencia como la dificultad del método en su intento por estructurar las nociones, de por sí complejas, de la razón. Acto consciente propuesto por Descartes, or lo tanto la propuesta para definir el pensamiento. Y ¿cómo evitar la precipitación? citando a Garber en el capitulo (conocimiento, escepticismo y erudición) de su libro «El Puente Roto» podemos ubica el capítulo (conocimiento, escepticismo y erudición) de su libro «El Puente Roto» podemos ubicar una reflexión al respecto:»Esto explica en parte su actitud -habla de Descartes- ante la cultura libresca y el acopio de informaclón como un fin en sí mismo. La desconfianza que sentía se originaba en la existencia de un criterio que permitiese reconocer la verdad y poder optar así por alguna de las posturas que tan rdorosamente se defendían. Sin este instrumento, leer lo que otros opinaban o pensaban se convertía en una actividad inútil y estéril, incluso contraproducente para quien buscara la sabiduría.

De ahí que Descartes inwte al «honneste homme» (las cursivas son de Garber), al hombre común y corriente dotado de inteligencia-la misma que según las palabras iniciales del Discurso (se refiere al Discurso del Método) se encuentran tan bien repartidas entre todos-, a usarlas y a cultivarlas con el propósito de buscar la ciencia. La erudición sin la seguridad de la verdad no es sino pseudoerudición. Entonces evitar la precipitación en el proceso de conciencia que encierra el ‘Yo soy, yo existo» cartesiano, puede hacerse usando y cultivando la inteligencia con que cuenta el hombre corriente. Es un recurso retroactivo que alumbra en el pensar, coordinandose en los rasgos de la claridad y la distinción que debe conducir a la sabiduría de lo certero. Escuchemos de nuevo a Descartes en un pasaje de su Segunda Meditación:»¿Qué soy? Una cosa que piensa. ¿Qué significa esto?

Una cosa que duda, que conoce, que afirma, que niega, que quiere, que rechaza y que imagina y siente. » Este enunciado carte onoce, que afirma, que niega, que quiere, que rechaza y que imagina y siente. » Este enunciado cartesiano retumba los cimientos para fecundar una nueva forma de hacer filosoffa, la llamada modernldad del pensamiento. En el segundo tomo de la Historia del Pensamiento Filosófico y Científico de Giovanni Reale y Darío Antiseri, en la parte dedicada a René Descartes, específicamente en el certeza Fundamental: «Cogito Ergo Sum», se menciona lo siguiente:»La filosofía deja de ser la ciencia del ser, para transformarse en doctrina del conocimiento. Se convierte antes que nada en gnoseología. ?ste es el nuevo enfoque que Descartes otorga la filosofía, proponiéndose hallar o hacer surgir en cualquier proposición la claridad y la distinción: una vez que las hayamos conseguido, ya no tenemos necesidad de otros apoyos y garantías. La certidumbre de mi existencia en tanto que res congitans (las cursivas son de la obra citada) no necesita otra cosa que claridad y distinción. De la misma forma cualquier otra verdad no necesitará más garantía que la claridad y la distinción, inmediata (intuición) o derivada (deducción). » Es la humanidad concientizando su pensamiento y Descartes fraguándolo en su método. Suiguiendo ésta idea el pensamiento n Descartes es cuando se duda y en ése mismo movimiento surge la certeza fundamental, como una transparencia del pensar ante el pensante o si se quiere el filósofo que se dedica, cuidadosa y responsablemente, a pensar.

Pero com la exigencia de lo universal y éso lo trata de ubicar en las operaciones certeras de la ciencia, reflexionadas y a la v y éso lo trata de ubicar en las operaciones certeras de la ciencia, reflexionadas y a la vez practicadas lo que precisó Descartes con las matemáticas. Ya para concluir apremiadamente, pues comprender el pensamiento de cualquier filósofo conlleva a una dedicación, más aún un grato experimentar poniendo a prueba lo hasta entonces conocido, y reconociendo aquí el complejo planteamiento de Descartes que a la vez son alentadores y reveladores para los conceptos de filosofía y ciencia. Debo citar otra parte de la obra anteriormente mencionada de Giovanni Reale y Dario Antiseri, referente a la ciencia en Descartes: «La unidad de las ciencias remite a la unidad de la razón y la unidad de la razón remite a la unidad del método.

Si la razón es una res cogitans, que se constituye a través de la duda universal -hasta el punto de que ningún genio maligno puede tenderle rtimañas y ningún engaño de los sentidos puede obscurecerla- entonces el saber tendrá que fundarse sobre ella, habrá de imitar su claridad y su distinción, que son los únicos postulados del nuevo saber. » Toda tradición esta amenazada por el nuevo saber. Esta novedad se exige en la puesta a prueba que encierra todo cambio, es la voluntad de concientizar. El hombre pensandose como hombre pensante. «El Pensado»‘ de Rodin podría servir de ejemplo para éste señalamiento, la figura de dicha escultura ayudaría a materializar el método cartesiano «El Pensador» , autor: Augusto Rodin