Ensayo casa de muñecas
La insatisfacción de Nora Casa de muñecas, de Henrik Ibsen fue objeto de una considerable polémica en su estreno. Para los ciudadanos europeos de finales del siglo XIX -es decir, para la sociedad más avanzada en su época- que una mujer abandonase el hogar conyugal, por un motivo además tan abstracto como la insatisfacción, tal y como hace Nora en el desenlace de este drama, era algo inconcebible en la realidad, y por lo tanto mucho menos en el teatro, ese arte tan burgués.
Y, efectivamente, en aquella época no era nada habitual; es más, quizá hasta un siglo después la nsatisfacción no se ha convertido en un elemento frecuente de ruptura matrimonial, cuando en la mayoría de los casos tal vez sea el aspecto clave en el deterioro de una relación. Por esta razón, Nora se convierte en la mu’er mas lenamente femenina Swp to page y moderna de todas or7 literario decimonónic Ni Eugenie Grandet, ni grado de profundida de marcharse.
Cuand has on éxito en el canon muy interesante as alcanzan el Nora en su acto a un portazo, está abriendo simbólicamente la puerta a otra estancia, a la que por otra parte se accedió desde varios lugares: la de
Vemos cómo tiene que lidiar con una serie de personajes que, sin ser estigmatizados con la bondad o la maldad -la ausencia de maniqueísmo es una de las mayores virtudes de esta pieza-, buscan su propia satisfacción aunque suponga algo malo para el otro. A todos los habitantes de este drama les puede la pobreza ética, su mposibilidad de hacer el bien al prójimo. Nora es la única que actúa pensando en los demás -en su marido, en su amiga la señora Linde, en el doctor Rank, que va a morir enamorado de ella- y sin embargo no ve recompensa por ninguna parte.
Cuando el problema de su falsificación se soluciona, las cosas han llegado ya demasiado lejos, Nora ha experimentado un reconocimiento de la realidad y ha sufrido una catarsis -Ibsen fue uno de los muchos que buscaron definir la tragedia moderna y Casa de muñecas es un gran intento- que la obliga a tomar la decisión final sin vuelta atrás: no vive una vida satisfactona, su marido se a convertido en un extraño para ella como antes lo fue su padre.
El sacri satisfactoria, su marido se ha convertido en un extraño para ella como antes lo fue su padre. El sacrificio que ha realizado por ellos ha merecido la pena, pero su comportamiento la ha defraudado. La felicidad que creía poseer -con su casa, sus hijos y sus caprichos para los demás- resulta ser un espejismo y ante eso lo mejor es marcharse, pero marcharse abiertamente, no huir. Nora no quiere ni ver a sus hijos y este es uno de los elementos que más estupor debió causar en los burgueses biempensantes que llenaban el patio de butacas.
En cierto modo es algo poco verosímil que una madre no quiera ver a sus hijos una última vez, como tampoco tenía que ser muy creíble en aquellos años el comportamiento del marido, en extremo comprensivo. No obstante, era necesario que así sucediese para recalcar que la decisión de Nora es inequívoca y, al menos en el momento de llevarla a cabo, irreversible. Sus ojos se han abierto a la insatisfacción y su conciencia la impele a modificar las circunstancias. Por fin una mujer se hace libre en la literatura.
El tema de la insatisfacción es, pues, uno de los más complejos y elicados a los que se enfrenta el ser humano en la existencia. Es más, quizá se encuentre por encima del amor, la muerte y tantos otros conceptos que la literatura ha colocado en los peldaños más elevados de su t conceptos que la literatura ha colocado en los peldaños más elevados de su torre. Esto Ibsen lo supo ver con gran clarividencia y lo desarrollo en un drama de construcción y lenguaje impecables, por el que no ha pasado el tiempo. Nora, su gran creación, tenía por fuerza que hacerse universal, aunque no sepamos qué hizo cuando se marchó.
El portazo de la insatisfacción aún resuena en nuestras conciencias. Una obra tiene el deber de remecer con un sentido didáctico a las personas que las presencian. Su real fin es que éstos, al momento de levantarse de sus butacas, tengan otra perspectiva para mirar a su alrededor así como también para hacer una introspección, que los lleve a visualizar los errores, carencias y falsedades dentro de sus propias vidas. Esto es, lo que tilda a una obra de universal y vigente para todas las épocas. Son estas las características que ciertamente podemos encontrar en Casa de muñecas y en general todas las obras del Noruego Enrique Ibsen.
El cual con la problemática de u personaje Nora nos da pie a variados juicios éticos y morales de gran controversia, en los que rara vez se llaga a un consenso. Es así como en un foro llevado acabo en la UC de Chile después de una nueva puesta en escena de Casa de muñecas, y donde participaron variadas personalidades de la misma universidad, no se pudo muñecas, y donde participaron variadas personalidades de la misma universidad, no se pudo llegar a un real acuerdo. Siquiera en tópicos elementales tales como si la obra tiene un contenido cristlano o no.
Este tema no es nada nuevo para dlscuslón, ya que muchas décadas antes, varios autores incluyendo a George Bernard Shaw entre ellos, calificaron a Ibsen como un anticristiano. No es refutar estas aseveraciones, puesto que al leer Casa de muñecas nos damos cuenta que «se defienden acérrimamente valores tales como la libertad, la verdad y la honestidad entre otros»(l Los que corresponden cabalmente al mensaje dejado por cristo para guiar a los hombres por el sendero del bien Enrique Ibsen una vez dijo que; «Lo esencial es la rebelión del espíritu humano».
Pero, en este contexto, ¿contra quien puede ser esta rebelión? , Ciertamente no contra Dios y por ende no contra Cristo y sus enseñanzas. Lo que en definitiva me hace pensar que la rebelión debe ser contra una institución la cual se ha dedicado a transmutar las palabras de Jehová para que esta adquiera un carácter conservador, mojlgato, y castigador. Todas las iglesias de las distintas religiones del mundo imparten a sus adeptos mensajes de bien.
Sin embargo existen varias y especialmente las iglesias de la cristiandad que se encargan de incorpora paralelamente y especialmente las iglesias de la cristiandad que se encargan de incorpora paralelamente la santurronería y la reprimenda (como Dios puede castigar si él es toda bondad). Es así como la gente devota o medianamente creyente se escandaliza en el acto final al ver que Nora, en un acto de valentía deja la casa, puesto que tiene prioridades consigo misma (el llegar a ser una persona) para quizás depuse poder cumplir otros roles como ser madre y esposa.
Es aquí donde se puede hacer alusión al texto para ver que Helmer comportándose como «cristiano» (para la iglesia) reprime a su esposa por no guiarse por lo que le han enseñado de Dios: Helmer: – iQué ¿No comprendes cuál es tu puesto en el hogar? ¿No tienes un guía infalible en estas cuestiones?. ?No tienes la religión? Nora: – iAy, Torvald0i No sé a punto fijo qué es la religión. Helmer: – ¿Qué no sabes qué es? Nora: – Sólo sé lo que dijo el pastor Hansen al prepararme para la confirmación. La religión es esto, aquello y lo de más allá.
Cuando esté sola y libre, examinaré esa cuestión como una de tantas, y veré si el pastor decía la verdad o, por lo menos si lo que me dijo, era verdad respecto a mi Son estas líneas las que nos muestran que la obra no es anticristiana, y que solo pone en duda si lo que enseña la iglesia (representado por el cura Helmer), es realm representado por el cura Helmer), es realmente a lo que apunta la religión cristina según las palabreas de Cristo Cabe hacer mención a los escritos encontrados en el mar muerto los cuales se dicen fueron escritos por el mismo Jesús el cual escribe que: «Jehová se puede encontrar en el aire o debajo de una piedra, en todas partes» Y por lo tanto no en un templo como establecieron los apóstoles creadores de la iglesia cristiana En conclusión, puedo decir que con un carácter muy didáctico Enrique Ibsen nos remece, abriéndonos los ojos para que así nos demos cuenta si realmente lo que la iglesia nos ha enseñado omo religión o conducta cristiana es tal. Los valores expuestos en casa de muñecas, contradicen la idea de muchos que afirman que Ibsen es un anticristiano. Pero lo si se puede decir que es un autor que cree firmemente en que la iglesia priva a la gente de pensamiento propio, para así no poder elegir lo que es bueno o malo para ellas. Limita también al hombre de ser mas libre, promoviendo el que dirán. Finalmente se puede concluir que Ibsen es también un autor crítico de la iglesia: Juicio emitido por Maria Alamparte en el foro de la Universidad Católica de Chile