Ensayo
Ensayo gy EutemiaS 1 110R5pA 17, 2011 g pagcs (introducción) SIGNIFICADO DEL CONCILIO DE TRENTO El Concilio de Trento definió algunos dogmas incontestables: el hombre tiene libre albedrío e inclinación natural al bien; la fe se obtiene a través de las Sagradas Escrituras y se complementa con la tradiclón de la Iglesia, establecida por textos de padres y Doctores de la Iglesia y concilios; la misa es un sacrificio y una acción de gracias; la eucaristía supone una transubstanciación real; la Iglesia es el instrumento querido por Dios, guiada por el Espíritu Santo es santa, católica, romana y apostólica.
También fueron acordados principios de procedimiento y disciplina: residencia episcopal; obediencia del obispo al papa (pero reconociéndose las excepciones de los estados con regio patronato, como España Francia condiciones del reclutamiento sacerdotal (edad, cie además de establece org S»ipe to para la formación sac dotal) para observar sus re Concilio de Trento XIXO Concilio Ecumenico de la Iglesia Católica encia material, arios episcopales órdenes religiosas Sesión del Concilio de Trento, cuadro de Tiziano. Fecha de inicio 1545 Fecha de término 1563 Aceptado por Iglesia católica Concilio anterior Concilio de Letrán V
La escisión de la Iglesia por la reforma protestante. Se decretó sobre la
Los decretos del Concilio, confirmados por el Papa Pío IV el 25 de enero de 1564, fijaron los modelos de fe y las prácticas de la Iglesia hasta mediados del siglo XX. Todo el mundo consideraba necesario, a finales del siglo XV y principios del XVI, la convocatoria de un concilio que reformara la disciplina de la Iglesia. El V Concilio de Letrán (1512-1517) fracasó en este sentido y concluyó sus deliberaciones antes de que se plantearan las nuevas cuestiones suscitadas por Martín Lutero. Ya en 1518, el teólogo alemán subrayó la necesidad de celebrar un concilio que afrontara las polémicas surgidas.
Aunque numerosos dlrigentes respaldaron su petición, el papa Clemente VII temía que una reunión de este tipo pudiera favorecer la teoría que afirmaba que la autoridad suprema de la Iglesia recaía en los concilios y no en el pontífice. Además, las dificultades políticas que el luteranismo planteó al emperador Carlos V hicieron que otros gobernantes, y de forma significativa el rey de Francia, Fra emperador Carlos V hicieron que otros gobernantes, y de forma significativa el rey de Francia, Francisco l, se mostraran reacios a apoyar cualquier acción que pudiera fortalecer el poder del emperador, liberándole de estos conflictos.
Pablo III fue elegido Papa en 1534 debido, en parte, a su promesa e convocar un concilio. Tras los fallidos intentos para que éste tuviera lugar en Mantua (1537))’ en Vicenza (1 538), el concilio inauguró sus sesiones en Trento el 13 de diciembre de 1545. Con escasa participación al principio, y nunca libre de obstáculos politicos, aumentó de forma progresiva el número de asistentes y su prestigio a lo largo de las tres fases en que se desarrolló. FASES 1. PRIMERA FASE (1545-1547) En muchos aspectos, esta primera fase fue la que tuvo mayor alcance.
Una vez fijadas las numerosas cuestiones de procedimiento, fueron abordados los principales temas doctrinales planteados por los protestantes. Uno de los primeros decretos afirmaba que las Escrituras tenían que ser entendidas dentro de la tradición de la Iglesia, lo que representaba un rechazo implícito del principio protestante de • sólo Escrituras’. El largo y elaborado decreto sobre la justificación condenaba el pelagianismo, doctrina herética a la que también era contrario Lutero, aunque intentaba al mismo tiempo definir un papel para la libertad humana en el proceso de la salvación.
Esta sesión también se ocupó de ciertas cuestiones disciplinarias, como la obligación de los obispos de residir en las diócesis de las que fueran titulares. 2. SEGUNDA FASE (1551-1552) obispos de residir en las diócesis de las que fueran titulares. Después de una interrupción, provocada por una profunda desavenencia política entre pablo III y Carlos V, la segunda fase del Concilio, convocada por el nuevo Papa Julio III, centró su atención en el tema de los sacramentos.
Esta sesión, boicoteada por la legación francesa, fue continuada por algunos representantes protestantes. • TERCERA FASE (1561-1563) Debido a una declaración de guerra, el Concilio permaneció suspendido durante la parte final del pontificado de Julio III, asi como en los años que Marcelo II y Pablo IV ocuparon el solio ontifico. Fue pío IV quien renovó su convocatoria en 1561, cuando en España reinaba ya Felipe II, para afrontar la que sería su fase final.
En las deliberaciones de esta su última etapa se impusieron las cuestiones disciplinarias, para hacer hincapié en el problema pendiente de la residencia episcopal, considerado por todas las partes clave para la auténtica aplicación de una reforma eclesiástica. El hábil legado pontificio Giovanni Morone armonizó posturas opuestas y logró clausurar el Concilio. En 1564 Pio IV publicó la Profesión de la fe tridentina (por Tridentum, el antiguo ombre romano de Trento), resumiendo los decretos doctrinales del Concilio.
Sin embargo, a pesar de su duración, el Concilio nunca se ocupó del papel del pontificado en la Iglesia, un tema planteado repetidas veces por los protestantes. Entre los muchos teólogos que participaron en sus sesiones, Reginald Pole, Diego Laínez, Melchor Cano, Domi Laínez Melchor Cano, Domingo de Soto yGirolamo Seripando, fueron los que desarrollaron una actividad más intensa en los debates. También fue muy importante la actuación desarrollada por los miembros de la Compañía de Jesús. Trento promulgó catorce decretos doctrinales y trece decretos obre la reforma de la atención pastoral y la disciplina de la Iglesia.
Las conclusiones más importantes del Concilio, a mi modesto entender y con la brevedad necesaria, fueron: Se reafirmó que las fuentes de la fe son las Sagradas Escrituras y la tradición de la Iglesia. Para los protestantes la única fuente de la revelación es la Sagrada Escritura; la Iglesia no sería, por tanto, depositaria ni intérprete de la Revelación: la «sola Escritura» era, según Lutero, la única fuente de la Revelación y su interpretación correspondía a cada fiel en particular, directamente inspirado por
Dios ( «sacra Scriptura sui ipsius interpresi’, las sagradas escrituras se interpretan por sí mismas). Está claro que esta tesis iba contra la linea de flotación de la Iglesia como organización. Las Sagradas Escrituras deben ser interpretadas por la Iglesia y no tener interpretación libre como decía Lutero, negando el magisterio eclesial. Reafirmó que la fe es necesaria para la salvación, pero también lo son las buenas obras. Lutero decía que con la fe solamente se bastaba para ir al Cielo. Si alguno dijere, que el pecador se justifica con sola la fe, entendiendo que no se requiere otra cosa lguna que coopere a conseguir la grac alguna que coopere a conseguir la gracia de la justificación; y que de ningun modo es necesario que se prepare y disponga con el movimiento de su voluntad; sea excomulgado ‘ Se volvió a ratificar que el pan y el vino consagrados son el Cuerpo y la Sangre de Cristo y no como Lutero decía, una representación. Se proclamó que se podía rendir culto a los santos como ejemplos y testimonio de vida cristiana: «deben ser absolutamente condenados… os que afirman que son inútiles las frecuentes visitas a las capillas dedicadas a los santos con el fin de alcanzar su socorro. » Se define el pecado original que se borra con el Bautismo. Se había discutido la necesidad de bautizar a los recien nacidos : «Si alguno niega que los niños recién nacidos se hayan de bautizar, aunque sean hijos de padres bautizados; o dice que se bautizan para que se les perdonen los pecados, pero que nada participan del pecado original de Adán, . ea excomulgado» Se dispone que los obispos debían vivir en sus diócesis y debían hacer visitas a sus parroquias de un modo frecuente: «por cuanto se hallan algunos en este tiempo, que olvidados aun de su propia salvación, y prefiriendo los bienes terrenos a los celestes, los humanos a los divinos, andan vagando en diversas cortes, o se detienen ocupados en agenciar negocios temporales, desamparada su grey, y abandonando el cuidado de las ovejas que les están encomendadas.
Se dictan normas contra el concubinato de los clérigos: «prohibe el santo Concilio a Se dictan normas contra el concubinato de los clérigos: «prohibe el santo Concilio a todos los clérigos, el que se atrevan a mantener en su casa, o fuera de ella, concubinas, u otras mujeres de quienes se pueda tener sospecha; ni a tener con ellas comunicación alguna: a no cumplirlo así, impónganseles las penas stablecidas por los sagrados cánones» Se prohiben los duelos, con gravísimas penas: «Extermínese enteramente del mundo cristiano la detestable costumbre de los desafíos, introducida por artificio del demonio para lograr a un mismo tiempo que la muerte sangrienta de los cuerpos, la perdición de las almas…
Los que entraren en el desafío, y los que se llaman sus padrinos, incurran en la pena de excomunión y de la pérdida de todos sus bienes, y en la de infamia perpetua, y deban ser castigados según los sagrados cánones, como homicidas; y si muriesen en el mismo desafío, carezcan perpetuamente de sepultura eclesiástica. Se mandan construir seminarios para formar bien al clero. A los religiosos se les urge la vida en común y a las monjas la clausura: «Que todas las personas regulares, así hombres como mujeres, ordenen y ajusten su vida a la regla que profesaron» «.. procuren con el mayor cuidado restablecer diligentemente la clausura de las monjas en donde estuviere quebrantada» Se reafirma la existencia del Purgatorio: «Habiendo la Iglesia católica,… nseñado en los sagrados concilios, y últimamente en este general de Trento, que hay Purgatorio; y que las almas detenidas en él reciben alivio con los sufragios de los fieles, y en special con el que las almas detenidas en él reciben alivio con los sufragios de los fieles, y en especial con el aceptable sacrificio de la misa». Hay que considerar que la tesis de que las ánimas benditas del purgatorio mejoran con misas y donaciones, suponla una buena fuente de ingresos para la Iglesia de la época. Se prohibe la misa en lengua vernácula, pero se recomienda la homilía en dicha lengua: «Aunque la Misa incluya mucha instrucción para el pueblo fiel; sin embargo no ha parecido conveniente a los Padres que se celebre en todas partes en lengua vulgar» Se establece la Vulgata latina como la única Biblia reconocida por a Iglesia: «.. e declara qué edición de la sagrada Escritura se ha de tener por auténtica entre todas las edlciones latlnas que corren; establece y declara, que se tenga por tal en las lecciones públicas, disputas, sermones y exposiciones, esta misma antigua edición Vulgata, aprobada en la Iglesia por el largo uso de tantos siglos… » Esta era la primera traducción de la Biblia del griego al latín y fue hecha por San Jerónimo en el año 383. Se decide la publicación de un catecismo que recoja toda la doctrina del Concilio y se manda hacer una nueva edición corregida del Misal y del Breviario (rezo de los salmos). Trento no pudo ser un concilio para unir católicos y protestantes pero, por lo que se refiere a la obra pastoral y disciplinaria de Trento, sus decisiones fueron, con el tiempo, trascendentales.
La reforma del episcopado fue objeto de abundantes discusiones y decretos: se reguló el deber de residencia, de visita pastoral diocesan abundantes discusiones y decretos: se reguló el deber de residencia, de visita pastoral diocesana, de predicación y de convocatoria frecuente de sínodos. parecidas recomendaciones de residencia, predicaclón, cura de almas, vida austera, uso del traje talar, etc. , se hicieron a los árrocos. La novedad que el Concilio presentó en esta materia se refería al celo que en adelante habría de ponerse en la selección, formación moral, teológica y doctrinal de los curas, para lo cual se pedía a los obispos que se establecieran seminarios diocesanos, de tal manera que se evitaran los abusos denunciados y se llevase a cabo la reforma real de los ministros seculares de la Iglesia.
Concluslón: Además de la resolución de cuestiones doctrinales, teológicas y disciplinarias fundamentales para los católicos romanos, el Concilio también impartió entre sus dirigentes un sentido de ohesión y dirección que se convirtió en un elemento esencial para la revitalización de la Iglesia durante la Contrarreforma. Los historiadores actuales opinan que las decisiones conciliares fueron interpretadas y aplicadas en un sentido más estricto del que pretendieron sus participantes, y algunos creen que tuvo menos importancia en el resurgimiento del catolicismo romano que otros factores. No obstante, la designación de vera tridentina’ para los siglos comprendidos entre Trento y el Concilio Vaticano II, refleja la decisiva trascendencia que tuvo el Concilio en la Iglesia católica moderna.