El origen de la prisión y el capitalismo
El origen de la prisión y el capitalismo gy andreadelport A2Ka5pR 03, 2010 4 pagcs EL ORIGEN DE LA PRISIÓN Y EL CAPITALISMO Quizá pueda parecer un poco osado iniciar afirmando que los procesos y la evolución en materia legislativa -en todos sus campos- constituyen un reflejo de los desarrollos y aconteceres económcos; sin embargo, considero que un sustento para esta afirmación podría ser evidenciado por la preponderancia del factor económico cuando de determinar el marco legal de un Estado se trata.
En este caso particular, el origen del capitalismo y todo el roceso económico surgido en esa época y el derecho penal de la misma, se encuentran relacionados en tal magnitud, que es difícil determinar el límite entre uno otro. ora Durante la Edad to View nut*ge producción feudal, el al era aislado del patrimoni uno de estos (modo modo de uese concebido clerical.
Cada lesia católica) encontraban su sustento en el otro y constituían el eje central del poder, basados en la dogmática cristiana y la concepción de lo bueno y lo malo, que en esa época era lo mismo que hablar de lo justo y lo injusto y que, a su vez, constituía lo que era considerado omo delito.
Es así
A este respecto, Sandoval Huertas hace un aporte bastante valioso al afirmar que la realización de estos actos crueles de venganza iban en detrimento del número de la población y dicho fenómeno constituía, por lo tanto, una dismnución en la mano de obra, lo cual tenía unas consecuencias económicas desfavorables para los señores feudales y para la economía como tal.
Es precisamente en este punto, donde vino a jugar un papel primordial la Reforma Protestante, la cual da fin a ese modo de producción y encausa la economía -y con ella el Derecho Penal- por un sendero diferente: el sendero del capitalismo. Para sustentar lo anterior, se pueden mencionar algunos aspectos importantes de las ideas reformistas, pero sobre todo algunas de las bases utilizadas en el puritanismo.
Según la moral puritana, el descanso en la riqueza es realmente reprobab Según la moral puritana, el descanso en la riqueza es realmente reprobable y aqui también juega un papel principal el modo de utilizar el tiempo, ya que cada hora perdida es una hora que se roba al trabajo en semicio de la gloria de DIOS, lo cual nos conduce a una de sus máximas: «el trabajo es el preventivo más ficaz contra aquellas tentaciones que impiden tener una Pero, qué influencia pudo tener esta doctrina en el nacimiento del capitalismo y qué relación puede tener con el Derecho Penal.
Pues bien, al aplicar esta doctrina y materializarla en los Estados-Nación, que estaban surgiendo, gracias a la abolición del feudalismo, todos aquellos siervos de la tierra fueron expulsados de sus terrenos, sin que pudieran hacer uso de su derecho a una indemnización o a la adquisición de dichos terrenos por prescripción, ya que la labranza no se adecuaba a las necesidades conómicas que un proceso de industrialización requería. Entonces, los terrenos fueron utilizados como terrenos pastoriles para la crianza de ovejas y la posterior comercialización con las industrias textiles.
Estos asuntos se encuentran poco relacionados con nuestra materia en cuestion; sin embargo, todos esos seres que de repente se vieron lanzados fuera de su órbita acostumbrada de vida, no podían adaptarse con la 3Lvf4 de repente se vieron lanzados fuera de su órbita acostumbrada de Vida, no podían adaptarse con la misma celeridad a la isciplina de su nuevo Estado y, así, una masa de ellos fueron convirtiéndose en mendigos, salteadores y vagabundos[2] -y esta situación sí que se encuentra relacionada.
La legislación los trataba como delincuentes voluntarios como si dependiese de su voluntad el continuar trabajando en las viejas condiciones ya abolidas y como si el «daño causado al grupo social» hubiera dependido de sí mismos. Sin embargo, no quedaba otra opción: habían sido excluidos y era función del Derecho Penal que aquellos retribuyeran el «daño social» causado. ro como ya lo había mencionado, no era cuestión exclusiva de la legislación, y es aquí donde a la economía, sustentada en dogmas religiosos (los anteriormente mencionados), se le ocurre la brillante idea de ver el potencial económico que dichos individuos representaban: mano de obra, trabajo; y por lo tanto, CAPITAL. [1] WEBER, Max. La ética protestante y el espiritu del capitalismo. Ediciones Península. Barcelona, 1979. [2] MARX, Carlos. El Capital. Critica a la Economía polítlca. Fondo de Cultura Económica. Mexico, 1977.