El mundo

El mundo gy ciclit0005 ACKa6pR 03, 2010 | 18 pagos Surgimiento del Estado nación (1806-1852) [editar] Artículo principal: Surgimiento del Estado Argentino Véanse también: Revolución de Mayo, Declaración de independencia de la Argentina y Guerras civiles argentinas En 1806 y 1807, en el marco de las Guerras Napoleónicas que tenían lugar en Europa, tuvieron lugar las Invasiones Inglesas. Sir Home Riggs Popham y William Carr Beresford encabezaron la primera, que tomó el control de la ciudad de Buenos Aires durante 45 días hasta su expulsión por parte de un ejército roveniente de Montevideo encabezado por Santiago de Liniers.

Un segundo ataque, encabezado por John Whitelocke, logró ser resistido exitosamente. El conflicto tuvo consecuencias politicas: se creó un quiebre del derecho institucional vigente en el virreinato, al ser destituida el virre Rafael de Sobremonte y electo el victorioso intervención directa 18 A ible segundo conflicto, lo oldad no se podía contar c sectores de la poblac opular, sin ás, durante el ran insuficientes y oli, por lo que varios rgados recibieron armamento y mando de tropas. Esto les permitió tener una ayor injerencia en los asuntos de la vida pública.

Entre ellos se destacaba el Regimiento de Patricios, compuesto por criollos y comandado por

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Cornelio Saavedra. La Independencia de los Estados Unidos (1776), la Revolución francesa (1789) y las nuevas ideas de la Ilustración, se combinaron con las tradiciones de lucha de criollos, indígenas y afroamericanos contra el Imperi Swipe to vlew next page Imperio español para impulsar las ideas de libertad, igualdad e independencia en Latinoamérica. [pic] El Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810. La Revolución de Mayo de 1810 destituyó y expulsó al Virrey

Baltasar Hidalgo de Cisneros, y proclamó, tras un Cabildo Abierto, el primer gobierno formado mayoritariamente por criollos en las Provincias Unidas del RÍO de la Plata, denominado la Primera Junta. Entre 1810 y 1820 se sucedieron dos juntas de gobierno, dos triunviratos y el Directorio, una forma unipersonal y centralista de gobierno. En este periodo, la principal preocupación de los gobiernos era consolidarse internamente y enfrentar la resistencia de los realistas (defensores del status quo y del mantenimiento de los lazos que unían estas regiones a España).

En 1816 se declaró la independencia de las Provincias Unidas de América del Sur en el Congreso de Tucumán. José de San Martín, Manuel Belgrano, y Martín Miguel de Güemes fueron algunos de los principales luchadores por la Independencia. Desde 1817 hasta 1822, José de San Martín realizó campañas libertadoras que llevarían a la independencia de Chile y a Perú. Contemporáneamente, Simón Bolívar independizaba a la Gran Colombia, completaba la independencia de Perú y liberaba a Bolivia (1824), el último bastión del dominio español en Sudamérica.

El Estado argentino considera a San Mart[n como el mayor héroe ilitar de su independencia y lo honra con el título de «Padre de la Patria» Desde antes de 1820, unitarios y federales se disputaron el gobierno y la economía del país a través de una serie de guerras civiles. Con la Batalla de Cepeda, de triunfo federal, comenzó un período 20F 18 serie de guerras civiles. Con la Batalla de Cepeda, de triunfo federal, comenzó un periodo de autonomías provinciales, la unión entre las provincias sólo se mantuvo gracias a los llamados .

Las luchas internas entre las provincias — en general, las del Interior contra Buenos Aires — se mantuvieron por más de 60 años. Los caudillos provinciales dominaron el mapa político a mediados del Siglo XIX dirigiendo grandes ejércitos propios, y en muchos casos gobernando sus provincias. Entre 1820 y 1824 gobernó Buenos Aires Marth Rodr[guez, que realizó históricas reformas (como la primera ley electoral en 1821, aplicada solo a la Provincia de Buenos Aires). Lo sucedió Juan Gregorio de Las Heras, que reunió el Congreso, por el cual se pretendió unificar el pa(s.

En 1826, el Congreso nombró presidente a Bernardino Rivadavia, de tendencia centralista, que continuó con la politica económica librecambista que venían levando adelante los gobiernos porteños. La Guerra del Brasil, que finalizó con la independencia uruguaya, y la Constitución unitaria de 1826, rechazada en el Interior del país, terminaron con la caída de Rivadavia. En su lugar asumió como gobernador de Buenos Aires Manuel Dorrego, partidario del federalismo, quien finalizó la guerra con los brasileños y reconoció la independencia del Uruguay.

Los unitanos, sublevados por Juan Lavalle, fusilaron a Dorrego. Esto reanudó la guerra civil entre unitarios y federales. En 1829 Juan Manuel de Rosas, federal y porteño, asumió el obierno de la provincia de Buenos Aires, con «Facultades Extraordinarias», y conservando la delegación de las relaciones exteriores por parte de las demás provincias. Gobernó 8 conservando la delegación de las relaciones exteriores por parte de las demás provincias.

Gobernó hasta 1832 con rasgos autoritarios y personalistas. En 1833, Gran Bretaña ocupó las Islas Malvinas y Rosas realizó una campaña en la Patagonia, donde luchó contra las tribus indígenas. Desde 1832 hasta 1835 gobernaron tres gobernadores débiles: Juan Ramón Balcarce, Juan José Viamonte, y Manuel Vicente Maza. Los tres renunciaron por presión de los «rosistas», y el último de ellos a causa del asesinato del caudillo Facundo Quiroga en Barranca Yaco, ideado por los hermanos cordobeses Reynafé.

En 1835, en medio de esta anarquía, Juan Manuel de Rosas fue elegido gobernador de Buenos Aires, con el agregado de tener la «Suma del poder públlco» los 3 poderes del Estado resumidos en su persona. Un posterior plebiscito popular legitimó en forma amplia su designación. Inició una política económica proteccionista, aunque sin fomentar explícitamente nuevas industrias, y hubo una cierta regresión en la educación opular.

Con sus atribuciones inició un régimen dictatorial que se caracterizó por la persecución de los opositores — unitarios, federales «cismáticos», ciertos extranjeros, y ciertos intelectuales — que en muchos casos fueron ejecutados o asesinados, u optaron por exiliarse en países limítrofes. Su poltica centralista generó sublevaciones en su contra en el Interior del país, y su autoritarismo genera la oposición de los romanticistas de la «Generación del 37», grupo de jóvenes intelectuales, entre ellos, Juan Bautista Alberdi, Esteban Echeverría, y Domingo Faustino

Sarmiento, que desde el Salón Literario criticarían mucho al régimen. Entre 1838 y 40F 18 Faustino Sarmiento, que desde el Salón Literario criticarían mucho al régimen. Entre 1838 y 1840, Rosas resistió el Bloqueo Francés, establecido con la excusa de supuesta discriminación a ciudadanos franceses. Una vez levantado éste, venció a la poderosa Coalición de las provincias del Norte, y sitió Montevideo entre 1843 y 1851, ayudando al ex presidente uruguayo Manuel Oribe, derrocado en su país.

Además, resiste de forma admirable el Bloqueo Anglo-Francés desde 1845 a 1848 y logró aplastar una última ublevación de la provincia de Corrientes. En sus últimos años de gobierno, las renuncias de Rosas se repitieron simbólicamente; el caudillo entrerriano Justo José de Urquiza acepto una de ellas con su denominado «Pronunciamiento» y decidió asumir él mismo las Relaciones Exteriores de su provincia. El caudillo porteño reaccionó con furiosas invectivas, pero su reacción militar fue insuficiente: se enfrentaron en la Batalla de Caseros el 3 de febrero de 1852.

En esta batalla, la más grande de la historia sudamericana, el ejército de Urquiza, con tropas de Entre Ríos y Corrientes, exiliados el régimen, uruguayos y brasileños, derrotaron a los miles de soldados del ejército federal. Tras este hecho, Juan Manuel de Rosas Inicia su exilio en Inglaterra. Justo José de Urquiza lideró el país, aunque no pudo evitar la separación del «estado de Buenos Aires». En 1853, tras la separación de la Provincia de Buenos Aires, la Confederación sancionó la Constitución, con ideas federales, republicanas y liberales.

Hacia la Argentina moderna (1853-1880) [editar] Articulo principal: Surgimiento de la Argentina moderna Véanse también: Constitución Arg Artículo principal: Surgimiento de la Argentina moderna Véanse también: Constitución Argentina de 1853 y Argentina de 1862 a 1880 Con la oposición de Buenos Ares, que se regia como un estado independiente, Urquiza organizó el Congreso Constituyente de Santa Fe de 1853, que aprobó una Constitución de carácter republicano, representativo y federal, elaborada según un modelo de Juan Bautista Alberdi.

Urquiza fue proclamado presidente de la Confederación. La economía de la Confederación se vería afectada por la separación de Buenos Aires, por lo que intentó unirla por medios bélicos. Tras la Batalla de Cepeda (1859) y la Batalla de Pavón, de 861, se logró la unión del pa(s. En 1862 Bartolomé Mitre, quien fuera Gobernador de Buenos Aires, asumió como primer Presidente constitucional de la Argentina unida. Inició una política codificación, sancionó importantes leyes y promovió la inmigración y la educación.

Derrotó las resistencias provinciales, especialmente la del caudillo Peñaloza. Se alió con uruguayos y brasileños contra el Paraguay en La Guerra de la Triple Alianza, con la excusa de la dictadura de Francisco Solano López en ese país, aunque luego se supo de la existencia del Tratado de la Triple Alianza. [8] [9] En 1870 se logró u derrocamiento y la derrota del Paraguay, que quedó devastado por la guerra. Serra sucedido por Domingo Faustino Sarmiento en 1868, que realizó el primer Censo Nacional de Población, promovió la educación popular, la cultura y los telégrafos.

Derrotó a los últimos caudillos federales y se firmaron importantes tratados internacionales, además de finalizar la Guerra de la Triple Alianza. Tras una pequeña c 60F 18 Tras una pequeña crisis económica, Sarmiento fue sucedido por Nicolás Avellaneda (1874), quien se empeñó en controlar los territorios aún ocupados por los indígenas. Además, fomentó la inmigración y nuevas industrias, aunque durante su período debió enfrentar una seria recesión economica. En 1 879 llevó a cabo la Campaña del Desierto que quitó millones de hectáreas de la Patagonia y el Chaco a los indígenas, reduciendo drásticamente su población.

Esta campaña, liderada por el ministro Julio Argentino Roca, benefició enormemente a unos pocos estancieros. En 1880 estalló una última revolución — centralista, pero también en contra del generalizado fraude electoral, habitual en la segunda mitad del Siglo XIX en el país — en Buenos Aires, iderado por Carlos Tejedor y Bartolomé Mitre; su derrota, que dio fin al período de las guerras civiles argentinas, permitió sancionar la Ley de Capitalización, que federalizaba la Ciudad de Buenos Aires, transformándola en capital del Pa[s.

Poco después, Roca asumía la presidencia de la Nación. Se iniciaba un periodo de más de 3 décadas de gobiernos conservadores y liberales, sostenidos por políticas fraudulentas y muy especiales en la historia del país. La República Conservadora (1880-1916) [editar] Articulo principal: Generación del ’80 Se sucedieron en la presidencia Julio A. Roca (1880), Miguel Juárez Celman (1886), quien dimitió en 1890 como consecuencia de la revolución encabezada por Leandro N.

Alem — que fue sofocada —y le sustituyó el vicepresidente Carlos Pellegrini. Le siguieron en el poder Luis Sáenz Peña (1 892), José F vicepresidente Carlos Pellegrini. Le siguieron en el poder Luis Sáenz Peña (1892), José Evaristo Uriburu (1895), Julio Argentino Roca (1898), Manuel Quintana (1904), José Figueroa Alcorta (1906), Roque Sáenz peña (1910) y Victorino de la plaza (1914). Durante este período existió virtualmente un partido único, el

Partido Autonomista Nacional (PAN) que monopolizó el poder sobre la base de elecciones fraudulentas, propiciado por el sistema del voto cantado, y la represión de obreros anarquistas y socialistas. Durante 25 años, la figura excluyente fue el General Julio A. Roca, apoyado en el poder militar y económico de los La mal llamada «República» Conservadora (ya que no existía un réglmen electoral libre), organlzó un exitoso y moderno modelo agroexportador, que insertó al país en un esquema de división internacional del trabajo que reservaba a los países del norte de

Europa el papel de productores de bienes industriales y recurrió a las pampas argentinas como territorio proveedor de alimentos (carne y cereales) para los trabajadores europeos, principalmente británicos. A tal fin, los gobiernos conservadores, también conocidos como la Generación del 80, introdujeron técnicas modernas de agricultura y ganadería, construyeron una extensa red ferrowaria con eje en Buenos Aires, promovieron una gran ola de inmigración europea (1870-1930) (mayoritariamente campesinos italianos y en segundo lugar españoles) que llevó la población argentina del al 11,1% en 1930. 0] Las inversiones, principalmente provenientes del Reino Unido, fueron destinadas a areas como el desarrollo ferroviario, los puertos y los frigoríficos, quedando 18 áreas como el desarrollo ferroviario, los puertos y los frigoríficos, quedando las estancias y granjas (chacras) en manos de la aristocracia argentina. La mayor parte de la población y las actividades económcas modernas se concentraron en la región pampeana, impulsando el gigantismo de la ciudad de Buenos Aires.

Cabe destacar que estos modelos económicos también fueron generando una fuerte concentración de la riqueza en pocas anos; y la exclusión, hacinamiento o segregación de la clase trabajadora. El PAN dominó con mano de hierro la poltica argentina hasta 1916, cuando la ley Sáenz Peña de sufragio secreto y universal (para varones) sancionada cuatro años antes, permitió el triunfo electoral de la Unión Cívica Radical, liderada por Hipólito Yrigoyen.

Los radicales, que habían protagonizado diversos intentos revolucionarios en contra de lo que denominaban el régimen alentaban la expansión de la incipiente clase media argentina. 1910: el país del Centenario [editar] 910 fue un año en el que los logros y los fracasos de la Generación del 80 quedaron en evidencia. El 25 de mayo de 1910 se cumplían 100 años desde la Revolución de Mayo, paso inicial de la independencia.

El gobierno argentino, presidido por José Figueroa Alcorta, decidió entonces organizar las festividades del Centenario, como un acontecimiento internacional al que asistieran personalidades de todo el mundo. Llegaron a Buenos Aires la Infanta Isabel de España, el presidente de Chile Pedro Montt y representantes de numerosos países. Los presidentes de Bolivia y de Brasil estuvieron ausentes ebido a las malas relaclones dplomáticas que mantenían con la Argentina. Buenos Ai ausentes debido a las malas relaciones diplomáticas que mantenían con la Argentina.

Buenos Aires fue el centro de los festejos, realizándose diversas ceremonias organizadas por el gobierno y particulares con participación del mundo de la cultura, militares, escolares y de colectividades extranjeras. Se realizaron desfiles militares, manifestaciones cívicas, y una función de gala en el Teatro Colón. Se crearon monumentos y se reanudó la construcción del Congreso y de la Corte Suprema. Se organizaron conferencias internacionales y una exposición de bellas artes. Muchos diarios publicaron artículos especiales, entre ellos, el más importante fue el editado por La Nación.

El día del 25 de mayo, a la madrugada, una marcha de estudiantes se dirigieron al Río de la Plata para ver el amanecer. A la mañana en la Plaza de Mayo se colocó la piedra fundamental del monumento a la Revolución de Mayo y en la Plaza de los dos Congresos hubo una reunión de escolares. A las tres de la tarde se realizó un desfile militar. Sin embargo, de manera paralela a los festejos, los sindicatos xpresaron su descontento ante la situación de desigualdad social y económica.

La CORA y la BORA, dirigidas por las corrientes socialista, sindlcalista revolucionaria y anarquista, realizaron protestas y amenazaron con realizar una huelga general. Pedían la derogación de la Ley de Residencia, que habilitaba al gobierno a expulsar extranjeros sin el debido proceso. El gobierno impuso el estado de sitio y la policía reprimió a los manifestantes. Los partidos obreros se fragmentaron y la huelga no se concretó. Para la clase alta, el acto del Centenario fue una demostración del poder y gr