El forastero

Schutz, Alfred (1999): «ESTUDIOS SOBRE TEORIA SOCIAL» Amorrortu Editores, Buenos Aires. Capitulo IV «El forastero. Ensayo de psicologia social» En este articulo nos proponemos estudiar, en terminos de una teoria interpretativa general, la situacion tipica en que se encuentra un forastero cuando procura interpretar el esquema cultural de un grupo social al cual se acerca, y orientarse dentro de el.

Para nuestros fines, el termino «forastero» indicara una persona adulta, perteneciente a nuestra epoca y civilizacion, que trata de ser definitivamente aceptada, o al menos tolerada, por el grupo al que se aproxima. Como el ejemplo mas notable de la situacion social que deseamos examinar es el del inmigrante, los analisis siguientes han sido elaborados, por conveniencia, teniendo presente este caso especial. Empero, la validez de dichos analisis no se limita en modo alguno a el.

El postulante a socio de un club exclusivo, el pretendiente que desea ser aceptado por la familia de su novia, el hijo del campesino que ingresa en la universidad, el habitante de la ciudad que se establece en un medio rural, el «recluta» que se incorpora al ejercito, la familia del obrero de una industria belica que se traslada a una poblacion economicamente prospera, son todos forasteros

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segun la definicion que acabamos de dar, aunque en estos casos la «crisis» tipica experimentada por el inmigrante puede asumir formas mas suaves o incluso no tener lugar.

En cambio, excluimos intencionalmente de nuestro examen ciertos casos cuya inclusion exigiria condicionar en alguna medida nuestros enunciados: a) el visitante o huesped que intenta establecer un contacto meramente transitorio con el grupo; b) los ninos o los primitivos; y c) las relaciones entre individuos y grupos de diferentes niveles de civilizacion, como en el caso de los indios hurones llevados a Europa (este esquema fue muy discutido por algunos moralistas del siglo XVIII).

Tampoco nos proponemos aqui referirnos a los procesos de asimilacion y ajuste social -que han sido tratados en una literatura abundante y, en general, excelente-,(1) sino de la situacion de acercamiento que precede a todo posible ajuste social y que incluye sus requisitos. Como conveniente punto de partida, investigaremos como se presenta la pauta cultural de la vida del grupo ante el sentido comun de un hombre que vive su vida cotidiana dentro del grupo, entre sus semejantes.

Ateniendonos a la terminologia habitual, designaremos con la expresion «pauta cultural de la vida grupal» todas las valoraciones, instituciones y sistemas de orientacion y guia peculiares (tales como usos y costumbres, leyes, habitos, etiqueta y modas) que, segun la opinion compartida por los sociologos de nuestra epoca, caracterizan a todo grupo social en un momento determinado de su historia -cuando no lo constituyen-. Esta pauta cultural, como todo fenomeno del mundo social, presenta un aspecto diferente para el sociologo y para el hombre que actua y piensa dentro de el. (2) El sociologo (como sociologo y no como un hombre entre sus emejantes, cosa que sigue siendo en su vida privada) es un observador cientifico desinteresado del mundo social. Es «desinteresado» en cuanto se abstiene intencionalmente de participar en la red de planes, relaciones entre medios y fines, motivos y posibilidades, esperanzas y temores, que utiliza el actor situado dentro de ese mundo para interpretar sus experiencias en el; como hombre de ciencia, procura observar, describir y clasificar el mundo social con la mayor claridad posible, en terminos bien ordenados de acuerdo con los ideales cientificos de coherencia, consistencia y consecuencia analitica.

El actor situado dentro del mundo social, en cambio, lo experimenta principalmente como un campo de sus actos actuales y posibles, y solo en forma secundaria como objeto de su pensamiento. En la medida en que le interesa el conocimiento de su mundo social, organiza este conocimiento, no en terminos de un sistema cientifico, sino de la significatividad para sus acciones. Agrupa al mundo alrededor de el mismo (como centro) como un campo de dominacion, y en consecuencia le interesa especialmente el sector que esta dentro de su alcance actual o potencial.

Destaca, de sus elementos, aquellos que pueden servirle como medios o fines para su «uso y goce»,(3) para promover sus objetivos y para superar obstaculos. Esos elementos le interesan en diferentes grados, y por esta razon no aspira a familiarizarse con todos ellos de modo igualmente exhaustivo. Lo que desea es un conocimiento graduado de elementos significativos, y el grado de conocimiento anhelado esta en correlacion con su significatividad. Dicho de otro modo, el mundo se le aparece en todo momento como estratificado en diferentes capas de significatividad cada una de las cuales exige un grado diferente de conocimiento.

Para ejemplificar estos estratos de significatividad podemos hablar -recurriendo a un termino tomado de la cartografia- de «isohipsas» o «perfiles hipsograficos de significatividad», tratando asi de sugerir, mediante esta metafora, que podemos mostrar como distribuye un individuo en un momento sus intereses, en cuanto a su intensidad y a su alcance, vinculando con sus actos elementos de igual significatividad tal como el cartografo conecta, mediante perfiles, puntos de igual altura, con el fin de reproducir adecuadamente la forma de una montana.

En una representacion grafica, estos «perfiles de significatividad» no aparecerian como un solo campo cerrado, sino como muchas zonas dispersas en el mapa, cada una de diferente tamano y forma.

Distinguiendo, como William James,(4) entre dos tipos de conocimiento -«conocimiento por trato directo» y «conocimiento acerca de»- podemos decir que, dentro del campo cubierto por los perfiles de significatividad, hay centros de conocimiento explicito de aquello a lo que se tiende; rodea a estos un halo de conocimiento acerca de lo que parece ser suficiente; luego viene una region en la cual bastara simplemente con «confiar»; en las regiones adyacentes residen las esperanzas y supuestos no justificados; entre esas zonas, sin embargo, se xtienden otras de completa ignorancia. No queremos hacer excesivo hincapie en esta imagen, que ha tenido como proposito principal poner en claro que el conocimiento del hombre que actua y piensa dentro del mundo de su vida cotidiana no es homogeneo; es 1) incoherente, 2) solo parcialmente claro, y 3) en modo alguno exento de contradicciones. 1. Es incoherente porque los intereses del individuo que determinan la significatividad de los objetos elegidos para su ulterior indagacion no estan integrados a su vez en un sistema coherente.

Solo se hallan parcialmente organizados en algun tipo de planes, tales como los planes de vida, de trabajo y descanso, y de cada rol social asumido. Pero la jerarquia de esos planes cambia segun la situacion y el desarrollo de la personalidad; la continua modificacion de los intereses produce una transformacion ininterrumpida de la forma y densidad de los perfiles de significatividad. No solo cambia la seleccion de los objetos de curiosidad, sino tambien el grado de conocimiento al que se aspira. 2.

En la vida cotidiana, al hombre no le interesa mas que parcialmente -y nos atreveriamos a decir que solo excepcionalmente- la claridad de su conocimiento, o sea, la plena percepcion de las relaciones entre los elementos de su mundo y los principios generales que gobiernan esas relaciones. Se contenta con disponer de un servicio telefonico en buen funcionamiento y, normalmente, no pregunta en detalle como funciona el aparato ni que leyes de la fisica hacen posible ese funcionamiento. Compra provisiones en el almacen sin saber como se las elabora, y paga con dinero, aunque tienen apenas una vaga idea de que es realmente el dinero.

Da por sentado que su semejante comprendera su pensamiento si lo expresa en lenguaje llano, y respondera de manera correspondiente, sin preguntarse como se puede explicar este milagroso suceso. Ademas, no investiga la verdad ni busca la certeza. Todo lo que desea es informacion sobre posibilidades y comprension de las probabilidades o riesgos que la situacion inmediata determina para el resultado de sus acciones. Para el, la circunstancia de que al dia siguiente el subterraneo funcione como de costumbre es casi del mismo orden de probabilidad que la salida del sol.

Si, debido a un especial interes, necesita un conocimiento mas explicito acerca de un punto, una benigna civilizacion moderna le ofrece una cadena de oficinas de informacion y bibliotecas de referencia. 3. Por ultimo, su conocimiento no es congruente. Puede considerar igualmente validos enunciados que, de hecho, son incompatibles entre si. Como padre, ciudadano, empleado y feligres, puede tener las opiniones mas diversas y contradictorias sobre cuestiones morales, politicas o economicas. Esta incongruencia no se origina necesariamente en una falacia logica.

Los hombres distribuyen su pensamiento sobre asuntos ubicados en niveles diferentes y de diferente significatividad, y no son conscientes de las modificaciones que tendrian que efectuar para pasar de un nivel a otro. Este problema, y otros similares, deberan ser explorados por una logica del pensamiento cotidiano, que todos los grandes logicos -desde Leibniz hasta Husserl y Dewey- postularon, pero no alcanzaron. Hasta ahora, la ciencia de la logica ha tratado principalmente de la logica de la ciencia.

El sistema de conocimiento asi adquirido -incoherente, incongruente y solo parcialmente claro, como es- adquiere para los miembros del endogrupo la apariencia de una coherencia, claridad y congruencia suficientes como para ofrecer a cualquiera una probabilidad razonable de comprender y de ser comprendido. Todo miembro nacido o educado dentro del grupo acepta el esquema estandarizado ya elaborado de la pauta cultural recibida de sus antepasados, maestros y autoridades como una guia indiscutida e indiscutible en todas las situaciones que se dan normalmente dentro del mundo social.

El conocimiento correlacionado con la pauta cultural lleva en si mismo su prueba; mejor dicho, se lo presupone al no haber prueba en contrario. Es un conocimiento de recetas dignas de confianza para interpretar el mundo social y para manejar cosas y personas con el fin de obtener los mejores resultados en cada situacion, con un minimo de esfuerzo, evitando consecuencias indeseables.

Por un lado, la receta actua como un precepto para las acciones y, de este modo, sirve como esquema de expresion: quien desee lograr determinado resultado debe proceder como lo indica la receta suministrada para este proposito. Por otra parte, la receta sirve como esquema de interpretacion: se supone que quien procede como lo indica una receta especifica procura alcanzar el resultado que se correlaciona con ella. Asi, es funcion de la pauta cultural eliminar dificultosas indagaciones ofreciendo irectivas ya listas para el uso, reemplazar por perogrulladas confortable una verdad dificil de lograr, y sustituir lo discutible por lo autoexplicativo. Este «pensar habitual», como podriamos llamarlo, corresponde a la idea de Max Scheler de la «concepcion relativamente natural del mundo» (relativ naturliche Weltanschauung);(5) incluye los supuestos «obvios» pertinentes a un grupo social determinado y que Robert S. Lynd describe de manera magistral, con sus contradicciones y su ambivalencia intrinsecas, como el «espiritu de la ciudad media»(6) (middletown-spirit).

El pensar habitual puede ser mantenido mientras confirmen su validez ciertos supuestos basicos: 1) que la vida, especialmente la vida social, seguira siendo la misma que hasta ahora; es decir, que volveran a presentarse los mismos problemas, que exigiran las mismas soluciones, y que, por lo tanto, nuestras experiencias anteriores bastaran para dominar las situaciones futuras; 2) que podemos confiar en el conocimiento recibido de nuestros padres, maestros, gobiernos, tradiciones, habitos, etc. aunque no comprendamos su origen y su significado real; 3) que en el curso ordinario de las cosas basta, para dominar o controlar los sucesos que podemos encontrar en nuestro mundo de la vida, saber algo acerca de su tipo o estilo general; y 4) que ni los sistemas de recetas como esquemas de interpretacion y expresion, ni los supuestos basicos subyacentes que acabamos de mencionar, son asunto privado nuestro, sino que son igualmente aceptados y aplicados por nuestros semejantes.

Si uno solo de estos supuestos deja de confirmarse, el pensar habitual se hace impracticable. Entonces se produce una «crisis» que, segun la famosa definicion de W. I. Thomas «interrumpe la corriente del habito y origina condiciones modificadas de conciencia y practica»; o sea, que derriba bruscamente el actual sistema de significatividades. La pauta cultural ya no funciona como un sistema de recetas verificadas disponible; revela que su aplicabilidad se limita a una situacion historica especifica.

Sin embargo, el forastero, en razon de su crisis personal, no comparte los supuestos basicos mencionados; pasa a ser, esencialmente, el hombre que debe cuestionar casi todo lo que parece incuestionable a los miembros del grupos al que se incorpora. Para el, la pauta cultural de dicho grupo no tiene la autoridad de un sistema verificado de recetas, y ello, si no por otro motivo, porque no comparte la tradicion historica vivida en la cual se ha formado aquel. Sin duda, tambien desde el punto de vista del forastero la cultura del grupo al que se incorpora tiene su historia peculiar, que incluso le es accesible.

Pero nunca ha sido parte integrante de su biografia, como la historia de su grupo de origen. Para cada uno, solo las formas de vida de sus padres y abuelos pasan a ser elementos de la suya propia. Los sepulcros y los recuerdos no pueden ser transferidos ni conquistados. El forastero aborda al otro grupo como un recien llegado, en el verdadero sentido del termino. A lo sumo puede estar dispuesto a (y en condiciones de) compartir el presente y el futuro con el grupo al que se incorpora, en experiencias vividas e inmediatas; pero en todas las circunstancias permanecera excluido de tales experiencias de su pasado.

Desde el punto de vista del grupo al que se incorpora, el es un hombre sin historia. Para el forastero, la pauta cultural de su grupo de origen sigue siendo el resultado de una evolucion historica ininterrumpida y un elemento de su biografia personal, que por esta misma razon ha sido y todavia es el esquema incuestionado de referencia para su «concepcion relativamente natural del mundo». En consecuencia, es obvio que el forastero comience a interpretar su nuevo ambiente social en terminos de su pensar habitual.

Sin embargo, encuentra dentro del esquema de referencia que trae de su grupo de origen una idea ya elaborada de la pauta supuestamente valida dentro del grupo al que se incorpora, idea que, inevitablemente, no tardara en resultar inadecuada. (7) En primer lugar, la idea sobre la pauta cultural del grupo abordado que el forastero encuentra dentro del esquema interpretativo de su grupo de origen ha tenido su fuente en la actitud de un observador. El forastero, en cambio, esta dejando de ser un observador.

El forastero, en cambio, esta dejando de ser un observador no participante para convertirse en aspirante a miembro del grupo al que se acerca. Asi, la pauta cultural del grupo abordado ya no es un objeto de su pensamiento, sino un sector del mundo que debe ser dominado mediante acciones. En consecuencia, la posicion que dicha pauta dentro del sistema de significatividades del forastero cambia decididamente, y esto significa, como vimos, que su interpretacion requiere otro tipo de conocimiento.

Saltando, por asi decir, de la platea al escenario, el que hasta entonces era espectador se convierte en miembro del elenco, ingresa como coparticipe en relaciones sociales con sus coactores, y participa, de alli en mas, de la accion que se lleva a cabo. En segundo lugar, la nueva pauta cultural adquiere un caracter ambiental. Su lejania se transforma en proximidad; sus esquemas vacios son ocupados por experiencias vividas; sus contenidos anonimos se transforman en situaciones sociales definidas; sus tipologias ya elaboradas se desintegran.

En otras palabras, el nivel de experiencia ambiental de objetos sociales no es congruente con el nivel de las meras creencias acerca de objetos no abordados; al pasar del segundo al primero, todo concepto originado en el nivel inicial resulta necesariamente inadecuado, si se lo aplica al nuevo nivel sin reformular sus terminos. En tercer lugar, el cuadro ya elaborado sobre el nuevo grupo, subsistente en el grupo de origen del forastero, resulta inadecuado para este por la simple razon de que no ha sido elaborado con el fin de provocar una respuesta o una reaccion de los integrantes del nuevo grupo.

El conocimiento que ofrece sirve solamente como un comodo esquema para interpretar al grupo extrano, y no como guia para la interaccion entre los dos grupos. Su validez se basa primordialmente en el consenso de aquellos miembros del grupo de origen que no pretenden establecer una relacion social directa con los miembros del grupo externo. (Quienes se lo proponen se encuentran en una situacion analoga a la del forastero que se incorpora al grupo). Por consiguiente, el esquema de interpretacion se refiere a los miembros del nuevo grupo simplemente como objetos de esta nterpretacion, pero no, mas alla de esta, como destinatarios de posibles actos surgidos del resultado del procedimiento interpretativo, ni como sujetos de reacciones previstas hacia esos actos. En consecuencia, este tipo de conocimiento esta, por asi decir, aislado; no puede ser verificado ni refutado por las respuestas de los miembros del nuevo grupo. Estos, por lo tanto, consideran ese conocimiento -por una especie de «efecto especular»-(8) como insensible e irresponsable, y se quejan de sus prejuicios, parcialidades y malentendidos.

Por su parte, el forastero advierte que un elemento importante de su «pensar habitual», es decir, sus ideas acerca del nuevo grupo, su pauta cultural y modo de vida, no es confirmado por la experiencia vivida y la interaccion social. El descubrimiento de que, en su nuevo ambiente, todo parece muy diferente de lo que el suponia en su lugar de origen, suele ser lo primero que conmueve la confianza del forastero en la validez de su «pensar habitual». Queda invalidada no solo la imagen que trae acerca de la pauta cultural del grupo al que se incorpora, sino tambien todo el esquema hasta entonces incuestionado de interpretacion, vigente n su grupo de origen, que no puede ser utilizado para orientarse dentro del nuevo ambiente social. Las pautas culturales de los miembros del grupo al que se incorpora cumplen para estos las funciones de tal esquema. Pero el forastero no puede utilizarlo simplemente como es, ni establecer una formula general de transformacion entre ambos esquemas culturales que le permite, por asi decir, convertir todas las coordenadas de un esquema de orientacion en coordenadas validas dentro del otro, y ello por las siguientes razones:

En primer lugar, cualquier esquema de orientacion presupone que todo el que lo emplea contempla el mundo circundante como agrupado alrededor de el mismo, que esta situado en su centro. Quien desee utilizar con eficacia un mapa, debe ante todo conocer su posicion en dos aspectos: su ubicacion en el terreno y la forma en que esta representado en el mapa. Aplicado al mundo social, esto significa que solamente los miembros del endogrupo -que tienen un status definido en su jerarquia, y ademas lo saben-, pueden utilizar su pauta cultural como un esquema de orientacion natural y digno de confianza.

El forastero, en cambio, se ve ante el hecho de no tener ningun status como miembro del grupo social al que esta a punto de incorporarse y carecer, por ende, de un punto de partida para orientarse. Comprueba que es un caso limitrofe, que esta fuera del territorio que cubre la pauta de orientacion vigente dentro del grupo. Ya no puede considerarse como el centro de su medio social, y esto vuelve a provocar una dislocacion de sus perfiles de significatividad.

En segundo lugar, la pauta cultural y sus recetas representan solo para los miembros del endogrupo un nucleo de esquemas coincidentes de interpretacion y de expresion. Para el forastero, en cambio, no existe esta aparente unidad, cuyos terminos tienen que «traducir» a los de la pauta cultural de su grupo de origen, si hay equivalentes interpretativos dentro de este. Si existen, los terminos traducidos pueden ser comprendidos y recordados; pueden ser reconocidos por recurrencia; estan a mano (at hand), aunque no los tenga en ese momento «en la mano» (in hand).

Aun entonces, sin embargo, es obvio que el forastero no puede dar por sentado que su interpretacion del nuevo esquema cultural coincidira con la corriente entre los miembros del endogrupo. Por el contrario, debe contar con que apareceran discrepancias fundamentales en la vision de las cosas y el manejo de las situaciones. Recien despues de haber reunido asi cierto conocimiento de la funcion interpretativa de la nueva pauta cultural, puede el forastero comenzar a adoptarla como esquema de su propia expresion.

Cualquier que estudie un idioma extranjero conoce la diferencia entre las dos etapas de conocimiento, que ha recibido plena atencion de los psicologos que investigaron la teoria del aprendizaje. Es la diferencia entre la comprension pasiva de una lengua y su dominio activo como medio para concretar los propios actos y pensamientos. Por conveniencia, seguiremos refiriendonos a este ejemplo para aclarar algunos de los limites que halla el forastero en su intento e conquistar las pautas extranas como esquema de expresion, aunque teniendo en cuenta siempre que las observaciones siguientes pueden ser facilmente adaptadas, con modificaciones oportunas, a otras categorias de la pauta cultural, tales como los usos y costumbres, leyes, modas, etcetera. Como esquema de interpretacion y expresion, el lenguaje no consiste solamente en los simbolos linguisticos catalogados en el diccionario y las reglas sintacticas enumeradas en una gramatica ideal.

Los primeros son traducibles a otras lenguas, las segundas son comprensibles con referencia a reglas analogas o diferentes de la indiscutida lengua materna. (9) Sin embargo, intervienen otras factores. 1. Toda palabra y toda oracion esta rodeada -recurriendo nuevamente a un termino sugerido por William James- por «orlas» que las conectan, por una parte, con elementos pasados y futuros del universo del discurso al que pertenecen y, por la otra, las circundan con un halo de valores emocionales e implicaciones irracionales que son, en si mismos, inefables.

Las orlas son la sustancia de la que esta hecha la poesia; se las puede musicalizar, pero no traducir. 2. Todo lenguaje incluye terminos que poseen varias connotaciones, tambien indicadas en el diccionario. Pero cada elemento del lenguaje adquiere, ademas de estas connotaciones estandarizadas, un significado secundario especial derivado del contexto o el ambiente social dentro del cual se lo usa, y recibe, ademas, un matiz especial producido por la ocasion concreta en que se lo emplea. . En todo lenguaje existen giros idiomaticos, terminos tecnicos, jergas y dialectos, cuyo uso esta limitado a grupos sociales especificos, y cuya significacion tambien puede aprender un forastero. Pero, ademas, cada grupo social, por reducido que sea (si no cada individuo), tiene su codigo privado, comprensible unicamente para aquellos que han participado en las experiencias pasadas comunes en las que surgio o en la tradicion vinculada con ella. . Como lo ha explicado Vossler, toda la historia del grupo linguistico se refleja en su manera de decir las cosas,(10) en la cual entran los restantes elementos de la vida grupal; sobre todo, su literatura. Por ejemplo, el erudito extranjero que estudia un pais de habla inglesa se halla en gran desventaja si no ha leido la Biblia y las obras de Shakespeare en ingles, aunque conozca bien esos libros traducidos a su propio idioma.

Todas las caracteristicas antedichas son accesibles solamente para los miembros del endogrupo; corresponden al esquema de expresion y no pueden ser ensenadas ni aprendidas de igual modo que el vocabulario, por ejemplo. Para poder dominar con soltura un idioma como esquema de expresion, es necesario haber escrito en el cartas de amor, saber orar y maldecir en el, y decir cosas con todos los matices adecuados al destinatario y a la situacion. Unicamente los miembros del endogrupo dominan realmente el esquema de expresion y lo manejan con soltura dentro de su pensar habitual.

Aplicando este resultado a la totalidad de la pauta cultural de la vida del grupo, podemos decir que al miembro del endogrupo le basta una sola mirada para captar las situaciones sociales normales que se le presentan, y adopta inmediatamente la receta ya lista que es adecuada para solucionarlas. En esas situaciones, su actuacion muestra todos los signos de lo habitual, el automatismo y la semiconciencia. Esto es posible porque la pauta cultural, mediante sus recetas, brinda a actores tipicos soluciones tipicas para problemas tipicos.

En otras palabras, la probabilidad de obtener el resultado estandarizado que se busca mediante una receta estandarizada es una probabilidad objetiva, abierta a todo el que se conduzca como el tipo anonimo requerido por la receta. Por ello, el actor que sigue una receta no necesita verificar si su probabilidad objetiva coincide con una probabilidad subjetiva; es decir, con una probabilidad abierta para el, el individuo, en razon de sus circunstancias y facultades personales, probabilidad que subsiste al margen de la cuestion de si otras personas, en situaciones similares, podrian o no actuar del mismo modo con la misma probabilidad.

Mas aun; puede decirse que las probabilidades objetivas de que una receta sea eficaz son tanto mayores cuanto menores son las desviaciones de la conducta anonima tipificada, y esto es valido en especial para las recetas destinadas a la interaccion social. Para tener resultado, este tipo de receta presupone que todo coparticipe espera del otro que actue o reaccione de manera tipica, siempre que el actor mismo actue de manera tipica. Quien desea viajar en tren debe comportarse en la manera tipica que el tipo «empleado erroviario» puede razonablemente prever como la conducta tipica del tipo «pasajero», y viceversa. Ninguna de las partes examina las probabilidades subjetivas involucradas. Dado que el esquema se halla destinado al uso de todos, no es necesario verificar su adecuacion para el individuo especifico que lo emplea. Para quienes han crecido dentro de la pauta cultural, no solo las recetas y su posible eficiencia, sino tambien las actitudes tipicas y anonimas que ellas exigen, son algo incuestionado, «que va de suyo» y les da seguridad y tranquilidad.

En otras palabras; esas actitudes, por su mismo caracter anonimo y tipico, no estan colocadas dentro del estrato de significatividad del actor que exige conocimiento explicito de algo, sino en la region del mero trato directo, en la cual basta con depositar la propia confianza. Esta relacion entre la probabilidad objetiva, lo tipico, lo anonimo y la significatividad parece bastante importante. (11)

En cambio, para el forastero que se incorpora al grupo, la pauta de este ultimo no garantiza una probabilidad objetiva de exito, sino una posibilidad puramente subjetiva que debe ser verificada paso a paso; en otras palabras, debe asegurarse de que las soluciones sugeridas por el nuevo esquema tambien produciran el efecto deseado por el, en su especial situacion de extrano y recien llegado que no ha logrado captar todo el sistema de la pauta cultural, cuya incongruencia, incoherencia y falta de claridad, en cambio, lo desconciertan.

Ante todo, como dice W. I. Thomas, debe definir la situacion. Por lo tanto, no puede limitarse a un conocimiento aproximado por trato directo de la nueva pauta y confiar en un vago conocimiento acerca de su estilo general y su estructura, sino que necesita un conocimiento explicito de sus elementos, e indagar no solamente su como, sino tambien su porque. Es inevitable que sus perfiles de significatividad difieran radicalmente, en su forma, de los de un miembro del endogrupo, en cuanto a situaciones, recetas, medios, fines, coparticipes sociales, etc.

Teniendo en cuenta la relacion ya mencionada entre la significatividad, por una parte, y lo tipico y lo anonimo, por la otra, se deduce que el forastero utiliza una medida de la anonimia y tipicidad de los actos sociales que no es la de los miembros del endogrupo. En efecto; para el forastero, los actores observados dentro del grupo al que se incorpora no tienen, como los coactores, una determinada anonimia presupuesta; es decir, no son meros realizadores de funciones tipicas, sino individuos. Por otra parte, se inclina a tomar los meros rasgos individuales como tipicos.

Construye asi un mundo social de seudoanonimia, seudointimidad y seudotipicidad. Por ello, no puede integrar los tipos personales construidos por el en un cuadro coherente del grupo al que se incorpora, ni confiar en sus previsiones acerca de las respuestas de aquellos. Menos aun puede adoptar esas actitudes tipicas y anonimas que un miembro del endogrupo tienen derecho a esperar de un coparticipe en una situacion tipica. De ahi la ausencia en el forastero del sentimiento de distancia, su oscilacion entre el istanciamiento y la intimidad, su vacilacion, incertidumbre y desconfianza en todas las cosas que parecen tan simples a aquellos que confian en la eficiencia de recetas incuestionadas que basta aplicar sin comprenderlas. En otras palabras, la pauta cultural del grupo abordado es, para el forastero, no un refugio, sino un campo de aventura; no algo que va de suyo, sino un tema cuestionable de investigacion; no un instrumento que le permite desentranar situaciones problematicas, sino, en si misma una situacion problematica y dificil de dominar.

Estos hechos explican dos caracteristicas basicas de la actitud del forastero hacia el grupo, a las cuales han dedicado especial atencion casi todo los sociologos que se han referido a este tema: 1) la objetividad del forastero, y 2) su dudosa lealtad. 1. La actitud critica del forastero no basta para explicar su objetividad. Es cierto que no esta obligado a adorar a los «idolos de la tribu» y tienen una aguda sensibilidad para la incoherencia e incongruencia del esquema cultural abordado.

Pero esta actitud se origina menos en su propension a juzgar al nuevo grupo segun las normas que trae de su grupo de origen, que en su necesidad de adquirir un pleno conocimiento de los elementos de la pauta cultural abordada, y de examinar con cuidado y precision, con este fin, lo que el endogrupo considera que se explica por si solo. Sin embargo, la razon mas profunda de su objetividad reside en su propia amarga experiencia de los limites del «pensar habitual», la cual le ha ensenado que un hombre puede erder su status, las reglas que lo guian y hasta su historia, y que la manera normal de vida esta siempre mucho menos garantizada de lo que parece. Es por ello que el forastero discierne -frecuentemente con penosa claridad- la aparicion de una crisis que puede amenazar a todo el fundamento de la «concepcion relativamente natural del mundo», mientras que todos esos sintomas pasan inadvertidos para los miembros del endogrupo, que confian en la continuidad de su manera habitual de vida. 2.

Lamentablemente, la dudosa lealtad del forastero suele ser algo mas que un prejuicio por parte del grupo abordado. Esto se comprueba especialmente en casos en que el forastero no quiere o no puede sustituir totalmente la pauta cultural de su grupo de origen por la nueva pauta cultural. En tales casos, sigue siendo lo que Park y Stonequist denominaron acertadamente un «hombre marginal», un hibrido cultural que vacila entre dos pautas diferentes de vida grupal, sin saber a cual de ellas pertenece.

Sin embargo, es frecuente que el reproche de dudosa lealtad se origine en el asombro de los miembros del endogrupo al comprobar que el forastero no acepta la totalidad de su pauta cultural como la forma natural y apropiada de vida y como la mejor de todas las soluciones posibles para cualquier problema. Se acusa al forastero de ingrato, por negarse a reconocer que la pauta cultural que se le ofrece le asegura refugio y proteccion. Pero esas personas no comprenden que el forastero, en estado de transicion, no considera esa pauta como un refugio protector, sino como un laberinto en el cual ha perdido todo sentido de orientacion.

Como ya dijimos, nos hemos limitado intencionalmente a la actitud especifica, previa a todo ajuste social, del forastero que ingresa en un grupo, absteniendonos de investigar el proceso mismo de asimilacion social. Permitasenos una sola observacion acerca de esta. La ajenidad y familiaridad no se limitan al campo social, sino que son categorias generales de nuestra interpretacion del mundo. Si en nuestra experiencia encontramos algo hasta entonces desconocido, ajeno en consecuencia al orden habitual de nuestro conocimiento, iniciamos un proceso de indagacion.

Primero, definimos el nuevo hecho; tratamos de captar su significado; luego, transformamos paso a paso nuestro esquema general de interpretacion del mundo, de tal modo que el hecho extrano y su significado se hagan compatibles y coherentes con todos los otros hechos de nuestra experiencia y sus significados. Si conseguimos todo esto, entonces lo que antes era un hecho extrano y un problema que desconcertaba nuestra mente se transforma en un elemento adicional de nuestro conocimiento justificado. Hemos ampliado y ajustado nuestro acervo de experiencias.

Lo que suele denominarse el proceso de ajuste social que debe sufrir el recien llegado no es sino un caso especial de este principio general. La adaptacion del recien llegado al endogrupo que al principio le parecia extrano y desconocido, es un proceso continuo de indagacion en la pauta cultural del grupo abordado. Si este proceso tiene exito, dicha pauta y sus elementos pasaran a ser, para el recien llegado, algo que va de suyo, una manera de vida, incuestionable, un refugio y una proteccion. Pero entonces el forastero ya no sera forastero, y sus problemas especificos habran quedado resueltos. 1) No mencionaremos aqui las notables contribuciones de autores norteamericanos como W. G. Sumner, W. I. Thomas, Florian Znaniecki, R. E. Park, H. A. Miller, E. V. Stonequist, E. S. Bogardus y Kimball Young, y de autores alemanes, en especial Georg Simmel y Robert Michels; remitimos en lugar de ello, a la valiosa monografia de Margaret Mary Wood, The Stranger: A Study in Social Relationship, Nueva York, 1934, y a la bibliografia en ella citada. (2) Esta profunda idea parece ser la contribucion mas importante de los escritos de Max Weber sobre los problemas metodologicos de la ciencia social.

Vease mi obra Der sinnhafte Aufbau der sozialen Welt, Viena, 1934, 2a. ed. , 1960. (3) John Dewey, Logic, the Theory of Inquiry, Nueva York, 1938, capitulo IV. (4) Sobre la distincion entre estos dos tipos de conocimiento, vease William James, Principles of Psychology, Nueva York, 1890, vol. I, pags. 221-22. (5) Max Scheler, «Probleme einer Soziologie des Wissens», en Die Wissensformen und die Gesellschaft, Leipzig, 1926, pags. 58 y sigs. ; Howard Becker y Hellmuth Otto Dahlke, «Max Scheler’s Sociology of Knowledge», en Philosophy and Phenomenological Research, vol.

II, 1942, pags. 310-22, esp. pag. 315. (6) Robert S. Lynd, Myddeltown in Transition, Nueva York, 1937, cap. XII, y Knowledge for What? , Princeton, 1939, pags. 58-63 (7) Vease de que manera aparece la pauta cultural norteamericana como un elemento «indiscutible» dentro del esquema de interpretacion de los intelectuales europeos, en la humoristica descripcion ofrecida por Martin Gumpert en su libro First Papers, Nueva York, 1941, pags. 8-9. Veanse tambien libros como el de Jules Romain, Visite chez les Americains,, Paris, 930, y el de Jean Prevost Usonie, Esquisse de la civilisation Americaine, Paris, 1939, pags. 245-66. (8) Al emplear este termino nos referimos a la conocida teoria de Cooley sobre el si-mismo espejo o especular (looking-glass self) (Charles H. Cooley, Human Nature and the Social Order, ed. rev. , Nueva York, 1922, pag. 814). (9) Por ello, al aprender un idioma extranjero, el estudiante suele descubrir las reglas gramaticales de su lengua materna, hasta entonces seguidas como «la cosa mas natural del mundo», es decir, como recetas. 10) Karl Vossler, Geist und Kultur in der Sprache, Heidelberg, 1925, pags. 117 y sigs. (11) Se la podria remitir a un principio general de la teoria de la significatividad, pero esto excederia los alcances del presente articulo. Solo tenemos espacio para sostener que todos los obstaculos que encuentra el forastero en su intento de interpretar el grupo al que ingresa derivan de la incongruencia de los perfiles que ofrecen los sistemas mutuos de significatividades y, por consiguiente, de la deformacion que sufre el sistema del forastero dentro del nuevo ambiente. ero toda relacion social y, en especial, todo establecimiento de nuevos contactos sociales, aun entre individuos, involucra fenomenos analogos, aunque no conduzcan necesariamente a una crisis. 1- Senale quien no es «forastero» segun Schutz: a) Persona adulta de nuestra epoca que quieres ser aceptada. b) Inmigrantes. c) Postulante a socio de un club exclusivo. d) El visitante de paso. 2- La diferencia mas importante entre el cientista social y el actor situado dentro del mundo social es: a) Que el cientista tambien es en su vida privada un actor social. ) Que el actor social tambien tiene conocimientos. c) Que el conocimiento del mundo social le importa menos al actor que al cientifico. d) Que para ambos la vida cotidiana es un campo de actos posibles. 3- Cual de las siguintes caracteristicas no es propia del conocimiento del hombre que actua y piensa dentro del mundo de la vida cotidiana: a) completo b) incoherente c) parcialmente claro d) contradictorio 4- Que el mismo sujeto que compone canciones en contra de la contaminacion del planeta, fume, un vez que temina de escribir la cancion, es un ejemplo de que su conocimiento es: ) completo b) incoherente c) parcialmente claro d) contradictorio 5- Que el sujeto maneje un auto, use celular y estudie en la Univesidad, sin saber como funcional auto, ni el celular ni la universidad es un ejemplo de: a) completo b) incoherente c) parcialmente claro d) contradictorio 6- Otro nombre de la pauta cultural es: a) Sistema verificado de recetas b) Tradicion historica vivida c) Biografia personal d) Situaciones sociales definidas. Completo a) : a) a)