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ciencias gy Mario Altredo-garrios cbenpanR 10, 2016 13 pagos El 8 de enero de 1942, en momentos en que la captal del Reino Unido sobrevivía bajo la permanente amenaza de los bombardeos alemanes, nacía Stephen Hawking en la ciudad de Oxford. Allí comenzó a estudiar en el University College, donde se licenció en 1962 con los títulos de matemático y físico. Por esa época era un chico de vida normal, cuyas singularidades eran únicamente su brillante inteligencia y un gran interés por las clenclas.
Pero en 1963, en el transcurso de una sesión de patinaje sobre hielo, el joven Stephen resbaló y tuvo dificultades para ncorporarse. De inmediato se le diagnosticó un trastorno degenerativo neuromuscular, la ELA o esclerosis lateral amiotrófica. Los médicos supusieron que la enfermedad iba a acabar con su vida en pocos años; sin embargo, se equivocaron. Naturalmente, la vida de Stephen no fue la misma a partir de entonces, pero sus limitaciones físicas no interrumpieron en ningún momento su actividad intelectual; de hecho, más bien la incrementaron.
Mientras cursaba su doctorado en el Trinity Hall de Cambridge, se casó con Jane Wayline (1965). Tras casi veinticinco años de matrimonio, en 1990 la pareja se separó y el científico se
Nicolas tesa (Smiljan, actual Croacia, 1856 – Nueva York, 1943) Físico estadounidense de origen serbio. Estudió en las universidades de Graz (Austria) y Praga. Después de haber trabajado en varias ndustrias eléctricas en parís y en Budapest, se trasladó a Estados Unidos (1882), donde trabajó a las órdenes de Thomas A. Edison, entonces partidario de la corriente eléctrica continua. Nikola Tesla Las incesantes disputas con Edison forzaron su abandono de la compañía y su asociación con G.
Westinghouse, quien compró las patentes de su motor y de un transformador que facilitaba la distribución de este tipo de corriente hacia los usuarios finales. Ambos ganaron la batalla de la distribución de la energía, pues el transporte de corriente alterna es más barato y sencillo que el de continua. En 1893 su sistema fue adoptado por la central hidroeléctrica situada en las cataratas del Niágara.
Tesla fundó en Nueva York un laboratorio de investigaciones electrotécnicas, donde descubrió el principio del campo magnético rotatorio y los sistemas polifásicos de corriente alterna. Creó el primer motor eléctrico de inducción de corriente alterna y otros muchos ingenios eléctricos como el llamado montaje Tesla, un transformador de radiofrecuencia en el que primario y secundario están sintonizados, de utilidad a la hora de preseleccionar la entrada de un receptor radioeléctrico.
Predijo la posibilidad de realizar comunicaciones inalámbricas con antelacion a los estudios llevados a cabo por Marconi, y en su honor se denomina tesla a la unidad de medida de la intensidad del flujo magnét 2 3 Marconi, y en su honor se denomina tesla a la unidad de medida de la intensidad del flujo magnético en el sistema internacional.
La Revolución Darwiniana «Todo cuerpo se resiente de todo lo que se haga en el universo; de tal modo que aquél que todo lo ve podría leer en cada uno lo que ocurre en todas las partes, e incluso, lo que ocurre y lo que ocurrirá; advirtiendo en el presente lo que está alejado, tanto egun los tiempos como segun los lugares» Gottfried W. Leibniz. La revolución danwinlana fue la mayor revolución en las ciencias del siglo diecinueve.
Destruyó el concepto antropocentrista del universo y ‘causó una gran conmoción en el pensamiento del hombre como ningún otro avance científico desde el resurgimiento de la ciencia en el Renacimiento’ (Mayr, 1972, 987). La revolución darwiniana es la única revolución biológica mencionada en la lista usual de las grandes revoluciones en la ciencia, las cuales son tradicionalmente asociadas con los nombres de científicos de la física: Copérnico, Descartes, Newton, Lavolsier, Mamell, Einstein, Bohr y Heisenberg.
La revolución darwiniana, como perceptivamente observó Sigmund Freud fue una de las tres que asestaron golpes significativos a la imagen narcisista que el hombre tiene de sí mismo -siendo las otras dos la copernicana y la que el propio Freud había iniciado. Además, la revolución darwiniana difiere de todas las otras revoluciones en la ciencia en que es la única, a mi conocimiento, que contenía en la primera presentación completa de la teoría, el anuncio formal de que iba a producir una revolución.
En el capítulo final del «Origen», qu anuncio formal de que iba a producir una revolución. En el capítulo final del «Origen», que contiene el anuncio completo y formal de su teoría, Darwin dice simple y directamente que «cuando las ideas propuestas por mí en este volumen, o cuando visiones análogas sobre el origen de las especies son generalmente admitidas, podemos vagamente vislumbrar que habrá una revolución considerable en la historia natural».
El tremendo impacto revolucionario que tuvo la evolución darwiniana surgió en alguna medida de un componente extra-cient(fico, lo que se ha llamado la revolución ideológica oncomitante. Esto es cierto incluso para la reacción de los científicos, puesto que éstos -como otros seres humanos- tienden a estar fuertemente influenciados en sus juicios por cuestiones filosóficas, religiosas y otros preconceptos. Así, uno de los críticos de Darwin sostenía que El Origen de las Especies ‘ofendió grandemente’ su sentido moral.
Dan,’din, decía, se había desviado de la visión de que la causación es la voluntad de Dios. Este crítico decía que él podía ‘probar’ que Dios ‘actúa por el bien de Sus criaturas’, y temía que la visión alternativa propuesta or Darwin terminaría causando que la humanidad sufriera un daño que podría brutalizarla. Estaba preocupado por que Darwin causara el hundimiento de la raza humana a un grado de degradación tan bajo como ningún otro en que hubiera caído desde que los registros escritos nos hablan de su historia’.
Estos temores se expresaban en una carta dirigida a Darwin por el Profesor Woodwardiano de Geología de la Universidad de Cambridge, quien firmaba su carta como ‘tu ve 40F 13 Profesor Woodwardiano de Geología de la Universidad de Cambridge, quien firmaba su carta como ‘tu verdadero y viejo migo’, Adam Sedgwick. Este parecer subrayaba la profética verdad de la advertencia que Huxley hizo a Darwin del ‘abuso considerable… que, a menos que me equivoque en gran medida, está reservado para ti’. El darvinismo nació dentro de un contexto social y cultural en el que se daban las condiciones para que brotara.
Antes de que Darwin publicase su «Origen de las especies», otro investigador, Wallace, por caminos independientes, llegaba a la hipótesis de la evolución por selección natural. Juntos presentaron en 1858 un articulo en la reunión de la Sociedad Lineana de Londres con las esis que difundiría una año después el libro de Darwin. Tampoco es casual que hubiesen ya nacido, o fuesen a aparecer por aquellas fechas, nuevas ciencias con aspectos comunes como veremos luego con el darvinismo: la economía política, la termodinámica, la teoría celular o la sociología.
En cuanto a su contenido, o propósito, el de explicar la evolución de las especies, Darwin se inscribe dentro de una remota tradición que se remonta a los primeros filósofos griegos, como Anaximandro, aunque totalmente renovada con las ideas de desarrollo y progreso que aportó la Ilustración en el s. XVIII y con a perspectiva histórica teorizada ya por Vico y personalizada por Hegel. En el campo de la naturaleza, la hipótesis de que todas las especies se derivan de un numero reducido de antepasados fue sostenida ya por Maupertuis en 1745 y por Diderot en 1749.
Lamarck había publicado en 1809 su Filosofía zoológ s 3 Maupertuis en 1745 y por Diderot en 1749. Lamarck había publicado en 1809 su Filosofía zoológica, una explicación de la evolución que durante años constituyó la alternativa del darwnismo. Según ella, los organismos y las especies desarrollan algunas de sus posibilidades orgánicas potenciales para adaptarse los cambios del medio, lo que produce pequeños cambios en los organismos individuales, que se trasmiten a la descendencia, amplificándose a lo largo de varias generaciones.
Aunque posteriormente falseada, se trataba de una explicación plausible y científica, formulada medio siglo antes que «El origen de las especies». Tampoco la metodología de Darwin fue excepcionalmente novedosa. Darwin adoptó los métodos científicos ya establecidos en su época: huyó de la pura especulación, y su habitual minuciosidad y seriedad permite explicar por qué sus hipótesis no fueron arrinconadas, como probablemente lo hubieran sido as de Alfred Wallace si éste hubiese quedado como su único difusor. Nunca fue un empirista puro apegado a los datos, como no lo ha sido ningún científico creativo.
Este método fue descrito como hipotético-deductivo. De cualquier forma se adaptó a los estándares de su tiempo. Ahora bien, con el ambiente, las ideas y la metodología de la época, Darwin consiguió construir una explicación nueva y aparentemente sencilla del fenómeno evolutivo, que sigue siendo hoy fundamentalmente admitida. Para ello tuvo que sintetizar diversas líneas de pensamiento, algunas de ellas ausentes hasta ntonces del ámbito de las ciencias naturales, llevando a cabo su revolución epistemológica.
Al integra 6 3 ámbito de las ciencias naturales, llevando a cabo su revolución epistemológica. Al integrar a la biología la estadística de los grandes numeros y la causalidad emergente sustituyó el modo de explicaclón causal imperante y desterró de ella el vitalismo o finalismo. En efecto, como se sabe, la teoría darviniana se articuló en torno a tres hipótesis clave, a cuyo desarrollo están dedicados los capítulos centrales de El origen de las especies: 1.
La variabilidad natural. 2. La lucha por la existencia. . La selección natural o supervivencia de los más adaptados a lo largo de las generaciones. pero atravesando todas ellas alentaba una nuevo tipo de explicación científica. La que tiene en cuenta los fenómenos masivos, pertenecientes al dominio de los grandes números. Gracias a ello, aparecerá en la escena de la ciencia un nuevo tipo de explicación causal: la causalidad emergente o resultante de microprocesos aleatorios.
Esa epistemología era reciente y rompía con las explicaclones mecanicistas y deterministas que imperaban en las ciencias bajo el influjo de la física (mecánica clásica). Gracias a ella y durante mucho tiempo el darviniano se convertirá en el modelo de otras teorías de la morfogénesis. El nuevo tipo de pensamiento se caracterizaba pues por: – Consideración de los fenómenos masivos. Dominio del azar y de los grandes números. – Nueva forma de apreciar las relaciones entre un individuo y una totalidad de individuos, como puede ser la especie o una sociedad. Nuevo tipo de explicación causal (la causalidad emergente o resultante), que explica I mecanismos de macro mediante causalidad emergente o resultante), que explica los fenómenos macro mediante mecanismos de nivel micro. En efecto, el modelo de Darwin no se fija en la evolución de individuos concretos sino en la de muchos individuos, poblaciones o especies. No busca la causa concreta de cada pequeño cambio, sino el resultado estadístico (en cuanto sea funcional o adaptativo) de pequeños cambios producidos al «azar».
La especiación aparece como un fenómeno estadístico que lleva a término la diferenciación progresiva de los individuos. Conviene precisar que el azar que introduce Darw•in en las ciencias es un azar para nosotros, para nuestra forma de conocer (azar epistemológico) y todavía no un azar ontológico. Pues ahí Darwin conserva la concepción deterministas de la realidad y la concatenación de causas y efectos: «Hasta aquí he hablado algunas veces como si las variaciones, tan comunes en los seres orgánicos en la domesticidad, y en menor grado en los que se hallan en estado natural, fuesen debidas a la casualidad.
Esto, por supuesto, es una expresión completamente incorrecta, pero sirve para confesar francamente nuestra ignorancia de las causas de cada variación particular. » Sin embargo la legalización del azar en la práctica no deja de ser un paso trascendental. Permitirá explicar científicamente enómenos globales, como el de la especiación, sin tener que buscar las causas concretas y determinadas de cada variación particular. Mientras que las explicaciones mecanicistas, con una concepción lineal causa-efecto, todavía estaban presentes en la obra de Lamarck.
Esta epistemología darviniana tiene sus raíces 13 todavía estaban presentes en la obra de Lamarck. Esta epistemología darviniana tiene sus raíces y sus condiciones de posibilldad en el desarrollo de nuevos campos de las matemáticas como el cálculo de probabilidades y la estadística. Y tuvo como su precedente científico inmediato la Economía Política. Solo posteriormente las probabilidades serán utilizadas en la Física (Termodinámica estadística de Boltzmann).
A su vez, esas novedades matemáticas, que ya contaban con dos siglos de antigüedad, hab(an sido impulsadas por nuevos fenómenos sociales. En primer lugar, la irrupción de las masas o de la poblaclón en la historia; su protagonlsmo polítlco y económico en los Estados Modernos a partir del Renacimiento y más aún tras la revolución industrial y demográfica; con la imperiosa necesidad de censos, estadísticas e inventarios por parte del estado, los comerciantes, las compañías de seguros, el forzado desarrollo de medios de transporte masivos.
Si la política parlamentaria ya no podía asentarse únicamente en las individualidades, tampoco la economía podía mantenerse en el modelo doméstico de Aristóteles ni en el de los fisiócratas. El juego de los grandes números, que estará en la base del pensamiento liberal y de la Economía Poltica inspiradores de Darwin, también permitió pensar de una forma nueva las relaciones entre los individuos y las colectividades (sociedad, población, especie… , o mejor dicho, las relaciones de los individuos entre sí. Ahora bien, para que la escena quedase libre tenía antes que ponerse fin a la teoría esencialista de los Individuos y de las especies dentro del camp antes que ponerse fin a la teoría esencialista de los individuos y de las especies dentro del campo biológico; esto es, la consideración del individuo como perteneciente a una clase que lo define; como portador de una esencia (Inmutable) que es la de la especie.
Aquí Darwin encontró el trabajo hecho. Locke, uno de los padres del liberalismo político, resucitando la tradición nominalista ya había situado al individuo concreto como única realidad. Las especies, como grupos taxonómicos, corresponden a las «esencias nominales» y son construcciones nuestras (las esencias reales las desconocemos). Son conjuntos de individuos que agrupamos convencionalmente según determinadas características; siendo la reproductividad la principal de ellas en el campo biológico.
Después de Locke, Hume había consumado el trabajo acabando con la noción de esencia. La reafirmación de lo individual frente a lo genérico (sociedad, clase, población) también sustentaba todas las nuevas teorías politicas modernas, basadas en el pacto social (los individuos on anteriores y creadores de una sociedad que depende de ellos).
Hijas y creadoras del pensamiento liberal, estas teor(as individualistas están tan alejadas del esencialismo anterior como de alternativas del tipo organicista o socialista, pues éstas últimas subordinan lo individual a lo genérico o colectivo; la parte al todo. La Revolución de Copérnico es el nombre con el que suele conocerse a la revolución científica que se produce en Europa Occidental, representada en la astronomía por el paso del tradicional sistema ptolemaico geocéntrico (herencia clásica adaptada y con