Breve historia de la lengua española

Breve historia de la lengua española gy juliocesargeorgc 110R6pp 17, 2011 6 pagos Resumen-lnforme de Lectura «Breve Historia de la Lengua Española y Características del idioma en Santo Domingo» del Dr. Ciriaco Landolfi ORIGENES Los orígenes del idioma español se remontan a los siglos IXy X, y se encuentran diseminados en algunos actos notariales de la época; cuando empezaron a aparecer escritos con representaciones fonéticas de voces nuevas procedentes del habla popular que constituían innovaciones o neologismos dentro del lat[n.

Sin embargo, eso no quiere decir que ahí comenzó el roceso formativo de nuestra len ua en el corazón geográfico de España, ni que la mis orfi sido —y seguía siendo in las clases cultas. Cabe destacar que la del latín, que había e comunicación en que forman el castellano no proceden solo del latín, la cual lo dota de estructura y la enriquece profundamente con sus voces, sino que fue influenciada por colonizaciones anteriores y posteriores a la romana. Comenzando con el pueblo ibero, cuyo origen es todavía objeto de debate, pues algunos argumentan que procede de África, mientras otros alegan que del Cáucaso.

Por otro lado, la península fue objeto de múltiples invasiones ue afectaron la lengua de los ibéricos. Comenzando

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por los ligures hasta llegar a los árabes, todos los cuales influenciaron la conformación del idioma castellano, siendo los romanos y los árabes los mayores contribuyentes en palabras. de la península ibérica fueron los ligures, procedentes del norte de lo que hoy es Italia y el sur de Francia, y se les atribuye haber contribuido con el sufijo «asco» en las denominaciones geográficas de la mitad septentrional de España, así como las terminaciones «osco» y «usco».

Al igual que con el sufijo «ona». Los cartagineses ocuparon la península hasta el año 206 a. e C. , cuando comenzó la romanización de la península. Los mismos tuvieron poca influencia en el pueblo ibérico y su legado procede mayormente del mundo helénico, pues Cartago solo sirvió de agente transmisor de la cultura griega. La romanización de la peninsula ibénca fue lenta pero devastadora para las lenguas primitivas de la península, con la excepción del vasco, el cual conservó sus particularidades fonéticas y asimiló a ella las voces del idioma oficial de sus conquistadores.

Dado que la legislación romana deparaba la ciudadanía romana a conquistadores y conquistados por igual, en la peninsula no ubo coacción alguna de los conquistadores para que los pueblos peninsulares aprendiesen latín. Lento, pero seguro, el idloma oficial de los conquistadores sustituyó las lenguas vernáculas, luego de un largo periodo de bilingüismo, dependiendo de los lugares y estratos sociales; siendo «la acción cultural del imperio más decisiva e influyente en las capas más encumbradas de la población y de ellas surgen a lo largo de la dominación figuras sobresalientes de la vida pública romana y de la cultura latina. Sin embargo, «la mayoría del pueblo español aprende el latín sin l concurso de maestros; lo aslm el concurso de maestros; lo asimila de labios de los soldados y oficiales administrativos de poca categoría; llega, pues, a la universalidad de los peninsulares deformado fonéticamente y sin la ortopedia fundamental de la escritura. » Esta práctica, con el tiempo, se esparcirá como una influencia en todo el imperio y convertirá en «el dínamo histórico de la formación de las lenguas romances», una de las cuales es el castellano.

Los romanos, quienes habían asimilado la cultura griega, enriquecieron el latín con voces griegas, que eventualmente pasaron al castellano. El avance del latín, culto y popular, en la península conllevó a la latlnizacón completa de las provincias, a cuya propagación contribuyó grandemente el cristianismo. «‘La nueva religión aportó no sólo la unidad espiritual al imperio, sino que contribuyó también a aumentar el vocabulario latino que, auxiliando por la lengua griega, más extendida por la parte oriental del imperio, vino a sumar a su caudal muchas voces de las empleadas en la predicación de la nueva doctrina a los gentiles. La invasión de los germanos en el año 409, conocida como la invasión de los bárbaros, dejó como aporte la influencia n la península de los visigodos, cuya aportación fue decisiva para la particularidad hispánica en términos de valor nacional de independencia, , aunque no sobre las lenguas romances hispánicas. Los árabes enriquecieron el vocabulario español con más de cuatro mil palabras, incluyendo las voces derivabas, siendo el idloma que mas aportes hizo 31_1f6 idioma que mas aportes hizo al castellano, después del latín.

La influencia idiomátlca de los galos no vino como consecuencia de una invasión armada, llegó pacíficamente a través de las peregrinaciones religiosas; dando inicio a la transfusión de voces rovenzales y francesas, proceso que continuó durante toda la Edad Media. LA FORMACIÓN DEL CASTELLANO. La ubicación geográfica de Castilla hfluyó decisivamente en la formaclón y florecimiento de su lengua. Su estratégica ublcación provocaba la confluencia de las diversas tendencias del latín peninsular, aunque su romanización fue tardía y no alcanzó el auge cultural que tuvo en otras regiones.

Sin embargo, su posicionamiento sirvió para ser punto de encuentro de las principales innovaciones que procedían de regiones vecinas, dándoles un toque característico propio; lo cual favoreció el esarrollo de un dialecto original e independiente, con diferencias comarcales en su propia área de influencia lingüística. Todo el proceso formativo del castellano duró siglos, desde las formas arcaicas engalanadas por la lirica mozárabe, hasta la literatura cristiana del Cantar del Mío Cid.

Siendo el período de mayor desarrollo y esplendor cuando Alfonso X asciende al trono de Castilla y León, pues su reinado fue decisivo para la lengua castellana. «Durante el período alfonsí aparece la prosa castellana auspiciada por una polítlca elástica y sagaz del rey que emparejaba en el enester de traducir obras de autores orientales a judíos y cristianos, siendo los primeros trad menester de traducir obras de autores orientales a judíos y cristianos, siendo los primeros traductores -o lectores-, y escribas los segundos.

Esto dio por resultado que los judíos, poco amigos de la lengua litúrgica cristiana, el latín, sintieran más inclinación por el romance castellano. Esta secretar inclinación de los traductores placía al monarca interesado en la difusión de la cultura característica y peculiar de su pueblo. » Durante su reinado se produjo una vastísima obra intelectual scrita, elaborada por un sinnúmero de colaboradores, que si bien no presentaba rasgos idiomáticos uniformes, se convirtió en el basamento de todos los desarrollos posteriores, pues fljó la grafía castellana e hizo apto al idioma para la exposición didáctica. Durante el siglo XIV, la lengua elimina algunas de sus más importantes vacilaciones, desechando prejuicios respecto a fenómenos t[picos de la fonética castellana y camina hacia su regularización, el cual alcanza su máximo desarrollo al aparecer en la península el Humanismo, caracterizado inicialmente por la traducción de las obras de Dante, Petrarca y Bocaccio, pues on él se inicia el proceso de la adjetivación profunda en la prosa castellana, dando nacimiento a formas más complejas de expresión gramatical.

Despertando un vivo interés por el enriquecimiento del vocabulario. La unificación de los reinos de Castilla y Aragón, con el matrimonio de Fernando e Isabel, supone el triunfo del castellano sobre los demás dialectos peninsulares, con excepción del portugués. Lo cual es apuntalado con el descubrimiento de América, pues el peninsulares, con excepción del portugués.

Lo cual es apuntalado con el descubrimiento de América, pues el derecho castellano rganizó política, económica y socialmente la recién creada sociedad americana que surg(a del descubrimiento y la conquista, y que prohibió el paso a las indias a los no castellanos. La conquista del «Nuevo Mundo» supuso la «indianización» del castellano, con la adopción de la palabra «canoa» en el léxico antillano. «Es una etapa en la cual el castellano retoma su camino antiguo y asimila voces sin grafía procedentes del habla indígena.

El choque con la realidad innombrada y la necesidad urgente de incorporarla al léxico español, sin intérpretes disponibles, debió forzar los cánones convencionales traídos de ultramar para dar aso a esta mixtura lingüística, en la cual el fenómeno fonético era mucho más importante que el escrito -traducía la realidad de un escenario intransferible- realmente abandonado por la mayoría de los peninsulares a los escribanos de oficio y a las autoridades coloniales. [ 1 Cita del texto «Breve Historia de la Lengua Española y Características del idioma en Santo Domingo». Landolfi, Ciriaco. Imprenta Sanchez, Santo Domingo, 1971 ldern. [3]. ldem. [4 ]. Cita del texto «Breve Historia de la Lengua Española y Características del idioma en Santo Domingo». ldem. [5 Cita del texto «Breve Historia de la Lengua Española y